domingo, 20 de julio de 2025

El impacto del Pacto Verde Europeo para la soberanía de España y el sector agrario marzo 23, 2022



El vicepresidente de VOX, Jorge Buxadé, ha escrito un clarificador artículo esta semana donde afirma rotundamente que “el Pacto Verde Europeo es la causa real de la hiperinflación de los precios de la electricidad que está provocando el colapso de las economías familiares y de las pequeñas y medianas empresas”.

Hace dos años yo también coincidí con Buxadé en mi opinión sobre ese Pacto en el Congreso de los Diputados al hablar de la estrategia ‘De la Granja a la mesa’. «Esta Estrategia es la materialización del Pacto Verde Europeo en la agricultura comunitaria. Consideramos que lo primero es la recuperación, y que todas estas exigencias de transición ecológica van a constreñir aún más al sector primario muy dañado, y no tienen sentido», apunté entonces a la vez que incidí en que, desde VOX, «hemos apoyado al sector primario durante la crisis con más de 150 iniciativas parlamentarias, y lo seguiremos apoyando después, ya que consideramos al sector agroalimentario un sector estratégico para garantizar la soberanía Nacional alimentaria”.

Informes de impacto del Pacto Verde

Desde VOX, no solo hemos advertido al Gobierno y a su ministro de Agricultura la realidad que veíamos venir ante la demagogia verde en relación con nuestro sector productivo agrario, sino que les presentamos informes de impacto objetivos que señalaban que las estrategias verdes serían catastróficas, condicionarían las rentas agrarias y la producción de alimentos de nuestro sector agrario nacional y europeo.

El primero fue el informe de 2020 del Servicio de Investigaciones Económicas del Departamento de Agricultura de los Estados Unidos que señalaba el impacto en la economía y en la seguridad alimentaria, de las limitaciones impuestas por las estrategias ‘De la Granja a la Mesa’ y ‘Biodiversidad 2030’, que se adoptarían en virtud del Pacto Verde de la UE. La conclusión fue que se reduciría el volumen de alimentos producidos entre el 7 y el 12%, se incrementarían los precios mundiales de los alimentos entre el 9 y el 89%, y la población en situación de vulnerabilidad alimentaria se incrementaría a una cifra que oscilaría entre los 22 y los 185 millones de personas.

El segundo fue el informe del Centro Común de Investigación (JRC) de la Comisión Europea que publicaba un esperado documento, en el verano del año pasado, tapado mientras se negociaba la reforma de la PAC, sobre el impacto de cuatro objetivos seleccionados de las estrategias ‘Biodiversidad’ y ‘Del campo a la mesa’. Algunas conclusiones de este informe fueron:

– Cualquiera que sea el escenario considerado, todos los sectores muestran descensos en la producción de entre el 5% y el 15%, siendo los sectores ganaderos los más afectados.

– Los cambios en la producción conducirían a una disminución de las posiciones netas de exportación de cereales, carne de cerdo y aves de corral, y a un empeoramiento del déficit comercial de la UE en el caso de las semillas oleaginosas, las frutas y hortalizas y la carne de vacuno, ovino y caprino.

– Aumento de los costes de producción y descenso de los precios en origen.

 Incremento de las importaciones procedentes de terceros países.

La guerra en Ucrania agrava la situación alimentaria

Esta semana la FAO alerta de que la guerra de Ucrania puede provocar un «huracán de hambre». La guerra agravará la inflación alimentaria, que ya estaba en niveles desorbitados desde noviembre del año pasado. Las justas reivindicaciones de nuestros agricultores comenzaron antes de la pandemia debido al aumento de costes y la falta de rentabilidad de las explotaciones. El COVID y la guerra han agravado esta situación ante la obscena inacción de nuestro Gobierno.

“Las interrupciones logísticas y de la cadena de suministro en la producción de granos y semillas oleaginosas de Ucrania y las restricciones a las exportaciones de Rusia tendrán repercusiones significativas y podrían aumentar gravemente la inseguridad alimentaria a nivel mundial, cuando los precios internacionales de los alimentos y los insumos son ya altos y volátiles”, indicaba el texto.

Entre las distintas recomendaciones, el informe apunta a la necesidad de “hacer todo lo posible” para mantener abierto el comercio mundial de alimentos y fertilizantes; aconseja a los países que dependan de Rusia y Ucrania que busquen proveedores alternativos y también pide que se diversifique su producción nacional, pues se desconoce cuánto durará el conflicto.

VOX lo advirtió ante el ministro Planas

El pasado 9 de marzo dije al ministro Planas lo que hoy es ya una preocupación generalizada, que el suministro alimentario es un asunto de vital importancia para la geopolítica de nuestro continente, que la dependencia alimentaria de países terceros, como Rusia o Ucrania, actualmente en conflicto, podía ser fatal para nuestra seguridad alimentaria, que nosotros hemos insistido en la defensa de la soberanía alimentaria desde que llegamos al congreso en 2019 y que nuestra insistencia fue contestada desde los inicios, por todos los grupos, insultándonos .

Le dijimos que lo más grave sería que en Europa hubiera posibilidades de pasar hambre, por ello era necesario ponerse ya en marcha con medidas excepcionales, y lo primero era la urgente suspensión de las políticas suicidas en relación con el abastecimiento alimentario como son las condicionalidades basadas en demagogia verde.

Le pedimos el alejamiento urgente y la derogación inmediata de la Agenda 2030, y de todo acuerdo o legislación internacional que culpabilice a nuestros productores de los problemas medioambientales mientras exonera a los verdaderos culpables; le solicitamos que se abandonaran los prejuicios ideológicos, absolutamente trasnochados, faltos de rigor científico, social y económico, y se fomentara la producción urgente de alimentos, plantación de cereales, dar una solución a la cuestión del regadío a nivel de dotaciones, elaborar una estrategia de necesidades alimentarias, y el fomento de la producción con incentivos.

En resumen, el diseño de una nueva Política Agraria Común europea menos verde y más agrícola, que incentive urgentemente la producción y fortalezca al sector agrario, reconociendo su carácter prioritario y estratégico

Casi quince días después de la comparecencia del ministro, seguimos solicitando medidas de urgencia, se han flexibilizado las importaciones de cereales y se van a empezar a cultivar los barbechos, pero esto no es suficiente, sigue siendo necesario un plan de contingencia alimentario y productivo, una bajada radical de impuestos y de los costes de producción, una solución para las dotaciones de agua para la producción agraria, y la suspensión inmediata de la reforma de la PAC trufada de demagogia ecologista y de las agendas globales que ahogan nuestra producción.

Estamos en una situación de urgencia alimentaria, y ahora, más que nunca, la agenda tiene que ser España y los españoles. Lo decimos en las instituciones, y en la calle, como se gritó en la gran manifestación de este pasado domingo del Mundo Rural: O demagogia verde, o el pan de nuestros hijos.

Un gobierno contra la ganadería, un sector imprescindible para el interés nacional enero 7, 2022

 


El ministro comunista de consumo, Garzón, ha vuelto a soliviantar al sector ganadero-cárnico español con unas escandalosas declaraciones al periódico The Guardian.

En su incendiaria entrevista al medio británico, Garzón declaró que España exporta carne de mala calidad y que no respeta el bienestar animal. Todo el sector ganadero, las Organizaciones Profesionales Agrarias, la interprofesional cárnica, el conjunto del sector, han pedido el cese inmediato del ministro, petición de cese a la que se une VOX de manera rotunda.

VOX ya pidió la reprobación y el cese del ministro de consumo en julio del año pasado, por los ataques constantes al mundo de la ganadería, al consumo de carne, al sector remolachero, al aceite de oliva, jamón ibérico y queso por su inclusión como “productos proscritos por Nutriscore” o al sector turístico y hotelero definiéndolo como “de bajo valor añadido”.

Las declaraciones de Garzón

Concretamente, Garzón, refiriéndose al sector ganadero-cárnico, ha declarado: «Encuentran un pueblo en una parte despoblada de España y ponen 4.000, 5.000 ó 10.000 animales. Contaminan el suelo, contaminan el agua y luego exportan esa carne de mala calidad de esos animales maltratados».

Las declaraciones al periódico internacional inglés se enmarcan en un contexto donde las exportaciones cárnicas españolas a Reino Unido crecen un 105% en valor, en la última década, y el volumen de productos cárnicos exportados al país británico se ha incrementado un 70% en los últimos diez años.

Se trata de un verdadero ataque del Gobierno de España a un sector agroalimentario exportador importantísimo para el interés nacional.

Estas afirmaciones se unen a los ataques a la ganadería y al consumo de carne de este gobierno, basados en la Agenda 2030, agendas globalistas impulsadas por la industria animalista, apoyadas por importantes poderes económicos, también nos encontramos con la inclusión del lobo en el Lespre, las trabas administrativas al ganadero, recortes a la PAC, las leyes de bienestar animal, o los cambios legales y de ingeniería social en la relación de las personas con los animales, todo con el fin concreto de acabar con la ganadería.

La cuestión de las macrogranjas

Todo este ataque a la ganadería lo tratan de disimular en relación con una supuesta cruzada contra lo que ellos llaman macrogranjas.

Realmente, las ideas animalistas que sostienen una parte importante de este gobierno, no quieren que haya explotaciones ganaderas en España, ni grandes ni pequeñas, utilizan el término de macrogranjas como una herramienta política para ir minando el concepto ganadero. En su cambio de paradigma animalista de derechos animales, descartan la ganadería a todos los niveles.

Ese término que utilizan los animalistas para atacar la ganadería no se encuentra recogido en ningún tratado de zootecnia, ni tampoco aparece en ninguna de las disposiciones vigentes del ordenamiento jurídico de España o de la Unión Europea.

El tamaño de granjas está limitado por ley, tal y como marca el Real Decreto 306/2020, de 11 de febrero. Asimismo, también está limitada por ley la distancia entre las granjas y entre éstas y cascos urbanos.

La normativa de purines es muy estricta a nivel europeo. Los niveles más estrictos de las normativas española y europea regulan dónde, cómo y cuándo aplicar los purines, no pudiendo sobrepasar los 170 kg de nitrógeno por hectárea y año en las zonas vulnerables y los 210 kg en el resto. Además, cada granja está obligada a disponer de un plan de producción y gestión de estiércol incluido dentro del Sistema Integral de Gestión de Explotaciones de ganado.

Las granjas están obligadas a disponer de balsas cercadas e impermeabilizadas para evitar el riesgo de filtración y contaminación de las aguas superficiales y subterráneas. Además, el Real Decreto 261/1996, de 16 de febrero, sobre protección de las aguas contra la contaminación producida por nitratos procedentes de fuentes agrarias, limita las cantidades de purines por hectárea, tal y como se ha señalado en el punto anterior.

Es absolutamente totalitario y arbitrario plantear una moratoria para que no se den licencias para explotaciones ganaderas, como ya ha hecho Emiliano García Page en Castilla La Mancha. Es inverosímil que sea el propio gobierno socialcomunista el que diga que no se cumple la Ley, cuando son ellos los responsables de hacerla cumplir y están gobernando.

La implicación de la industria con el mundo rural

En VOX hemos solicitado a la industria que se comprometa realmente con las zonas rurales, fomentar la creación de cadenas de valor en el territorio, que se construyan mataderos y salas de despiece alrededor de las granjas para generar cientos de puestos de trabajo en la zona, en vez de transportar los animales vivos hasta las instalaciones de la industria.

Impulsar plantas de Biogás en la misma zona donde se encuentra la granja de tal manera que se creen puestos de trabajo (de 40-70 empleos) para conseguir reciclar dichos purines o conseguir sacar energía de estos. En estos momentos muchos de los purines se están transportando a plantas situadas en otros lugares con lo que el empleo no se genera en el medio rural.

La agenda 2030

Lo que dice Garzón no es más que lo que recoge el Gobierno en su Agenda 2050, que es un desarrollo de la Agenda 2030. Las protestas de García Page, Lamban u otros socialistas, ante las declaraciones de Garzón, son solo postureo.

No solo debería dimitir Garzón, debería dimitir todo el gobierno por arruinar nuestro sistema productivo, atacar a agricultores y ganaderos, por su gestión errática de la crisis sanitaria, mentir constantemente, tratar de cambiar nuestra forma de vida y valores, e imponer agendas globalistas contrarias a España.  

Garzón trabaja en contra de España, como el resto de este gobierno irresponsable, por ello la Agenda España que defiende VOX es más necesaria que nunca.

Reforzar Occidente, defender España 7 de abril de 2025




 Las crecientes tensiones comerciales entre Estados Unidos y la Unión Europea no son una anécdota más en la larga lista de desencuentros transatlánticos. Son el síntoma claro de que el modelo económico globalista, basado en un libre comercio desregulado y anárquico, así como en la cesión de soberanía a instancias supranacionales, está agotado.

Durante las últimas décadas, este modelo ha sometido a nuestros sectores estratégicos —como la agricultura, la ganadería, la pesca o la industria— a una competencia desleal frente a productos importados que no cumplen los estándares europeos ni en lo social, ni en lo ambiental, ni en lo fiscal.

Marruecos, Egipto, la China Comunista u otros países emergentes han entrado por la puerta grande en los mercados europeos, mientras nuestros productores han sido asfixiados por normas cada vez más exigentes, con el mantra del cambio climático como soga de nuestros productores, y por una política comercial dictada desde Bruselas sin tener en cuenta el interés nacional y muy perjudicial para el bloque occidental.

Es necesario recordar que Europa construyó su unidad económica sobre principios hoy olvidados, como la preferencia comunitaria, uno de los pilares fundacionales de la Política Agraria Común. Este principio defendía la producción agrícola y ganadera del Espacio Económico Europeo frente a las importaciones desleales de terceros países, garantizando una seguridad alimentaria estratégica y protegiendo la rentabilidad de nuestros productores.

Sin embargo, en las últimas décadas, la Unión Europea ha traicionado esos principios, firmando acuerdos comerciales desequilibrados con países que no respetan nuestros estándares sociales, laborales o ambientales. El resultado es claro: balanzas comerciales que evolucionan negativamente para las naciones occidentales con respecto a potencias donde se produce bajo condiciones inaceptables, mientras sufrimos una pérdida progresiva de competitividad y empleo en nuestros sectores estratégicos.

Curiosamente, el balance comercial con EE. UU. ha sido siempre positivo económicamente para Europa, es normal que EE. UU. se esté cansando de que ese balance lo usen los políticos europeos para fortalecer potencias anti occidentales como la China Comunista. De hecho, las políticas comerciales de las últimas dos décadas han potenciado una asociación alternativa al G7 llamada BRICS que aglutina a Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica, y que está confrontando comercialmente con el bloque occidental y a la que se unen nuevos socios de naciones emergentes con dudoso respeto por la libertad y los derechos que tienen las naciones occidentales.

Desde VOX llevamos años denunciando esta deriva. Hoy, cuando incluso Estados Unidos prioriza su soberanía industrial con medidas proteccionistas y plantea aranceles para reconducir un comercio que aboca a EEUU al abismo, es hora de que Europa reaccione también. No podemos seguir siendo un bloque que abre su mercado sin reciprocidad, que tolera el dumping social y que sacrifica su tejido productivo en nombre de un mercado global ficticiamente libre, pues la diferencia de costes, de normas sociolaborales, de concepción del Estado o de la libertad, hacen inviable la libre competencia.

Los aranceles son defensas comerciales. La guerra no la hace quien se defiende, sino quien invade. Siempre se han usado aranceles para la defensa de producción propia, los aranceles han sido una constante por ejemplo en la formación del mercado común europeo, la clave es establecer cómo se usan esas defensas comerciales, si para fortalecer un bloque económico de libertad o para favorecer un plan global que no distingue las dictaduras o los Estados Comunistas de los países con libertad.

España tiene ante sí una oportunidad única. Como miembro de la Unión Europea, puente hacia Hispanoamérica y socio natural de Estados Unidos, debemos liderar una redefinición del comercio internacional en términos de soberanía, justicia y sentido común. No se trata de levantar muros, sino de exigir condiciones justas. No se trata de rechazar el comercio, sino de ponerlo al servicio de nuestras naciones occidentales y no de oligarquías transnacionales corruptas.

Ahí están los casos de corrupción de la clase política europea. Huawei, involucrada en escándalos de corrupción y espionaje, ha sido utilizada como herramienta política del régimen comunista chino para captar favores y vulnerar la seguridad europea. Gazprom, el gigante energético ruso, ha comprado voluntades en las instituciones europeas con el mismo fin. Con un competidor directo para España como Marruecos, hemos visto cómo el Moroccogate ha destapado una red de sobornos a eurodiputados socialistas y populares para promover los intereses del régimen marroquí a costa de los intereses de españoles y europeos.

Lo verdaderamente interesante sería el fortalecimiento de un verdadero Espacio Económico Occidental: un área donde el comercio se base en la defensa de la producción nacional, complementando las carencias con países que aporten positivamente al bloque occidental, en normas compartidas y en el respeto mutuo entre naciones libres. Esto implica limitar acuerdos con regímenes autoritarios que compiten con ventaja gracias a sus bajos estándares. Implica también exigir transparencia y posibilidad de veto en cualquier tratado que atente contra nuestros sectores estratégicos.

Porque no hay transición ecológica sin soberanía energética y mucho menos alimentando la voracidad de la China comunista que es la mayor contaminadora del planeta. No hay sostenibilidad si se sacrifica nuestra pesca o nuestra agricultura para contentar a Marruecos. No hay justicia social si abandonamos a nuestros agricultores mientras importamos cítricos de Sudáfrica tratados con pesticidas prohibidos aquí.

La reconstrucción del orden económico occidental debe comenzar desde el respeto a nuestros intereses, a nuestra soberanía y a nuestros pueblos. Y España, con VOX, debe estar en primera línea de esta transformación histórica que va a redefinir el comercio y ordenarlo.

La partitocracia corrupta española y europea se echarán a corto plazo en los brazos de la China Comunista, y de otros países gobernados por sátrapas y totalitarios, pero esa clase política corrupta que hemos sufrido en España y en Europa también tiene que desaparecer para recobrar la normalidad en el bloque occidental.

16 de mayo de 2025 El repentino interés de China por Castilla-La Mancha y Ciudad Real




En las últimas semanas hemos asistido a una sucesión de encuentros, viajes y gestos diplomáticos en la región de Castilla-La Mancha que, a simple vista, parecen formar parte de una inocente estrategia de cooperación internacional con la China comunista. Se han anunciado posibles acuerdos aparentemente inofensivos en materia de exportación de vino o productos agroalimentarios. Se ha vendido a la opinión pública como una «oportunidad comercial» más. Sin embargo, bajo esa apariencia de normalidad comercial podría esconderse la auténtica estrategia geopolítica del régimen chino, algo que no podemos ignorar.

Distintos alcaldes socialistas de la provincia de Ciudad Real han viajado a China, en una delegación junto a otros alcaldes de izquierdas, incluidos proetarras de Bildu. También lo ha hecho Emiliano García-Page, en una visita institucional presentada como promoción de la región. El embajador chino en España ha intensificado su agenda en los últimos meses, reuniéndose tanto con representantes del PSOE como del Partido Popular. La última de estas reuniones ha tenido lugar en Madrid con la Diputación Provincial de Ciudad Real, en un gesto que no debería pasar desapercibido. ¿Por qué tanto interés y por qué precisamente ahora?

La respuesta podría ser clara para quien observe con una perspectiva estratégica: Ciudad Real es una provincia rica en materias primas críticas y estratégicas, muchas de ellas esenciales para la transición energética, la industria tecnológica y la defensa europea. Y el Partido Comunista Chino —líder absoluto en el control mundial de tierras raras y minerales estratégicos— podría no venir solo a colaborar en temas puntuales, sino a controlar esos recursos.

En EL Campo de Montiel se ha descubierto un yacimiento de Monacita Gris, un mineral que contiene tierras raras fundamentales para la fabricación de componentes electrónicos, turbinas eólicas, baterías y sistemas militares. Según datos publicados por medios nacionales, este yacimiento podría abastecer hasta el 33% de la demanda europea, situando a España —y particularmente a Ciudad Real— en el centro del mapa minero del continente. Se trata, probablemente, del mayor hallazgo de tierras raras en Europa en décadas.

A esto se suma la presencia de wolframio (tungsteno) en la mina ‘El Moto’ de Abenójar, litio en fase de exploración, niobio, tántalo, caolines y otros recursos de altísimo valor industrial. Es evidente que Ciudad Real está en el foco y podría convertirse en uno de los epicentros mineros de Europa. Y ese podría ser el verdadero motivo del creciente interés chino por nuestra tierra.

Y no hablamos de teorías conspirativas, sino de hechos contrastados. Durante su reciente visita oficial a China, Pedro Sánchez (PSOE) se reunió con los máximos responsables de compañías chinas especializadas en baterías y litio, como Chery y Envision. Estas empresas manifestaron abiertamente su deseo de acceder prioritariamente a los yacimientos españoles de litio y tierras raras, en lo que constituye un intento claro de penetración económica y creación de dependencia estratégica.

Santiago Abascal (VOX) le pregunto a Pedro Sánchez (PSOE) abiertamente el pasado miércoles, en la sesión de control, sobre las posibles cesiones de tierras raras a China.

Mientras PSOE y PP se hacen fotos y celebran supuestas oportunidades de exportación, lo que realmente está en juego es la soberanía sobre nuestros recursos naturales. No es la primera vez que China actúa así: primero llegan los acuerdos puntuales, luego las inversiones encubiertas, después el control de infraestructuras logísticas, y finalmente la dependencia económica. Lo hemos visto en África, en Hispanoamérica y en el sudeste asiático. Ahora podrían querer hacerlo en el corazón de España.

Y mientras esto ocurre, el bipartidismo y toda la grasa mediática que lo rodea callan o incluso aplauden. Medios de comunicación que demonizan continuamente a Donald Trump y a Estados Unidos, y al mismo tiempo blanquean sistemáticamente cualquier acercamiento al régimen comunista chino.

Esta misma semana, soldados del Ejército Popular de Liberación de China desfilaron en la Plaza Roja de Moscú, junto al Ejército de Vladimir Putin, demostrando que Pekín no es un socio comercial neutral, sino un aliado estratégico del bloque ruso que amenaza la estabilidad del orden occidental. Y sin embargo, nuestros políticos miran hacia otro lado.

Nadie recuerda que el Partido Popular, a través de María Dolores de Cospedal, firmó un memorándum de colaboración con el Partido Comunista Chino. Tampoco se menciona que el PSOE mantiene vínculos comerciales, ideológicos y políticos con China, especialmente a través de José Luis Rodríguez Zapatero y los socios comunistas del Gobierno.

No se trata de conspiración. Se trata de hechos. Hechos que solo unos pocos estamos dispuestos a desenmascarar.

La riqueza mineral de nuestra tierra, si finalmente se explota, debería ser gestionada con sentido nacional, con visión estratégica, en beneficio del bloque occidental y al servicio de los españoles.

España y Europa necesitan recuperar su soberanía industrial, energética y tecnológica. Y eso pasa por proteger nuestros yacimientos, auditar con transparencia sus reservas, y garantizar que su explotación cree riqueza, empleo y desarrollo en nuestras comarcas rurales, y no beneficios para regímenes autoritarios ni comisiones para políticos irresponsables.

Porque lo que hay en el subsuelo de Ciudad Real no es sólo mineral: es independencia nacional y europea, futuro industrial, empleo y seguridad estratégica. Y no vamos a permanecer impasibles ante los planes expansivos del Partido Comunista Chino ni ante la ambición de políticos sin escrúpulos a los que les importan un bledo los pueblos de Ciudad Real o el interés nacional y europeo.

Y si nuestros dirigentes no tienen en cuenta estas amenazas, sólo caben dos explicaciones: o bien actúan por ignorancia, lo cual ya sería grave, o peor aún, son plenamente conscientes de lo que hacen. En ambos casos, merecen ser señalados con firmeza y avisados ante cualquier responsabilidad pública.

Ricardo Chamorro, diputado nacional de VOX


viernes, 28 de diciembre de 2018

40 años de Constitución española


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40 años de Constitución española
05 de noviembre de 2018

El 6 de diciembre de 1978 el pueblo votó en referéndum la actual Constitución, que es el ordenamiento político más duradero de la historia reciente de España, salvo el de la Restauración canovista. Es más: aquella vieja Constitución de 1876 era un instrumento torpe y ambiguo que demostró servir mal en un país que quisiese ser moderno, mientras que el texto de 1978 ha permitido que los españoles estén al mismo nivel que el resto de los europeos en todos los terrenos, también en el político.

De entre todas las características de la Constitución que en estas fechas se recuerdan y se ensalzan, podemos mencionar las libertades y derechos que reconoce, con una amplitud sin precedentes en nuestro país, o la articulación institucional y territorial del Estado, que al menos sobre el papel posee un equilibrio admirable. Pero hay un aspecto que no se suele mencionar con toda la importancia que tiene: la Constitución es una garantía permanente de estabilidad.

Otras constituciones, españolas o extranjeras, fueron diseñadas para un momento concreto de la historia, y al cambiar las circunstancias tuvieron que cambiar o que ser derogadas. La Constitución de 1978, en cambio, define un ámbito de convivencia sin límite temporal, y en efecto nada se opone a que España siga sirviéndose de esta Ley Fundamental durante mucho tiempo más, lo que en sí mismo es un hecho casi sin precedentes.

La estabilidad de fondo del sistema, que es probablemente su mayor virtud en un país que tiende a ser convulso y apasionado, descansa sobre tres pilares: la soberanía del pueblo español, la unidad nacional (España patria común e indivisible) y la adaptabilidad de todo lo demás a las necesidades reales y tangibles. España es una nación, y el pueblo es la única garantía de legitimidad; todo lo demás puede cambiar, al servicio de los valores nacionales, siguiendo un praxis democrática que nadie discute.

Incluso los aspectos de nuestro régimen político que más problemas han creado (como las autonomías, la constitucionalización de los partidos o la desmovilización política de la sociedad) tienen soluciones en el mismo texto, si se recuerda el espíritu de ese eje medular de la Carta. El futuro, en lo bueno y en lo malo, pertenece al pueblo español, y cualquier futuro de justicia, paz y libertad puede plasmarse a través de la Constitución. Ésta puede interpretarse sólo teniendo en cuenta lo que en ella hay de irrenunciable (Soberanía del pueblo español, Nación española y Reformismo). Que nadie escuche, pues, cantos de sirena, ni acuda a insólitos “diálogos” antidemocráticos, porque fuera de la Constitución y de sus principios esenciales no hay ni paz, ni libertad, ni justicia, sino un retorno sombrío a la división entre los españoles.

El resurgir de la derecha social

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El resurgir de la derecha social
29 de octubre de 2018
Hay una derecha social, que poco tiene que ver con la España del dinero –si hay una “derecha económica”, votaba a Zapatero o a Sánchez, estaba a gusto con Rajoy-Soraya y los Pujol, y desayuna en el Ritz con Pablo Iglesias-.

Ajena a ese centro conformista aterrorizado por las encuestas, hay una derecha que transgrede y que sorprende, que tiene en su seno todo y lo contrario de todo; que es capaz de ser feminista y sobre todo femenina, que es a la vez religiosa y laica, tradicional y revolucionaria; capaz de ganar en Carabanchel y en los conventos de clausura. Un magma revolucionario en política, en sociedad, en cultura y en economía, que cuando sale de casa y se une da más miedo a cierto PP que al PSOE; quizá por eso hubo quien prefería perder las elecciones que aceptar una derecha de principios.

Esa derecha empezó nuevamente a salir a la calle en la revolución de los balcones con la bandera de España después del golpe de estado en Cataluña, y pudimos ver a esa derecha social nítidamente en el mitin de VOX en Vista Alegre, sin complejos, sin remordimientos, orgullosos de su bandera.

La marginación de la derecha social
Decía hace años José Javier Esparza (en los tiempos de Rajoy-Soraya) que “sigue habiendo una derecha social, la de verdad, la que está en la calle, con un acentuado sentido de la independencia que, por supuesto, no ahorra las críticas a la derecha oficial, es decir, al PP… toda esa gente que ha creído y aún cree en la unidad nacional de España, en la libertad personal, en la familia, en la propiedad, en el derecho a la vida y en la vigencia de la civilización cristiana. Porque eso es lo que está pasando. Hace sólo seis años, España era un hervidero de inquietud social en el ámbito de la derecha. Las víctimas del terrorismo enarbolaban la dignidad nacional. En Cataluña, Galicia, las Baleares, Valencia y el País Vasco surgían movimientos cívicos que defendían la libertad lingüística… aparecían plataformas que reivindicaban el derecho a la vida… la libertad de enseñanza y la objeción de conciencia a la “Educación para la Ciudadanía” zapateriana, o que defendían la unidad de la nación española. Hoy es fácil decir que eran “cuatro gatos”. Podrá desmentirlo cualquiera que haya estado en las numerosas manifestaciones de aquellos años”.

“Hace seis años pareció, en definitiva, que en España podía nacer una derecha de principios e ideas, una derecha digna de ese nombre. Hoy, seis años después, de todo aquello apenas queda nada… Y lo más importante de todo: quien ha sepultado la efervescencia de la derecha social no ha sido la sectaria izquierda de otrora, sino la derecha política de ahora; un partido, el PP, que fue llevado literalmente en volandas al poder por esa derecha social hoy quebrantada. El desmantelamiento de la derecha mediática sólo es una parte, y quizá no la más importante, de un proceso mayor: el desmantelamiento de la derecha social. Estamos asistiendo a una operación de domesticación sociopolítica que parece concebida para frustrar cualquier rectificación de la deriva que España arrastra desde hace más de treinta años”.

Sigue habiendo una España inasequible a la domesticación
Sigue habiendo una derecha social –y muy extensa- que mantuvo sus principios pese a la deserción del partido que mayoritariamente la representaba. Esa derecha Social ha sido un magma circulante por las catacumbas que tras la traición de Rajoy y la imposición del ideario zapateriano, explotó hace unas semanas en Vista Alegre de la mano de VOX.

 En un sistema partitocrático, como es el nuestro, la orfandad institucional es un trago muy duro. Es muy difícil sobrevivir. Ahora hay dos opciones:

Una, que de verdad la derecha social se aglutine en torno a VOX, sin olvidar a este nuevo PP de Pablo Casado que emerge tras su figura después de años de un PP que frustraba a la derecha social, o al Cs de la resistencia en Cataluña y la defensa de España (que en conjunto es esa síntesis de la que ya habló Pedro Laín Entralgo, “en la que convivan amistosamente Cajal y Juan Belmonte, la herencia de San Ignacio y la estimación de Unamuno, el pensamiento de Santo Tomás y el de Ortega, la teología del padre Arintero y la poesía de Antonio Machado“).

La otra, que el sistema triture, digiera y recicle cualquier disidencia convirtiéndola en detritus marginal, que es lo que pretende Pedro Sánchez y su gobierno okupa apoyado por siniestros poderes económicos, secesionistas y comunistas. Si prevalece esta última alternativa, podremos ir olvidándonos de la supervivencia de España como agente histórico relevante”. Se trata de dejar que venzan los principios y el programa de la progresía, y da lo mismo si viene etiquetada como izquierda, extrema izquierda o centro, o de luchar contra ellos en su terreno, el de las ideas, no el del mercadeo, los cargos y los negocios. “Todo lo demás se queda en mera reacción estéril”.

¿Es anticonstitucional criticar las autonomías?

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¿Es anticonstitucional criticar las autonomías?
Opinión / 29 noviembre, 2018
Ricardo Chamorro
Se está generalizando en los medios de comunicación calificar a VOX como un partido que atenta a la Constitución por reivindicar una reforma constitucional y recuperar competencias hacia un Estado unitario en igualdad para todos los españoles, sin autonomías.

El Estado español es un Estado unitario por definición, lo que no quiere decir centralista, nunca compuesto o federal. Este carácter unitario ya se determino en las Cortes Generales y Extraordinarias de Cádiz en 1812 que ejercieron el poder constituyente originario del pueblo español, las cuales rechazaron frontalmente cualquier asomo de extravagante y extranjerizante federalismo.

El Estado se descentraliza administrativamente a través de entidades autónomas que son las administraciones locales, Diputaciones o Comunidades Autónomas. Estas entidades administrativas sirven al Estado para garantizar derechos a los ciudadanos en igualdad. El desarrollo autonómico en clave antinacional ha sido la clave del fracaso del propio modelo de las autonomías, unido a un descontrol por parte del Estado que en vez de velar por los derechos de los españoles en igualdad ha interpretado la descentralización como un dogma sin pararse a analizar los pros y contras en relación a la cohesión nacional.

VOX con su propuesta fortalece la Constitución, los demás la relativizan

Es curioso que nadie llame partido que atenta a la Constitución al PSOE que en la declaración de Granada, expresamente, pide una reforma de la Constitución hacia un Estado Federal asimétrico, rechazando la propia tradición jurídica constitucional española, así como la actual Constitución y la igualdad entre todos los españoles; o a Cs que va en la misma línea de reforma federal; o a PODEMOS que pide expresamente una reforma hacia un Estado Plurinacional que pretende fulminar la base de nuestra constitución, empezando por todo el Título Preliminar.

Curioso que los medios manipulen de esta forma a los ciudadanos Españoles remarcando que VOX ataca la Constitución olvidando lo anterior. El PP, en cambio, orienta ahora su discurso hacia la recuperación de competencias pero defendiendo las autonomías. ¿Acaso solo puede pedir la Reforma Constitucional la izquierda y que nadie les llame anticonstitucionales?

Qué VOX pida una reforma del Estado de las Autonomías para garantizar la Soberanía Nacional y la igualdad de todos los españoles, contribuye a fortalecer principios básicos de la Constitución en beneficio del pueblo español, precisamente el pueblo español es el sujeto político soberano.

Los partidarios de un Estado sin autonomías marcaron este verano su máximo desde 2014 y volvieron a superar el 21 por ciento en el Barómetro del Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS). Si unimos el anterior dato junto a aquellos que quieren menos autonomía y competencias para las CCAA, tendríamos un 30 por ciento de españoles que prefiere un Estado más unitario y en igualdad, que el actual.

En este ultimo CIS el 37,5 por ciento optaría por dejar tal cual el Estado de las Autonomías. Optaría por mas autonomía para las CCAA solo un 14,6 por ciento y por un Estado que concediera el derecho de independencia de las autonomías solo el 9,8 por ciento.

¿Cómo es posible que ante estos datos que reflejan la opinión del pueblo español, el cual es el sujeto político soberano, alguien niegue la posibilidad democrática de proponer una reforma radical del sistema autonómico, mientras se fomentan reformas federales que no representan ni al 15 por ciento del pueblo español?

VOX no pide romper la soberanía o la nación española como pide PODEMOS (artículo 1.2 y 2 CE); VOX no pide acabar con la igualdad de los españoles (artículo 14 CE) como si hace el PSOE con el federalismo asimétrico, beneficiando a las regiones ricas frente a las más pobres, beneficiando fiscalmente a catalanes frente a andaluces.

VOX pide una reforma en beneficio de todo el pueblo español sujeto de la Soberanía Nacional y en beneficio de la Nación Española, fundamento de la propia Constitución, que es muy distinto a lo que les atribuyen para desprestigiarlos.

martes, 20 de noviembre de 2018

VOX explota

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Era cuestión de tiempo que VOX saliera de las alcantarillas a donde la dictadura progre de lo políticamente correcto pretendía condenarle. El acto convocado en el Palacio de Vistalegre superó todas las expectativas de los organizadores, con miles de personas que no pudieron acceder al recinto por el lleno monumental.

Todos los acontecimientos políticos y sociológicos convergen en la necesaria aparición de una fuerza populista de derechas que recoja el descontento generado por las legislaturas de Rajoy, la caída del bipartidismo, la corrupción, el cuestionamiento de nuestra Soberanía Nacional, la crisis de Cataluña o los golpes e inseguridades que la globalización produce en las clases medias y bajas de nuestra sociedad, en forma de inmigración, pobreza y salarios bajos.

¿Qué es el populismo?

Los políticos de los viejos partidos utilizan la palabra populista en un sentido simplista y negativo al margen de un análisis concienzudo de este fenómeno que esta extendiéndose por Europa y el mundo.

El populismo no es una ideología, sino una mentalidad que asigna al “pueblo” cualidades naturales de tipo ético opuestas a los vicios de los gobernantes. Se alza en momentos de crisis contra la política tradicional. La palabra es usada como insulto de los políticos a sus críticos, pero es una realidad que se extiende. Es compatible con la democracia y se basa en una democracia multiplicada; y no es de derechas ni de izquierdas, puede ser de las dos cosas. No tiene vínculo con ideologías.

Marco Tarchi es un politólogo italiano profesor titular en la Escola de Ciencias Politicas “Cesare Alfieri” de la Universidad de Florencia, donde enseña Ciencia política, Teoría política y Comunicación política. Sus líneas de investigación se refieren, principalmente, al populismo, área de investigación en la que es uno de los mayores expertos en Europa.

Tarchi define de esta manera el Populismo: “El populismo europeo es la corriente de opinión fundada en el arraigo que denuncia los excesos de la mundialización y del multiculturalismo. En opinión de Tarchi, el populismo “denuncia incansablemente la mistificación del principio representativo, la expropiación de la voluntad ciudadana por parte de la casta de políticos profesionales, reivindica el derecho de los pueblos a conservar identidades y tradiciones forjadas a través de los siglos, exige un reforzamiento de los instrumentos de democracia directa […], se opone al poder excesivo de las finanzas, reclama mayor equidad social y lamenta tanto los excesos de intrusismo del Estado en la vida de los ciudadanos, empezando por la Hacienda, como la erosión progresiva de la soberanía de las naciones en beneficio de ese Moloch burocrático que tiene su sede en Bruselas”.

La realidad internacional que ayuda a VOX

Las sinergias internacionales provenientes de EEUU, Hungría, Italia, Polonia, Austria o Hispanoamérica ayudan a romper tabúes y empujan a VOX sin remedio. Son partidos heterogéneos unos jacobinos, otros autonomistas, otros liberales, otros laicistas, otros confesionales, lo más llamativo es la vinculación de cada una de estas formaciones a su propio pueblo, con una mirada de indiferencia, si no es de desconfianza, hacia la suerte de los demás.

Como dice Tarchi: “los “feos, sucios y malos populistas” son los únicos dispuestos a representar en escena el papel de disidentes. Frente a ellos, los educados profetas de una reducción de la democracia a vehículo de imposición de una ideología consumista, materialista, cosmopolita, uniformadora.”

Esta semana vemos titulares de cómo con el gobierno de Donald Trump en EEUU han subido los salarios un 3% y el paro ha bajado del 4%. Donald Trump afirmó en la Asamblea General de la ONU hace tres semanas de manera tajante: “Rechazamos la ideología del globalismo y aceptamos la doctrina del patriotismo”. El mismo Donald Trump al que insultó al unisonó el PP, Cs, el PSOE o Podemos apoyando todos a Hilary Clinton.

La importancia de VOX que no quieren ver

La irrupción de VOX aterroriza al establishment, sus terminales mediáticas tratan de minimizar el fenómeno de manera ridícula, pero ya no lo pueden tapar. A VOX le faltaron un puñado de votos en las elecciones europeas de hace cuatro años, con pocos meses de vida como partido, con apoyos tan significativos como el del el exalcalde de la ciudad de Nueva York Rudy Giuliani que hoy es el abogado personal de Donald Trump . Ya nadie cuestiona que VOX entrara en el parlamento el año que viene, los esfuerzos hechos por el PP en las legislaturas de Rajoy por silenciar al partido de Abascal fueron grotescos.

El fenómeno VOX, mas allá de un partido político, puede ser el aglutinante de una derecha social silenciada por Rajoy que evolucione en una fuerza trasversal al margen de la izquierda y la derecha, podría ser una fuerza decisiva en esta “segunda transición” que algunos anuncian, e intervenir en la redefinición del país con una propuesta nacional y unitaria, frente a las demandas federalistas, confederales o plurinacionales de la izquierda, centristas o socialdemócratas.

La extrema izquierda populista surgida y mimada en las legislaturas de Soraya-Rajoy tiene enfrente una nueva fuerza, realmente silenciada por los medios y la oligarquía, que opone un relato coherente contra los mensajes rupturistas de nuestra Soberanía y las complicidades del actual gobierno con el secesionismo.

Cualquier análisis serio sociopolítico apunta a que VOX tendrá mucho que decir en la España del siglo XXI, es inevitable, y algunos mediocres de la vieja política deberían ir tomándoselo en serio

martes, 9 de octubre de 2018

Los privilegios que consagrara nuestra Constitución

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Los privilegios que consagrara nuestra Constitución
Opinión / 04 octubre, 2018
Ricardo Chamorro
¿Qué ocurriría si dijéramos que es la Constitución quien consagra la singularidad vasca y catalana? ¿Si resultara que la única base jurídica que legitima una situación diferenciada territorial en la España del siglo XXI es nuestra Carta Magna?

Los fueros, tan famosos en vascongadas y Navarra no legitiman nada, es la Constitución Española quien crea tristemente el problema, quizás la reforma de la que tanto se habla debe ir a la inversa de lo que pide izquierda y separatistas.

Todo el programa nacionalista es falso e incongruente. Los fueros medievales vascos y navarros, concedidos por sus reyes y señores – nunca vascos – eran un conjunto de privilegios sociales, territoriales y económicos en todo similares a otros estatutos jurídicos contemporáneos. Fueros y privilegios tuvieron también muchas ciudades, comarcas, estamentos y grupos castellanos, aragoneses, catalanes, gallegos, valencianos, etc.. En España habría así, a ojo de buen cubero, unas dos mil entidades con “derecho histórico a la autodeterminación”. En la misma “Euskalherria”, dos docenas de villas y ciudades navarras, con fueros medievales propios, podrían declararse a su vez independientes.

En realidad, los fueros vascos y navarros no son diferentes a otras situaciones de la España medieval y moderna, y no otorgan a los secesionistas derecho alguno a la autodeterminación, o a la independencia como ahora prefieren matizar. Los derechos históricos que la Constitución de 1978 recoge y ampara tienen vigencia sólo derivada de la propia carta magna, y son parte del ordenamiento jurídico español, con todas las consecuencias del caso. Sin la Constitución y las normas que la desarrollan, los restos de normas preconstitucionales estarían tan derogados como los Principios Fundamentales franquistas o como las pruebas de limpieza de sangre.

Además, los llamados “derechos históricos” sólo existen en la medida en que no se vulneren los principios esenciales del mismo ordenamiento constitucional. Si bien en virtud de esos recuerdos de la legislación predemocrática algunas Comunidades Autónomas tienen más competencias que otras (función pública, normas civiles, tributos), ninguna de ellas tiene un estatuto diferente en cuanto a su pertenencia innegociable a la Nación.

Los secesionistas están jugando con fuego, el PNV se va dando cuenta aunque juega al despiste. Si pretenden manipular la historia y el Derecho para convertir los viejos fueros en permanente derecho a la independencia, el resultado puede ser, muy al contrario, que se pongan en cuestión los privilegios y singularidades que los nacionalistas obtuvieron en la Transición al amparo de Eta y de una lectura muy discutible del pasado.

Es evidente que si los derechos se ejercen en fraude de Ley y con la intención de romper la unidad constitucional, bien puede resultar que un Gobierno nacional enérgico prefiera dar todo su peso a la igualdad jurídica entre los españoles y hacer una verdadera reforma donde se acabe con los chiringuitos autonómicos y los privilegios de unos españoles frente a otros.

La situación en Cataluña de desobediencia flagrante a la Constitución, hace plantearse reformas de calado en sentido contrario a lo que pide PODEMOS y PSOE.  En el espectro político de la derecha solo VOX ha pedido una reforma constitucional contundente que revise por completo el Sistema Autonómico, eliminando todos los parlamentos autonómicos, y recuperando competencias para el Estado, manteniendo una centralización política que no disperse la representación de la Soberanía Nacional, y planteando una descentralización administrativa radical orientada hacia los municipios y provincias. En el PP y Cs ya se oyen voces en el mismo sentido de recuperar competencias, ilegalizar a partidos separatistas y aplicar un nuevo 155 en Cataluña, mucho más contundente, que recupere el orden Constitucional en ese territorio. También existe un número creciente de socialdemócratas, izquierda jacobina e izquierda moderada, que consideran que la situación de privilegio no puede seguir tolerándose más.

Veremos si la tan cacareada reforma Constitucional es pedida finalmente por una mayoría de españoles hartos, pero en el sentido contrario al que pide una parte de nuestra partidocracia federalista y pro autonomías.

Si hay reforma ha de ser para fortalecer la Nación Española, para el capricho de minorías egoístas y extractoras ya no estamos dispuesto

miércoles, 3 de octubre de 2018

La resurrección de Aznar

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La resurrección de Aznar
Opinión / 20 septiembre, 2018
Ricardo Chamorro
Aznar ha conseguido en una mañana resucitar la identidad política de la derecha, actuando a la ofensiva, después de años de mediocridad.

Todos aquellos que han seguido esta columna, así como los que me conocen, saben que siempre he defendido a José María Aznar como una figura fundamental en la configuración de la derecha social y política española. De hecho yo me afilie al Partido Popular por Aznar. También he de decir que me di de baja con Mariano Rajoy, después de trece años, y apoyé el proyecto de VOX implicándome sin ningún tipo de complejos y sigo apoyándolo, al igual que apoyo cualquier iniciativa de la derecha social en sentido amplio o aquello que beneficie el imperio de la ley, mi identidad o la unidad de mi patria.

Como yo no me muevo por etiquetas ni partidos, sino por convicciones, felicito de una manera rotunda a José María Aznar que ha conseguido en una mañana de un martes de septiembre resucitar la identidad política de la derecha, actuando a la ofensiva, después de años de mediocridad y pusilanimidad rajoyesca o sorayesca, lo mismo da que da lo mismo.

Con Rajoy hemos vivido unos años de un centrismo pusilánime y suicida, tal y como definía ese centrismo Federico Jiménez Losantos hace ya muchos años:  “lo que caracteriza al centrismo, digamos, profesional, es su carácter excluyente, su modo de hacer política en función de la captación de votos, pero a costa de despreciar a la inmensa mayoría social de la derecha, a cuya sombra electoral procura vivir. El político de derechas se dice de centro por costumbre y rentabilidad. Pero el centro nunca se define contra la izquierda sino contra la derecha. Es el auto-odio conservador, un viático para un suicidio”.

¿Cuándo vence la “derecha” en la sociedad y en las urnas?

Cuando sabe ser ella misma, sin exabruptos pero sin complejos.
Para ofrecer soluciones atrevidas y para pedir sacrificios a la gente hay que obtener su confianza. Y la confianza es personal: se tienen que fiar de uno, de su identidad, de su identificación con el país. Porque el país es Patria, mucho más que una empresa y una contabilidad, y su personalidad vale mucho, más incluso que las comodidades individuales. Vistas así las cosas, cuanto más sólidos sean la identidad y el patriotismo de uno mejor le podrá ir en las urnas

Los éxitos macroeconómicos o tecnocráticos no vencen elecciones. Los votantes quieren una razón para votar o militar, que no puede ser sino la defensa de unos principios y de una identidad que los adversarios desean destruir, están destruyendo.

Si uno defiende España y el otro trabaja para destruirla hay que abandonar las suavidades de los tiempos de paz. Todo está en grave peligro. Sólo una derecha sin complejos puede vencer, y la alternativa es el caos.

Análisis histórico y separatismo


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Análisis histórico y separatismo
11 de septiembre de 2018
El historiador y columnista navarro Pascual Tamburri dejó escrito, hace casi dos décadas, un Análisis histórico y enseñanzas políticas de los nacionalismos separatistas en España.

De esos escritos considero importante sacar un pequeño extracto que resume de manera magistral la evolución histórica de España y la irrupción del separatismo.

Tamburri, hoy fallecido, vislumbró lo que hoy ocurriría, y es ya un hecho en su querida Navarra y en España.

Análisis histórico y enseñanzas políticas de los nacionalismos separatistas en España:

 La Historia es sencilla y elocuente. De Roma, antes de nuestra Era, Hispania recibió el nombre y la unidad administrativa, cultural, vital, así como del Cristianismo llegó la unidad espiritual.

Con el reino visigodo de Toledo esa unidad católica quedó consagrada y coronada, y estrechamente asociada a la independencia política.

Este planteamiento llegó a la Edad Media, y constituyó el núcleo del proyecto de Reconquista: el restablecimiento de la unidad y la independencia perdidas. La Reconquista es un proyecto político, cultural y religioso de UNIDAD a lo largo de ocho siglos, que forman definitivamente el carácter de España.

La larga y difícil lucha contra el Islam introdujo un nuevo aspecto en la identidad nacional española; divididos en diferentes núcleos de resistencia, los españoles crearon monarquías y principados independientes entre sí. León, Castilla, Navarra, Aragón y Cataluña, y después Portugal, compartieron una misma idea permanente de España, pero se dotaron de ordenamientos jurídicos e instituciones diferentes.

La España finalmente libre y unida que los Reyes Católicos legaron a sus sucesores fue también una España plural. Ya en los siglos de la decadencia española, nace y triunfa la idea de nación, precisamente con España como primer modelo y paradigma.

La Ilustración es la primera filosofía de la Modernidad. El liberalismo y el socialismo marxista son sus herederos. Frente a esto, el hombre, y en especial los europeos (los españoles), poseen una dimensión comunitaria, espiritual y jerárquica. Por eso la Ilustración se enfrenta con la realidad y trata de destruirla. La Ilustración se enfrenta por tanto con la realidad histórica de España. Pronto la monarquía borbónica (desde 1700) asume como propias esas ideas. Ya no es una monarquía cristiana y española, y desaparece poco a poco el ideal imperial nacido de la Reconquista.

Nace la economía como ciencia omnicomprensiva. España es además débil interiormente y exteriormente. Interiormente sus clases dirigentes traicionan al pueblo; exteriormente España deja de ser una gran potencia.

1808 muestra la contradicción: el pueblo demuestra su fuerza colectiva y defiende la unidad, la independencia, la fe cristiana y los valores nacionales. Los reyes y los ilustrados se entregan a los franceses, pero España vence. Vuelve desgraciadamente a ser gobernada coma antes, no es Imperio (se pierden las Indias) y no tiene un proyecto común.

Surge la división interior: a) división política: liberales frente a absolutistas. b) división social: el capitalismo y el socialismo. c) división espiritual: la cuestión religiosa. d) división regional: los separatismos.

La crisis exterior amenaza la INDEPENDENCIA. La crisis interior, tomando como excusa la PLURALIDAD, amenaza la UNIDAD. Y en esto seguimos. La pluralidad consagrada en los Fueros y privilegios era difícil de encajar en los principios de la Ilustración, y también en el marco del Estado liberal del XIX. El problema se solucionó torpemente, y de esa herida mal cicatrizada nacieron los separatismos vasco y catalán. Los nacionalismos periféricos no son hijos del tradicionalismo, que siempre fue radicalmente español, pero aprovecharon como él las contradicciones de un Estado unitario de jure pero claudicante de facto.

La tendencia a la división es espontánea como tendencia, ante la crisis, pero es aprovechada por minorías antiespañolas. La división es fácil de explicar: la nación española, el pueblo, tiene una identidad propia y unitaria, católica en lo religioso, patriótica en lo político, comunitaria en lo social, variada en lo regional. Pero contra la voluntad nacional esas minorías construyen identidades alternativas. Esas identidades nacen de una minoría consciente de mentir. Crean poco a poco los elementos de falsas identidades, primero entre los intelectuales, después en pequeños grupos culturales, luego como alternativa social, y finalmente en política. Han trabajado a largo plazo; mienten, pero triunfan.

De 1880 a 1910, trabajaron en la sociedad y la cultura.

De 1910 a 1930, empezaron en política

De 1931 a 1939 casi triunfaron. Fueron derrotados en lo político (militarmente) pero no encontraron respuesta cultural y social.

De 1939 a 1975 fueron reprimidos políticamente, pero se toleró su trabajo social y cultural. El franquismo aceptó la idea básica (falsa) de que todo lo vasco/catalán es separatista, y por lo tanto antiespañol.

El debate no ha terminado. La ambigüedad del siglo XIX perdura jurídicamente en la Constitución, pues según A. Bonime-Blanc (Spain’s Transition to Democracy, Boulder, 1987, p. 52 - 53), el consenso constitucional español de 1978 fue “una nueva forma de negociación política [que implicó] el uso de cualquier medio necesario - secreto o público, parlamentario o extraparlamentario - para alcanzar un compromiso político”. Para algunos, en la redacción final y consensuada de la carta magna cabe desde el Estado centralista hasta una hipotética confederación de Estados soberanos.

Hoy más que nunca es necesaria una solución que respete la diversidad regional pero que no ponga en cuestión la unidad nacional. Una minoría preparada, con un objetivo claro, está imponiendo su voluntad. Hay que denunciar el intento y plantear una alternativa. La eficacia frente a ellos pasa por responder a los problemas concretos, reales, con nuestros medios: sin sueños improbables, y sin nostalgias innecesarias.

El fin de la Transición

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El fin de la Transición 27 de agosto de 2018
Las cuatro principales figuras de la Transición fueron Torcuato Fernández Miranda, Manuel Fraga, Carlos Arias Navarro y Adolfo Suárez, sin olvidar al Rey Juan Carlos.

Los cuatro fueron hombres del régimen, los cuatro franquistas. El nombre de Carlos Arias ya ha sido borrado del Ayuntamiento de Madrid, al resto le quedan pocos años de reconocimiento.

La transición no fue más que el pacto de fuerzas de la oposición en el exterior, con apoyo internacional, principalmente EEUU, con fuerzas del propio régimen franquista para la transición democrática.

En ese pacto se conciliarían, teóricamente, las dos Españas en un sistema democrático a la europea. Se respetaría a los dos bandos en una nueva España.

Eso es lo que creyeron los que hicieron la transición del bando nacional. Todo eso fue un engaño a la vista de los hechos.

La profanación del General Franco y el cuestionamiento de base de la propia transición hacen saltar por los aires toda su concepción.

Pedro Sánchez, el que dinamitó el PSOE de Felipe González, ese PSOE que también fue parte de esa transición, será el se cargue la transición  junto a Podemos y separatistas.

El respeto por el pasado era una pieza clave para construir la democracia.

Jamás Adolfo Suárez , a pesar de los pesares, concebiría que se hiciera lo que se pretende hacer con el General Franco y la Basílica del Valle.

El fin de la transición y su reforma es ya un hecho.

A modo de recordatorio pongo la opinión de Adolfo Suárez, secretario general del Movimiento, sobre Franco, las opiniones del resto, incluido el Rey Juan Carlos, eran similares, sólo hay que mirar la hemeroteca.

Adolfo Suárez, a la muerte de Franco, se pronunciaba así: “El paso de los siglos no borrará el eco de su nombre, unido siempre al recuerdo de una justicia social y un progreso como nunca antes conociera nuestra patria. Con él logró España ser una, grande y sobre todo libre de cualesquiera fuerzas extrañas a sus propios designios. La obra de Franco perdurará a través de las generaciones” (El Alcázar, 21 de Noviembre de 1975).

Antes del referéndum de 15 de Diciembre de 1978, convocado para aprobar la Constitución, Adolfo Suárez dirigiéndose sin duda al franquismo sociológico, habló así: “No ignoramos nuestro inmediato pasado, el construido por la excepcional figura de Franco, (y lo) asumimos con responsabilidad y recogemos su herencia para perfeccionarla”.

Maquiavelo y el nuevo PP



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Maquiavelo y el nuevo PP
30 de julio de 2018
Parafraseando al pensador católico Juan Donoso Cortés, Pablo Casado afirmó en el Congreso de su partido: “Hay que unirse, no para estar juntos sino para hacer algo juntos”. Casado planteo la regeneración, la unidad a favor de unos determinados principios, la vuelta al orgullo de ser del PP, y terminó ganando el Congreso a Soraya Sáenz de Santamaría, no sin que se produjeran importantes heridas, los verdaderos cambios son siempre dolorosos en un primer momento.

La caída de Arenas

La lucha a cara de perro entre los dos candidatos ha contado con importantes dosis de estrategia y se ha cobrado una pieza importante que en Castilla-La Mancha tenía una gran influencia, particularmente en Ciudad Real, y que no es otro que Javier Arenas.

Cospedal se ha vengado de este personaje, que no se lo puso nada fácil al principio en esta región. La influencia de Arenas ha puesto y quitado presidentes provinciales, ha impuesto cargos y marcado directrices, ha sido nefasto para la autonomía del partido en Castilla-La Mancha hasta que llegó Cospedal.

Consejos de Maquiavelo

No obstante una vez que se ha vencido a la candidata del stablishment financiero-político-progre, Pablo Casado no lo tendrá fácil y son muchas las dificultades para que el PP vuelva a ser la referencia y levante el sector de centro-derecha nacional dándole vigor. Para luchar contra la unión de izquierda y separatistas, el centro-derecha nacional debe contar con fuerza y unidad, por ello sería importante desechar lo accesorio y cuidar lo que aglutine a ese sector político y a su derecha social.

"Contra una determinada fuerza, el hombre debe oponer otra por lo menos igual si se la quiere resistir; y para vencerla hará falta poner otra mayor. Con soluciones medias nada se consigue". No lo dijo santa Teresita de Lisieux, claro, sino Nicolás Maquiavelo, un hombre tan citado como poco leído, y con una malísima fama en la cultura tradicional española. La cuestión es si en la política real de 2018 se puede hacer política sin tener en cuenta a Maquiavelo.

La máxima responsabilidad de un político, y de quien le asesore, es conquistar, conservar, reforzar y gobernar con éxito su Estado. Raramente esto se hace por dejación o por inercia, sino por ejercicio de una firme voluntad. "Todo lo que se necesita para luchar contra el futuro está escondido en el pasado, y el hombre sabio busca ese conocimiento en la Historia". ¡Y esto sigue siendo verdad en medio de la generación de adultos que menos historia clásica lee!

"Somos criaturas débiles que caemos ante el menor cumplido, hasta el punto de que un gobernante puede mantener a su lado a una panda de ineptos si éstos le dicen lo que él quiere oír. Como resultado, aquellos hombres que de verdad resultan valiosos se alejarán de su lado y el gobierno que sustentan se vendrá abajo". ¿No suena tan inmoral este "maquiavelismo", no es cierto? Quizá Maquiavelo deba su mala fama, más que a otra cosa, a haber puesto por escrito verdades permanentes de la política que resultan molestas cuando uno se ha apartado de ellas, y en especial cuando ha de pagar las consecuencias de esa elección.

"Un gobernante debe ser tan despiadado como las llamas del infierno con sus enemigos, y mostrarse severo consigo mismo y sus aliados. Así podrá repartir justicia, orden y estabilidad entre quienes se unan a él. ¡He ahí el retrato de un líder que quiere proteger su Estado!... Pero eso no es todo. Hay otro peligro del que todo gobernante debería guardarse. ¡El desdén!". No es una buena opción ser débil con los fuertes, fuerte con los débiles, ni renunciar a tener una política propia y definida buscando el éxito en la aceptación de las opciones del rival. Así, lo único que se puede llegar a conseguir es ser un eterno segundo, una eterna "leal oposición" incluso cuando uno formalmente obtenga la mayoría o los cargos institucionales, si renuncia a ejercerlos a fondo. Eso no es una meta política.

"Ni subordinados ni súbditos serán leales a un hombre incapaz de protegerlos!". Maquiavelo no escribió en el siglo XVI ni debe ser leído hoy como un legitimador de la crueldad y la inmoralidad, sino como un teórico de la verdadera política en lo que ésta tiene de universal y permanente. Y eso pasa por la coherencia con uno mismo, y si no es que se está yendo en otra dirección. No fue casualidad que en el PP, el partido del humanismo cristiano, se hablara positivamente del aborto. No fue casualidad que en  el PP, el partido fundado por José Maria Aznar, se insultara y marginara al ex presidente fundador, mientras se agasajaba a lideres mediáticos enemigos declarados del Partido Popular y sus principios. No es coincidencia que en el partido de la unidad nacional y de la lucha contra el terrorismo se despreciaran a determinadas víctimas del terrorismo e incluso se les tachara de ultras. Ni es porque sí que hubiera una confusión de políticas entre los grandes partidos, a modo de abuso de la tolerancia y el consenso. Algo pasaba, seguramente fuera una confusión generalizada entre las metas de las personas concretas y los objetivos políticos.

 Lo cierto es que la realidad supera a lo que escribió el florentino, y que la relectura de Maquiavelo puede ayudar a renovar ideas y estimular a los que deciden en el sector de centro derecha, adaptándolo a nuestros tiempos.

La amiga de Cebrián contra el joven de Aznar, Aguirre y Rajoy

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La amiga de Cebrián contra el joven de Aznar, Aguirre y Rajoy
09 de julio de 2018
Las primarias del PP han dejado a Cospedal fuera de la segunda vuelta, ahora los compromisarios serán los protagonistas.

Soraya y Casado se enfrentan a esta nueva modalidad de elección donde sólo votarán los compromisarios. Si los votantes fueran los afiliados creo que Casado se llevaría la victoria, una vez que el resto de candidatos han salido del proceso electoral.

Los dos candidatos representan dos concepciones distintas del Partido Popular.

Soraya ha sido la vicepresidenta de Rajoy, la amiga de Juan Luis Cebrián, la controladora del CNI, la amiga de la oligarquía económica, la invitada al club Bilderberg, la que gestionó el 155, la negociadora con los separatistas catalanes en la operación dialogo, la progresista que salvo El País. Curiosamente es la favorita de aquellos amigos de izquierdas que nunca votarían al PP y así lo manifiestan publicamente.

Considero que la concepción de la política de Soraya esta más relacionada con un medio para tocar resortes de poder que con una vocación de servicio, no pretende cambiar la sociedad o reformar nada, creo que es simplemente ganar para gestionar lo que hay o para ejecutar lo que los poderes económicos le dicen que hay que ejecutar, una vocación puramente tecnocrática, no existe ninguna ambición de cambio social, representa completamente el gobierno del PP de los últimos 10 años que hizo perder a esta formación millones de votos y surgir fuerte a otras fuerzas políticas del centro derecha como Cs y VOX . 

Soraya representa a esa derecha económica, tecnocrática y laica, unida al poder, que ya anunció Juan Luis Cebrián que se necesitaba: “Si   hubiera una derecha moderna y laica, la apoyaríamos, es lo que nos falta”.

Pablo Casado es un típico joven de derechas, liberal conservador, curtido desde joven en la realidad de la derecha social más allá de los resortes del poder. Creo que aún se cree las ideas del centro derecha y no las considera únicamente un argumento para obtener elecciones para luego en el poder olvidarlas por completo. 

Representa la renovación del PP sin romper con toda su historia, con sus claros y oscuros. Casado reivindica toda la trayectoria del PP en un sentido único, no renuncia a los años de Aznar como se puso de moda en el PP de Rajoy-Soraya. Ha sido portavoz del PP con Rajoy de presidente.

Ahora, en esta segunda tanda de elecciones, llega la verdadera lucha soterrada por el poder, las puñaladas, los intereses, las traiciones, todo ello estará a la orden del día.

¿Qué pasara en Castilla-La Mancha donde mayoritariamente se votó a Cospedal? ¿Por quien optaran ahora los compromisarios?

A simple vista deberían votar por Casado, ya que Soraya fue la gran enemiga de Cospedal.

Lo cierto es que veremos muchas sorpresas y hay que tener en cuenta que la sombra de Javier Arenas en Castilla-La Mancha es alargada; el joven Arenas como lo llama Federico Jiménez Losantos, ha sido el artífice de la victoria de su candidata Soraya gracias a Andalucía.

 La lucha por el poder es ahora cuando está abierta en el PP.

Primarias y atomización de la derecha

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Primarias y atomización de la derecha
25 de junio de 2018

Ahora que en el PP están agitados con sus primarias, es necesario recordar aquellos tiempos tan revueltos a finales de los 80 en los que Jose Maria Aznar, tan criticado hoy, unificó el centro-derecha en un partido ganador a pesar de todos los fallos que haya podido cometer.

La victoria del centro derecha

José María Aznar, hoy tan denostado por liliputienses políticos de su partido que se arrodillaban cuando él era presidente del PP,  dio a la derecha política española sus primeras victorias electorales indiscutibles desde la Restauración. Su receta no fue especialmente original ni es ningún secreto: construir un gran Partido Popular en el que cupiesen todas las sensibilidades y todos los votos desde el centroizquierda hasta la derecha nacional democrática.

La UCD, pese a su variedad, nunca entendió esto: que dejar un espacio social y político libre a su derecha podía ser cómodo para sus líderes, para ahorrarles acusaciones de derechismo, ultraderechismo, y canibalismo a cargo de la izquierda postestalinista, pero era una renuncia completa a la ´mayoría natural´ (y una sumisión moral al socialismo)

La obsesión por la unificación de la derecha

Esa obsesión por la unificación del centro derecha monopolizó toda la juventud de Jose Maria Aznar como dirigente de Alianza Popular (AP).

En un discurso en el Club Siglo XXI de 1988, embrión del nuevo PP, Aznar decia:

"Se equivocan de medio a medio los que, quedándose en la superficie de las cosas, centran las cosas en asuntos meramente personales, como si todo se solucionara en un triste ´quítate tú para ponerme yo´. Se equivocan también los que entienden que mejor es no hacer nada. Mi sincera opinión es que en AP tenemos que iniciar un proceso, que culminando en el próximo congreso ordinario, haga de este un gran congreso integrador y solidario, no excluyente, y abra un debate que sitúe a nuestro partido claramente en la vanguardia del proyecto y de la estrategia del centro derecha, en su núcleo capital y sirva a su fortalecimiento interior"

La derecha de los años 80

Aznar pudo ver en los años 80 como la atomización de la derecha en familias enfrentadas constituía la razón por la cual jamás ganarían elecciones, pues aunque aparentemente el gran partido era AP, existía una amplia derecha social difusa y atomizada que no se sentía atraída por la mecánica de ese partido ni por las formas de sus dirigentes.

Muchos pata negra de AP nunca perdonaron a Aznar la reforma del partido, y de hecho hubo una escisión protagonizada por Juan Ramon Calero y su PADE. Algunos de los que acompañaron a Ramon Calero volvieron al PP cuando Aznar se fue y llego Rajoy, al fin y al cabo Rajoy era un pata negra de AP de los inicios.

Aznar describe en sus memorias a la derecha de AP en los 80 de la siguiente manera:

"La historia de la derecha española se había caracterizado por la disgregación en lugar de la unidad, por el radicalismo en lugar de la moderación, y por la dependencia de factores externos en vez de la autonomía de acción y decisión. Las dificultades de aquel proceso se hacían evidentes en la composición heterogénea de nuestro Grupo Parlamentario. En él convivía todo tipo de gente y era muy complicado articular estrategias políticas coherentes mas allá de la oposición al Gobierno. A las diferencias ideológicas quizás se sumaba también la falta de ideología de algunos. En la amalgama de la derecha había muchos y muy diferentes modus vivendi; había gente que tenia montada su vida con mecanismos para mover pequeñas influencias sobre la base de una derecha política desarticulada. Y había algunos vividores. Esos sectores solo aceptaban a regañadientes una situación de estabilidad del centro-derecha. Luego estaban los famosos cenáculos madrileños, que siempre se han alimentado de agitar las aguas del centro-derecha y que eran conscientes de que en una situación de estabilidad habrían quedado condenados a la frustración por la inutilidad de sus esfuerzos. Siempre he despreciado esos cenáculos.

A lo largo de mi vida, he intentado mantener cierta perspectiva histórica sobre la necesidad de un centro-derecha solido para España. Nunca me ha gustado la política pequeña, de pequeñas conspiraciones, que era la vida diaria de nuestro espacio político durante aquellos años. Esa vida significaba que te acabas instalando en la oposición, que hacías de "estar en la oposición" tu forma de hacer política".

"La Nueva Derecha-escribí entonces (1980) - tiene que ser una derecha ofensiva en el plano ideológico y de la práctica política, y no defensiva; dialogante y no ausente; reformista y no reaccionaria; y joven que rompa barreras de edad, y no vetusta ni caciquil." Me rebelaba contra "la política de la resignación". Criticaba el inmovilismo de sectores importantes de lo que llamaba "Nuestro conservatismo": "Profundamente estáticos, insolidarios, quietos en la defensa de sus intereses, ventajas y privilegios". Hacía un llamamiento a "combatir con firmeza a los profetas del falso progresismo". Y advertía de que la "única derecha posible es la que asume como propios los valores de la libertad y la democracia". "Hemos desperdiciado muchos retos históricos y este de ahora no lo podemos perder. La derecha española tiene que encontrar de una vez por todas el camino de la normalidad y modernidad".

¿La derecha esta como en los 80?

En parte la actualidad sí que se asemeja a lo que describe Aznar en relación a gente que tiene montada su vida con mecanismos para mover pequeñas influencias, conspiraciones, peloteo e inestabilidad, sobre la base de una derecha política desarticulada,  eso ha vuelto a abundar en el PP, unido a  la falta de ambición política, estar a la defensiva o la sumisión a la izquierda.

No sé si después de estas primarias será posible una nueva reunificación de la derecha en torno al PP, lo dudo mucho, las posiciones se han enconado y la decepción con las siglas PP es mucha. Desde luego no lo creo a corto plazo.

No obstante, lo que está claro es que al margen de siglas, si el centro derecha, como sector político y social, no va unido y cohesionado en torno a un proyecto no gana elecciones. José María Aznar tenía razón.