lunes, 1 de diciembre de 2014

El Papa Francisco y Podemos

 
El Papa Francisco y Podemos

RICARDO CHAMORRO

El pasado martes el Papa Francisco acudió al Parlamento Europeo donde dio un gran discurso.

El discurso fue apoyado por Pablo Iglesias y Podemos, que tomó del mismo lo que más le interesaba aprovechando la figura pública del Papa Francisco, como buenos populistas.

Es curioso que Pablo Iglesias argumente que el actual Papa se ha separado de sus predecesores, cuando cualquiera que haya leído este discurso y el de los otros Papas constataría la línea coincidente que no se separa un ápice de la doctrina social de la iglesia.

El núcleo del discurso de Podemos es lo contrario al discurso del Papa

El núcleo del discurso del Papa Francisco esta en las antípodas de la ideología de Podemos.

El fundamento del discurso del Papa es "el hombre como persona dotada de una dignidad trascendente", que vive en comunidad. El ser humano como sujeto de dignidad, con transcendencia espiritual y con una clara identidad de la persona con la comunidad determinado por el contexto social.

Así el Papa dice: "se afirman los derechos del individuo sin tener en cuenta que cada ser humano está unido a un contexto social, en el cual sus derechos y deberes están conectados a los de los demás y al bien común de la sociedad misma".

Los neo-marxistas de Podemos rechazan la identidad natural de nuestras sociedades, así como el concepto clásico de comunidad, o de persona, desarrollando un concepto radical de individuo libre de toda atadura.

Para Podemos el conjunto de individuos, como si fueran átomos, se unirían en colectividades controladas de manera férrea por una elite política comprometida con la idea (China, Cuba, Corea del Norte).

El mito del comunismo primitivo pretende reconquistar a través de la lucha de clases, un aparente sucedáneo materialista para la necesidad de arraigo y de justicia del hombre contemporáneo. Gramsci amplia la lucha de clases a la lucha de sexos, la lucha cultural…

El Papa Francisco no habla de luchas sino de verdad y de derecho natural, la base a través de la cual se han desarrollado nuestras sociedades creando correctivos basados en el derecho y la justicia a través de los tiempos.

Diferencias nucleares

Mientras que el Papa Francisco ensalza lo espiritual y trascendente del hombre frente a lo material y cuantitativo, Podemos ensalza lo material y cuantitativo rechazando lo espiritual o transcendente de la persona, solo tiene en cuenta una mecánica de números y ecuaciones de individuos.

Cuando el Papa Francisco habla de que "dar esperanza a Europa no significa sólo reconocer la centralidad de la persona humana, sino que implica también favorecer sus cualidades", está ensalzando la cualidad, la diversidad frente al número, mientras que Podemos todo lo valora en cuestión de cantidad, de uniformidad.

El Papa habla de comunidad, de contexto social, de cuerpos sociales, Podemos habla de colectividades puramente numéricas.

En el ámbito antropológico

El Papa Francisco dice en su discurso:

"Existe hoy, en efecto, la tendencia hacia una reivindicación siempre más amplia de los derechos individuales, que esconde una concepción de persona humana desligada de todo contexto social y antropológico, casi como una «mónada» ((del griego μονάς monas, "unidad" de μόνος monos, "uno", "solo", "único"), cada vez más insensible a las otras «mónadas» de su alrededor. Parece que el concepto de derecho ya no se asocia al de deber, igualmente esencial y complementario, de modo que se afirman los derechos del individuo sin tener en cuenta que cada ser humano está unido a un contexto social, en el cual sus derechos y deberes están conectados a los de los demás y al bien común de la sociedad misma".

"El ser humano corre el riesgo de ser reducido a un mero engranaje de un mecanismo que lo trata como un simple bien de consumo para ser utilizado, de modo que –lamentablemente lo percibimos a menudo–, cuando la vida ya no sirve a dicho mecanismo se la descarta sin tantos reparos, como en el caso de los enfermos terminales, de los ancianos abandonados y sin atenciones, o de los niños asesinados antes de nacer".

La situación que hoy vivimos en Europa y en el mundo criticada por el Papa Francisco, se debe a las ideas que Podemos defiende de raíz gramsciana o neo-marxista, unido a la evolución del liberalismo clásico en un neoliberalismo deshumanizado.

El aborto, la eutanasia, la ideología de género, la explotación del hombre, no son más que la consecuencia de ideas materialistas y deshumanizadas que no contemplan la dignidad del ser humano como algo nuclear, sino que lo nuclear es la satisfacción de todos los apetitos individuales confundiéndolos con un sentido de libertad individual radical y desconectado de cualquier comunidad permanente. Para Podemos el individuo crea la realidad no existe un derecho natural, ni unas comunidades o instituciones naturales.

Los hippies pasaron a ser yuppies y la contracultura de los 60 ahora es lo políticamente correcto.

Por eso, la izquierda ha aceptado la economía de mercado con cierta corrección social y ha buscado la diferenciación en las cuestiones antropológicas (vida, matrimonio, familia, nuevos colectivos...), y ha sustituido la lucha de clases por la lucha de colectivos.

Según Jaime Mayor Oreja:

"Tras el fracaso del modelo comunista, la izquierda se inventó que no había nada más democrático que no creer en nada. Para ser libre, no hay que creer en nada o en casi nada porque los valores no son más que límites a esa libertad.  Occidente se debilita gracias a los dogmas y referencias progresistas y un pensamiento basado en el rechazo a la identidad de estas sociedades".

El Papa Francisco critica el marxismo y el neoliberalismo

El Papa Francisco afirma de manera categórica:

"La ideología marxista es errónea. Pero en mi vida he conocido a muchos marxistas como buenas personas".

En el documento titulado Evangelii Gaudium, hace una crítica velada al neoliberalismo:

"Algunos todavía defienden las teorías del ´derrame´, que suponen que todo crecimiento económico, favorecido por la libertad de mercado, logra provocar por sí mismo mayor equidad e inclusión social en el mundo. Esta opinión, que jamás ha sido confirmada por los hechos, expresa una confianza burda e ingenua en la bondad de quienes detentan el poder económico y en los mecanismos sacralizados del sistema económico imperante". "Ya no podemos confiar en las fuerzas ciegas y en la mano invisible del mercado. El crecimiento en equidad exige algo más que el crecimiento económico".

"Mientras las ganancias de unos pocos crecen exponencialmente, las de la mayoría se quedan cada vez más lejos del bienestar de esa minoría feliz. Este desequilibrio proviene de ideologías que defienden la autonomía absoluta de los mercados y la especulación financiera. De ahí que nieguen el derecho de control de los Estados, encargados de velar por el bien común".

Las palabras del Papa Francisco no son del todo entendidas en el mundo actual.

Para algunos que pensamos que socialdemocracia y neoliberalismo se han convertido en lo mismo, que los principios de Podemos y esta izquierda progresista son más de lo mismo en los problemas que acucian a nuestra sociedad, las palabras del Papa son de esperanza.

El Papa habla de un nuevo paradigma, no de que los pirómanos apaguen el fuego.

Liberalismo clásico frente a neoliberalismo

El profesor Francisco Jose Contreras señala en su libro "Nueva izquierda y cristianismo" de ediciones Encuentro:

"Esta doctrina imperante en Europa ha tenido su caldo de cultivo en la indolencia y con la complicidad de nuestra sociedad consumista y materialista (...) -el liberalismo ha abonado el terreno por haber sido materialista, en lugar de conservar lo tradicional y natural- (...) y la incapacidad de presentar resistencia frente a esta. Es la mayor enemiga de la verdad porque hacer lo que uno quiere, cuando se quiere y como te la da gana en cada momento, te vuelve egoísta, hedonista, relativista, pero no verdadero. En ese camino no hay certezas ni certidumbres ni referencias y al final te transformas en un único y falso dios".

Como asegura el profesor Robert P. George de la Universidad de Princeton: "frente a este liberalismo contemporáneo de aborto y revolución sexual, que no lo es, hay un liberalismo clásico, el original, conservador y tradicional que no sólo no es coherente con la fe católica si no que hasta puede ser exigido por esta. Es el del estado de derecho y la igualdad ante la ley, el del autogobierno democrático, la subsidiariedad, el gobierno limitado, la solidaridad social, y las libertades básicas. El mismo de Burke y Tocqueville, de Lincoln y los fundadores de Estados Unidos, de Newman y Chesterton, el del Concilio Vaticano II y Juan Pablo II o Benedicto XVI: un liberalismo de la vida".

¿Qué es Europa según el Papa Francisco?

Termino mi extenso artículo con parte del discurso del Papa Francisco donde se define a la perfección que ha sido siempre Europa:

"Uno de los más célebres frescos de Rafael que se encuentra en el Vaticano representa la Escuela de Atenas. En el centro están Platón y Aristóteles. El primero con el dedo apunta hacia lo alto, hacia el mundo de las ideas, podríamos decir hacia el cielo; el segundo tiende la mano hacia delante, hacia el observador, hacia la tierra, la realidad concreta. Me parece una imagen que describe bien a Europa en su historia, hecha de un permanente encuentro entre el cielo y la tierra, donde el cielo indica la apertura a lo trascendente, a Dios, que ha caracterizado desde siempre al hombre europeo, y la tierra representa su capacidad práctica y concreta de afrontar las situaciones y los problemas.

El futuro de Europa depende del redescubrimiento del nexo vital e inseparable entre estos dos elementos. Una Europa que no es capaz de abrirse a la dimensión trascendente de la vida es una Europa que corre el riesgo de perder lentamente la propia alma y también aquel «espíritu humanista» que, sin embargo, ama y defiende".

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