lunes, 24 de marzo de 2014

Homenaje a Adolfo Suarez

 
Durante su proceso de desmemoria, su hijo (Adolfo Suarez Illana) le daba If, de Rudyard Kipling, un poema que amaba;

Si  (Rudyard Kipling)
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Si puedes conservar la cabeza cuando a tu alrededor
todos la pierden y te echan la culpa;
si puedes confiar en tí mismo cuando los demás dudan de tí,
pero al mismo tiempo tienes en cuenta su duda;
si puedes esperar y no cansarte de la espera,
o siendo engañado por los que te rodean, no pagar con mentiras,
o siendo odiado no dar cabida al odio,
y no obstante no parecer demasiado bueno, ni hablar con demasiada sabiduria...

Si puedes soñar y no dejar que los sueños te dominen;
si puedes pensar y no hacer de los pensamientos tu objetivo;
si puedes encontrarte con el triunfo y el fracaso (desastre)
y tratar a estos dos impostores de la misma manera;
si puedes soportar el escuchar la verdad que has dicho:
tergiversada por bribones para hacer una trampa para los necios,
o contemplar destrozadas las cosas a las que habías dedicado tu vida
y agacharte y reconstruirlas con las herramientas desgastadas...

Si puedes hacer un hato con todos tus triunfos
y arriesgarlo todo de una vez a una sola carta,
y perder, y comenzar de nuevo por el principio
y no dejar de escapar nunca una palabra sobre tu pérdida;
y si puedes obligar a tu corazón, a tus nervios y a tus músculos
a servirte en tu camino mucho después de que hayan perdido su fuerza,
excepto La Voluntad que les dice "!Continuad!".

Si puedes hablar con la multitud y perseverar en la virtud
o caminar entre Reyes y no cambiar tu manera de ser;
si ni los enemigos ni los buenos amigos pueden dañarte,
si todos los hombres cuentan contigo pero ninguno demasiado;
si puedes emplear el inexorable minuto
recorriendo una distancia que valga los sesenta segundos
tuya es la Tierra y todo lo que hay en ella,
y lo que es más, serás un hombre, hijo mío.

viernes, 21 de marzo de 2014

Cafeimas 18 de marzo Rechazo de la Generalidad Catalana al decreto de respeto al castellano y lenguas cooficiales

Derecha de valores, derecha económica y derecha Torrente

 

Derecha de valores, derecha económica y derecha Torrente
   
13/03/2014 .    

El Partido Popular representa hoy en día la estructura política que aglutina electoralmente toda la pluralidad del centro-derecha que abarca desde conservadores, liberales, regionalistas…

El que el PP de Mariano Rajoy acumule en España el mayor poder político de su historia, se debe a que el centro-derecha se movilizó de manera plural, en la primera legislatura de ZP, para impedir que este arrasara por completo las ruinas de la era Aznar.

Lo que está claro es que en el centro-derecha existen ciertos valores o ciertas ideas-base, como la idea nacional de España, operando como un firme terreno. A estos valores deben dárseles diferentes expresiones, adecuadas al desarrollo de los tiempos, para no dejarse sobrepasar, para retomar, controlar e incorporar todo aquello que se va manifestando a medida que las situaciones varían. Una derecha estructurada en torno a valores humanísticos, adaptados a los tiempos, es garantía de continuidad y estructuración comunitaria.

La derecha económica es otra protagonista, pero no la única ni principal, de esta masa política plural. De hecho la derecha económica muchas veces se enfrenta a la propia derecha sociológica. La derecha económica se sitúa, desde el punto de vista genérico, en el mismo plano que el socialismo utópico, es decir centra su concepción del mundo en que el verdadero progreso humano, la verdadera elevación del individuo, está solamente condicionado por un particular sistema de distribución de la riqueza y de los bienes, y ese progreso humano solo tiene relación con la pobreza y el bienestar, con el estado de prosperidad. Por ello en muchas ocasiones los grandes prebostes de la derecha económica coinciden en intereses y se entienden a la perfección con los socialistas, pues su visión de los problemas coinciden materialmente en que todo es cuestión de salarios y producción, quizás difieren en algunos detalles distributivos pero ven el mundo desde el mismo prisma puramente materialista.

La izquierda utiliza e identifica a todo el centro-derecha en una sola caricatura en el que la pluralidad pasa a ser conceptualmente una, asemejando a la derecha a una imagen negativa: la burguesía egoísta, conservadora, reaccionaria, facha, que tiende a defender sus intereses y privilegios de clase, explotando al pueblo.

Por otra parte este la Derecha Torrente que es la parte irresponsable de la derecha, que colabora y favorece estas formas de ver las cosas adoptando las caricaturas que la izquierda impone a la derecha, ofreciendo armas al adversario. La Derecha Torrente es uno de los mayores aliados de la izquierda y sigue siendo uno de sus recursos electorales más explotados.

Centro-Derecha plural, única vía de resistencia

Otros autores definen esta derecha plural como social, así lo hace Fernando Vaquero: "En la derecha social encontramos diversas identidades y temperamentos: liberales y conservadores; algunos post-franquistas, antifranquistas de los pocos que realmente lo fueron, y muchos a los que Franco ni les va ni les viene; católicos, agnósticos y ateos; militantes pro-vida e indiferentes en cuestiones morales; españolistas de pro y liberales de mirada económica un tanto estrecha; estudiantes, empresarios, trabajadores y pensionistas; mujeres y hombres; heterosexuales y homosexuales… A todos ellos les unen algunas ideas y valores comunes: una percepción positiva de la nación española y su historia; ciertas creencias –al menos en origen- enraizadas en los principios cristianos; una vocación militante y de presencia social; un inconformismo cultural y vital; cierto desapego del Estado y un particular sentido de la responsabilidad individual y social".

Los distintos anhelos que existen en la derecha solo pueden sobrevivir fomentando esa opción de derecha plural, a largo plazo, que respete espacios de libertad en todos los ambientes y que representada políticamente por una estructura política aglutinadora, como el PP, en vez de reprimir la pluralidad la fomente y se apoye en ella para alcanzar consensos y tomar decisiones.

El concepto y respeto del centro-derecha desde el punto de vista plural, señalado en este articulo, es la única garantía de que el PP pueda asentarse en el poder y realizar las reformas que España necesita. La represión de la pluralidad de la derecha, el monolitismo y el centrarse única y exclusivamente en una de sus manifestaciones, beneficiara enormemente a la izquierda pues creara desunión y favorecerá la renovación indefinida de la hegemonía cultural, social y política de esa izquierda.

Los años críticos que vivimos, dentro de su gravedad social, son una gran oportunidad para una España que debe recuperar su destino en el contexto de Europa y del mundo, el centro-derecha plural ha de jugar en este momento histórico el papel que acomplejadamente ha evitado encarnar, o no le han dejado, en los últimos decenios.

viernes, 14 de marzo de 2014

En busca de la derecha perdida

En busca de la derecha perdida
Jueves, 13 Marzo 2014 08:55

En busca de la derecha perdida

El historiador y director de la Fundación Dos de Mayo, Nación y Libertad,  Fernando García de Cortázar, ilustra  la Tercera de ABC: "LOS años en que se conmemoran acontecimientos de singular trascendencia suelen ser un escenario propicio a las analogías y un campo tentador para las metáforas. En los espacios solemnes de la celebración, el tiempo deja de ser una secuencia de hechos fragmentarios para definir un ámbito en el que el pasado adquiere significado, ejemplaridad y deseo de convertirse en tradición. Este año se recuerda el inicio de la Gran Guerra no solo como una experiencia de cuatro años de espanto en los campos de batalla, sino también como el momento inaugural de la crisis de una civilización. La paz no habría de serlo nunca del todo, turbada por el fanatismo nacionalista, la ferocidad revolucionaria y la falta de escrúpulos que permitieron que la violencia se convirtiera en un modo de vida y que dotaron de una extraña fascinación a la cruel utopía de los sistemas totalitarios.

En los momentos de incertidumbre, como los que vivimos, estrechar nuestros lazos con la memoria es siempre la búsqueda de un consuelo y la reivindicación de una esperanza. En 1914, Europa se asomó a un abismo que podía haber reducido a escombros el paisaje social de la cultura de Occidente. Cien años después, tendemos la mirada a aquellos treinta años trágicos, y nos confortamos recordando la firmeza de nuestra civilización, capaz de incorporarse tras la caída y de implantar con más vigor que nunca sus coordenadas morales y sus virtudes cívicas. La época de la segunda posguerra mundial brilló, salvo en aquellas zonas que permanecieron bajo la tiranía totalitaria, gracias a la luz con que nuestra cultura inspiró una imagen del hombre formada en el racionalismo clásico, el humanismo cristiano y las garantías sociales de la Ilustración liberal.
Sin embargo, la esperanza escrita en esta conmemoración no puede comprenderse del todo sin leer también sus severas advertencias. En el año 2014 no existe una crisis de civilización como la que oprimió Europa hace cien años, ni nos amenaza el pánico de una movilización de masas liberticida, ni asistimos al suicidio general de nuestros valores, ni ondean en la mayoría de los corazones las miserables promesas de los paraísos cautivos. No obstante, la tranquilidad que esta circunstancia nos proporciona no debe relajar nuestra certeza de vivir en un momento de peligro. Porque, si no sufrimos la intensidad de aquel ataque a los fundamentos de nuestra cultura, tampoco podemos hallar, tan extendida como lo estuvo entonces, una verdadera conciencia de civilización.

En estos tiempos de cólera no podemos conformarnos ya con la mera atención a la solvencia de la contabilidad presupuestaria o al trabajo de liderazgos minúsculos adaptados a las escuetas dimensiones de una comunidad autónoma. Una política que afronte, a fondo, nuestra crisis debe señalar el peligro real de que la ciudadanía deje de serlo, desmoralizada por la falta de pulso nacional de sus gobernantes y contagiada de la pereza intelectual de tantos españoles para los que, como decía Larra, «es más fácil negar las cosas que enterarse de ellas». Lo que nos ocurre ahora es consecuencia directa de una política que, en vez de integrar a los españoles en una sociedad plural, los ha enfrentado en una nación que ha extraviado su identidad colectiva, su conciencia histórica y la materia de la que siempre está hecha la soberanía: la voluntad de existir como un solo pueblo. No se trata de afirmar España como mero vecindario, sino como empresa nacional, como país que deseamos hacer entre todos.
Ciertamente, la izquierda es responsable –pero no en exclusiva– de los problemas más graves con que nos encontramos cuando deseamos iniciar un proceso de regeneración. Es culpable de haber renunciado a un sentido de Estado, de lo que se aprovecha el desafío nacionalista, que nunca habría podido ensancharse sin la complicidad del zapaterismo en el frívolo vaciado de la idea de España. Es culpable de haber confundido el laicismo con una campaña anticlerical en la que ni siquiera se reconoce la infranqueable contribución del cristianismo a los mejores valores de la cultura occidental. Es culpable de haber difundido un relativismo en el que los principios que han inspirado nuestra civilización son contemplados con indiferencia, cuando no con avergonzada autocrítica. Es culpable de haber deshuesado la consistencia moral de nuestra sociedad, como lo han mostrado sus más que penosos argumentos en defensa del aborto. Es culpable de haber reducido la calidad de nuestros centros educativos y, en especial, de nuestra Universidad, al haber hecho del sector público el escenario del clientelismo, la falta de exigencia académica y la liquidación de cualquier criterio de esfuerzo y mérito personal. Todo ello se ha adornado, además, con una estética «progresista» que en realidad ha sido la más chabacana y zaragatera renuncia a lo que la España liberal entendió por progreso en los años en que este país se tomaba en serio a sí mismo.
Pero a la derecha corresponde un margen de responsabilidad que no es pequeño y que ha ido creciendo de forma alarmante en los últimos años. Y no por la responsabilidad de uno u otro dirigente, sino por la asunción de un concepto de la política que, iniciado como aligeramiento de lastres ideológicos, ha acabado por rendirse a un falso pragmatismo, que pretende indicar que la búsqueda de sus valores distintivos y la atención a los problemas concretos de los ciudadanos son opciones excluyentes. Lamentablemente, en España confundimos con demasiada frecuencia el pragmatismo con la carencia de principios.

La derecha parece resignada a establecer su superioridad sobre una mera cuenta de resultados económicos, cuando de lo que se trata es de elevar la mirada a los problemas de los españoles hasta situarla en una perspectiva digna de la profundidad de nuestra crisis. A esta España de la crisis no debe responder con la sumisión irritada ante lo inevitable, sino que tiene que convencer a la sociedad de sus propias ideas buscando la hegemonía cultural, no solo los votos. Digámoslo claramente: estamos ante una grave crisis nacional. Y si nos referimos a ella con esta solemnidad es porque constatamos las actitudes irresponsables, la frivolidad con que se ha manejado una preciosa herencia nacional, las simplificaciones emocionales que sustentan el populismo, la pérdida de una idea de civilización.

Creo que no hay momento más apropiado que este para empezar a plantear la responsabilidad de la derecha, cuando al sufrimiento económico y al desafío secesionista se une la profunda desorientación de unos españoles a los que se ha educado en la falta de importancia de los principios y, sobre todo, en la liquidación de aquellos valores que, lejos de reducir España a una mera y digna invocación emotiva, desean levantarla sobre el restablecimiento de una nueva moral nacional. Para esa tarea de regeneración se necesita una derecha que, a la vista de lo que la izquierda ha sido capaz de hacer con un patrimonio cultural, debe recordar aquellas ideas en las que los españoles creyeron cuando iniciaron el rumbo de España hacia la nación de ciudadanos libres, iguales en derechos, respetuosos con su tradición y empeñados en el compromiso de un futuro común. A doscientos años de distancia, las palabras y los actos de aquellos españoles que combatieron por esa imagen de la soberanía nacional aún nos sobrecogen. Dos siglos más tarde, han cobrado una urgente, enérgica y conmovedora actualidad.

viernes, 7 de marzo de 2014

La reducción de sueldos a políticos, una medida popular

 

VIENTO DE LA MANCHA     RICARDO CHAMORRO
VIENTO DE LA MANCHA

La reducción de sueldos a políticos, una medida popular
   

El Tribunal Constitucional ha echado para atrás los 21 recursos de amparo de los diputados socialistas afectados por la medida de eliminar las "retribuciones regulares" que perciben los diputados autonómicos de Castilla-La Mancha (iniciativa de 2012).

Esta medida de reducir sueldos fue llevada a cabo junto a la resolución promovida por el PP de reformar el Estatuto de Autonomía para reducir el número de Diputados del parlamento regional de 49 a 25.

Los diputados en Castilla-La Mancha no cobraron sueldo hasta que llegó la cuarta legislatura del PSOE. Hasta 1997 los diputados regionales cobraban dietas por asistencia y yo no tengo noticia de que la democracia no funcionara hasta ese momento.

El argumento de menoscabo de las funciones de los diputados, que argumentaba el PSOE en sus recursos, ha sido desmentido por el Alto Tribunal: "no se constata menoscabo de la función legislativa o de control de la acción de Gobierno".

El Constitucional continúa en sus argumentos diciendo que "no puede afirmarse, como pretenden los recurrentes, que una determinada modalidad retributiva como es la percepción de un sueldo fijo constituya un derecho que forma parte del núcleo esencial del derecho fundamental a acceder en condiciones de igualdad a las funciones y cargos públicos". Recalca el Tribunal que los diputados "pasan a recibir una cantidad en concepto de indemnización por los gastos derivados de sus funciones representativas, así como por la concurrencia efectiva a las sesiones de los órganos colegiados de los que formen parte". También señala que el sistema de dietas está muy extendido en otros parlamentos y como hemos visto era el sistema de Castilla-La Mancha antes de 1997.

Medidas acordes ante la desafección de los ciudadanos

Cospedal en 2012 anunciaba estas medidas diciendo que los ciudadanos "necesitan saber que aquellos que trabajamos en este oficio público también estamos dispuestos a dar ejemplo".

De igual manera la presidenta Cospedal, en su apuesta por la reducción de privilegios políticos, instó modificar el artículo 9 de la Ley del Gobierno y del Consejo Consultivo de Castilla-La Mancha, vigente desde 2003, para suprimir el derecho de los ex presidentes a disfrutar, tanto tiempo como hayan ejercido el cargo, de una secretaría de apoyo, un local, un vehículo del parque móvil de la Junta, un conductor y de un servicio de seguridad y protección personal. El PSOE se ha opuesto siempre a la eliminación de estos privilegios y la última vez abandonaron el pleno para no votar la iniciativa.

Estos privilegios tienen un coste para las arcas públicas de 160.000 euros al año. El único que disfruta actualmente de estos privilegios es José Bono pues su sucesor, José María Barreda, renunció a los mismos.

Está claro que los últimos datos del CIS reflejan una desafección hacia los políticos importante y que obligan a reformar en profundidad aspectos que antes no se planteaban. Es una irresponsabilidad evidente, por parte de la oposición, el tratar de combinar mensajes apocalípticos sobre la situación de la región y no colaborar luego en medidas reformistas hacia el estatus de los políticos, aferrándose a privilegios. Todos los indicadores vienen a señalar que medidas como estas están más que aprobadas por los ciudadanos, que son muy conscientes de la crisis.

Los políticos tienen que ser los primeros en ser ejemplares ante la situación que vive España y tener clara la responsabilidad que ostentan hoy frente al ciudadano. El tratar de mantener formas pasadas, privilegios o prebendas, sin adaptarse al cambio, puede ser, no sólo su perdición particular, sino un importante menoscabo para la fortaleza de la democracia y de las libertades públicas.

Debate de CafeiMas 4 de Marzo Datos del paro, centimo sanitarios

Debate de IMAS 25 de febrero

Reforma de la Constitución y Estado de la Nación

 
Reforma de la Constitución y Estado de la Nación
   

El Debate del Estado de la Nación ha dejado abierta una importante cuestión para el futuro de los españoles y es la tan cacareada reforma constitucional que el PSOE parece que mantiene como bandera electoral. Rubalcaba (PSOE), Duran i Lleida (CIU) y PNV señalan la puerta de esta reforma como la solución a todos nuestros problemas (más bien a los suyos).

Juan Luis Cebrián Dixit

El presidente del grupo Prisa hizo en septiembre de 2012 uno de sus famosos editoriales, uno de esos editoriales que fulminaron a Nicolás Redondo (PSOE) o señalaron la puerta a Jaime Mayor Oreja (PP). Ese editorial se denominaba "Escolta Catalunya".

En dicho editorial Cebrián aconsejaba a Artur Mas sobre cómo actuar para conseguir ese Estado plurinacional que algunos ansían en beneficio de la estabilidad asimétrica de España, utilizando el federalismo y la reforma Constitucional. Cebrián señaló que es necesario actuar con prudencia, por parte de los separatistas, para no despertar a "la fiera del nacionalismo español".

El texto fundamental del editorial es el mandato de Cebrián a los políticos españoles donde espeta, como un deber, la reforma Constitucional hacia el federalismo asimétrico. Consolidar la asimetría entre territorios constitucionalmente, pues ninguna otra cosa sería posible, más que la asimetría del Estado, si PNV y CDC entran en el juego:

"Más de tres décadas después de aprobada la Constitución habría que decirle al Partido Socialista y al Partido Popular que esta puede y debe reformarse no solo porque lo pida Merkel sino también cuando lo pidan los españoles. Y que un pacto de Estado es necesario si queremos afrontar debidamente las tres crisis que padecemos: la económica, la institucional de España y la de la construcción de Europa. En ese pacto, que debe incluir a CDC y al PNV, la única propuesta pensable que puede suscitar el consenso, y contribuir a resolver esa trinca de problemas, es la de una España federal".

La sombra del Estado confederal asimétrico ¿Fin de España?

Desde el año 2011 he leído varios artículos, no muy creíbles a mi entender, que aseguraban que existía un pacto soterrado que pretendía una reforma Constitucional que acomodaría a los nacionalistas, transformando la España constitucional fundada en la nación española, patria común e indivisible, tal como lo define el articulo 2 del nuestra carta magna, en un Estado confederal que eliminaría el café para todos y estableciera la singularidad diferenciada de Cataluña y Euskadi frente al resto.

Eso ya sería el "chocolate y la tajada" para los nacionalistas, que mas querrían que seguir en la poltrona obteniendo rendimientos del resto del Estado, pero al margen, como si fueran Suiza, Puerto Rico o Baviera.

En evidente que la escenificación del PSOE, PNV, CDC y Duran i Lleida va por esos lares. Es decir, con la excusa del consenso y el dialogo, pretenden trasformar la España constitucional de 1978 en un Estado federal asimétrico, en beneficio particular de los nacionalistas y con el apoyo de una parte de la oligarquía económica.

Lo logico, si el PSOE fuera un partido responsable, es que si hubiera que hacer una reforma constitucional se hiciera, en consenso con el PP, para todo lo contrario que pretenden las minorías nacionalistas, acabar con los desmanes del nacionalismo, fortalecer la nación española, garantizar la igualdad de oportunidades, asegurar el imperio de la Ley y el Estado de Derecho, remarcar las soberanía nacional y reparar el Estado autonómico.

¿Qué es el nacionalismo?

El nacionalismo separatista no es un sentimiento como afirma Cebrián, es una ideología de ingeniería social, aunque se quiera remontar a Pi i Margal o a Prat de la Riba (más fueristas que nacionalistas). Curiosamente, los políticos nombrados, eran ideólogos conservadores catalanes ultra-regionalistas que planteaban el federalismo para el Estado, algo muy distinto a lo que planteaba el PSOE y las izquierdas en esa época para el Estado español, que no era otra cosa que el Estado fuerte, unitario, que amparara la igualdad entre ciudadanos al margen de territorios y privilegios.

Cebrián, responsable de RTVE en tiempos de Franco, dice que cuidado con despertar la fiera del nacionalismo español, olvida a la fiera que ha supuesto el nacionalismo vasco para España en forma de ETA, o lo que está suponiendo la fiera para Cataluña.

No obstante recomiendo a todos aquellos que hablan alegremente del nacionalismo español como una reminiscencia franquista, que se lean la obra dirigida por el catedrático en Historia Contemporánea Antonio Morales Moya, presidente de la Fundacion Ortega-Marañón, que casualmente fue uno de los primeros diputados del PSOE a la muerte de Franco, que junto a catedrático de Historia Juan Pablo Fusi Aizpurúa, así como por el catedrático de Ciencia Política Andrés de Blas Guerrero, han desarrollado una gran obra denominada "Historia de la Nación y del nacionalismo español". En ella se puede ver un recorrido por la historia de España y la verdadera cara del nacionalismo español que fue encarnado por gente tan diferente al franquismo como Ortega y Gasset, Azorín, Gregorio Marañón o Manuel Azaña. http://www.ortegaygasset.es/noticias/ampliada/967/presentacion-a-la-prensa-de-la-obra-historia-de-la-nacion-y-del-nacionalismo-español.

La reforma de la Constitución en el Debate del Estado de la Nación

Se ha dicho abiertamente en el debate, por parte del PSOE, que quieren una reforma de la Constitución hacia el federalismo (sería mejor hablar de con-federalismo asimétrico), Duran i Lleida ha ido por la misma línea y, por último, PNV también se ha referido a la reforma constitucional y a que se concluyera el proceso con ETA, iniciado por el PSOE, cediendo a las demandas de los presos etarras.

En lo anterior se resume la encrucijada en la que quieren poner algunos irresponsables a España. Estos son los puntos que pretenden los nacionalistas y el PSOE:

- Transformar la configuración constitucional de España en beneficio de la minoría nacionalista, liquidando el espíritu de la transición de 1978 hacia un Estado confederal.

- Ahondar en las diferencias entre territorios, consolidando la singularidad de territorios frente al resto de España. Hacer borrón y cuenta nueva a los desmanes que el nacionalismo terrorista de ETA ha llevado a cabo en España.

- Liquidar el café para todos por el café para unos pocos.

- La Constitución ya no se fundamentaría en la indisoluble unidad de la nación española, seria la Constitución la que crearía un Estado plurinacional que aun no sabemos cómo se llamaría.

- La estrategia del nacionalismo y el PSOE será claramente empujar al gobierno tachándole de inmovilista y agitar la calle como medida de presión.

La opinión del Partido Popular

Mariano Rajoy dijo en el debate: "No creo que la Constitución sea inmodificable", "conviene ser prudente y saber muy bien qué se quiere hacer y el posible consenso que se puede alcanzar".

El año pasado en el aniversario de la Constitución dijo que una reforma constitucional debería perseguir "un objetivo claro: Unir más a los españoles y no generar división". También dijo que no veía en este momento "un consenso similar al logrado en el 1978".

Rajoy, en unas declaraciones similares, señalaba que en vez de seguir mirándonos el ombligo los españoles sobre reformas constitucionales internas deberíamos mirar a Europa: "Estamos en un momento crucial de construcción europea. Esa sí que es una reforma constitucional de verdad. El cambio que supone la unión bancaria, que haya un FROB español, el pacto fiscal, los acuerdos contractuales... Ahí es donde se está produciendo de verdad un cambio constitucional de primera magnitud".

También en un homenaje a Gabriel Cisneros, uno de los que más lucharon por la redacción del artículo 2 de nuestra Constitución que fundamenta nuestra Carta Magna en la Nación española, Mariano Rajoy, como homenaje a su labor, dijo "la Constitución sigue ahí, Gabriel Cisneros, por tanto, sigue con nosotros".

Otros dirigentes del PP relevantes en nuestra región como María Dolores Cospedal siguen la misma línea considerando un "error" abrir el debate sobre la reforma de la Constitución cuando no se da el consenso necesario.

Cospedal decía en Toledo en el aniversario de la Constitución que "no es el momento de abrir una puerta que no sabemos hacia dónde nos va a llevar y sin saber hacia dónde queremos ir". Y, a su juicio, no es el momento, si la propuesta "sólo obedece a problemas internos" de determinadas formaciones políticas y gobiernos. "El consenso alcanzado en 1978 terminaría hoy si nos embarcásemos en esta aventura por desestabilizar el marco jurídico fundamental".

Lo verdaderamente transgresor

Hay algo mucho más innovador y trasgresor que las reformas constitucionales que piden la izquierda y los nacionalistas, y es cumplir y hacer cumplir la Constitución en toda España. Los que hacen castillos en el aire para distraernos sólo pretenden eso, distraernos. La responsabilidad hoy está en fortalecer España, salir de la crisis, cohesionar a la sociedad española y acabar con los lastres inmovilistas de nuestra nación que no nos permiten proyectarnos como una de las naciones más importantes y fundamentales de la historia occidental.

jueves, 6 de marzo de 2014

POEMA DE BORGES

 

POEMA CONJETURAL

El doctor Francisco Laprida, asesinado el día 22 de setiembre de 1829 por los montoneros de Aldao, piensa antes de morir:

Zumban las balas en la tarde última.
Hay viento y hay cenizas en el viento,
se dispersan el día y la batalla
deforme, y la victoria es de los otros.
Vencen los bárbaros, los gauchos vencen.
Yo, que estudié las leyes y los cánones,
yo, Francisco Narciso de Laprida,
cuya voz declaró la independencia
de estas crueles provincias, derrotado,
de sangre y de sudor manchado el rostro,
sin esperanza ni temor, perdido,
huyo hacia el Sur por arrabales últimos.
Como aquel capitán del Purgatorio
que, huyendo a pie y ensangrentando el llano,
fue cegado y tumbado por la muerte
donde un oscuro río pierde el nombre,
así habré de caer. Hoy es el término.
La noche lateral de los pantanos
me acecha y me demora. Oigo los cascos
de mi caliente muerte que me busca
con jinetes, con belfos y con lanzas.
Yo que anhelé ser otro, ser un hombre
de sentencias, de libros, de dictámenes
a cielo abierto yaceré entre ciénagas;
pero me endiosa el pecho inexplicable
un júbilo secreto. Al fin me encuentro
con mi destino sudamericano.
A esta ruinosa tarde me llevaba
el laberinto múltiple de pasos
que mis días tejieron desde un día
de la niñez. Al fin he descubierto
la recóndita clave de mis años,
la suerte de Francisco de Laprida,
la letra que faltaba, la perfecta
forma que supo Dios desde el principio.
En el espejo de esta noche alcanzo
mi insospechado rostro eterno. El círculo
se va a cerrar. Yo aguardo que así sea.

Pisan mis pies la sombra de las lanzas
que me buscan. Las befas de mi muerte,
los jinetes, las crines, los caballos,
se ciernen sobre mí... Ya el primer golpe,
ya el duro hierro que me raja el pecho,
el íntimo cuchillo en la garganta.

JORGE LUIS BORGES