jueves, 26 de junio de 2014

Maura y la España de hoy




Maura y la España de hoy
   
26/06/2014 .    

En varias ocasiones he citado al político regeneracionista Antonio Maura pues me parece una de las grandes cabezas políticas de nuestro siglo XX. Una de las grandes aportaciones de Antonio Maura, después del desastre español de 1898, es su crítica a la clase política nacida de la Restauración.

El político liberal-conservador, se quejaba del egoísmo de una clase política deplorable, de su pasotismo y su falta de vigor reformista ante los males que aquejaban a la patria, esos defectos evidenciaban una absoluta irresponsabilidad en el afán de mantener tal cual un sistema que se desmoronaba, produciendo un pasotismo en la mayoría de la sociedad que daba alas a los radicales revolucionarios.

Maura señalaba como uno de los grandes males de España, lo que el llamaba la clase neutra. La clase neutra era la gran parte de la sociedad española que se desentendía de la política, de los males de la nación, cuyo único afán era quedarse en una posición no destacable, sin implicación socio-política alguna, o en la medida de lo posible únicamente actuar, en su caso, para aprovecharse de un sistema en decadencia conscientes de no quererlo cambiar. Se puede resumir en una aptitud conservadora en la acción y egoísta en las formas.

La clase neutra era, y es, aquella que siempre dice "esto no tiene solución", y ante esa posición Maura consideraba que la única posibilidad de agitar esas almas eran las políticas reformistas vigorosas e ilusionantes.

Así se expresaba el político liberal-conservador:

"Uno de los primeros y más importantes orígenes del mal que aqueja a la patria consiste en el indiferentismo de la clase neutra. Yo no sé si su egoísmo es legítimo, aunque sí sobran causas históricas para explicarlo. Lo que digo es que no se ha hecho un ensayo para llamarlos con obras, que es el único lenguaje a que ellos pueden responder; llamarlos con obras vibrantes, para despertarlos y conmoverlos, para arrancarlos de su inacción y de su egoísmo".

Maura, comentando la Huelga General revolucionaria en Barcelona de 1902, expresaba que "…España entera necesita una revolución en el Gobierno y que, si no se hace desde el  Gobierno, un trastorno formidable la hará; porque yo llamo revolución a eso, a las reformas hechas por el Gobierno radicalmente, rápidamente, brutalmente; tan brutalmente que baste para que los que estén distraídos se enteren, para que nadie pueda ser indiferente y tengan que pelear hasta aquellos mismos que asisten con resolución de permanecer alejados...".

En relación a los politicos que expresaban la prudencia y las políticas mansas decía "se nos hablaba también de la prudencia, que es, en efecto, grande y excelsa virtud, pero cuyo manto usurpa a veces la pusilanimidad para sus tratos incestuosos con el egoísmo; se nos hablaba de que la debilidad del Poder no consiente ciertas empresas, y yo respondía que en el gobernar la acción da la fuerza, la quietud es la debilidad y la decadencia; que cuantas más dificultades se acometan, teniendo razón, se tiene más fuerza, y que otra cosa no era gobernar, sino estar en el Gobierno, como decía un ilustre estadista…".

Ante la anterior aptitud política de la prudencia, Maura decía que, pensando así, nunca sería el momento idóneo para hacer la reforma vigorosa y brutal que necesitaba España y que finalmente la harían los más radicales: "(Con esa aptitud) Nunca habría sido fácil la revolución desde el Gobierno, nunca habría sido recomendable, si hubiera podido dividirse la facultad y esparcirse la obra en  el curso del tiempo; pero cada día que pasa, desde 1898, es mucho más escabrosa, mucho más difícil, y el éxito feliz mucho más incierto; y no está lejano el día en que ya no quede ni ese remedio...".

La situación actual de España

El Barómetro Político de Catalunya elaborado por el Gabinet d´Estudis Socials i d´Opinió Pública (GESOP), publicado por El Periódico de Cataluña, pronostica el derrumbe absoluto del PP-PSOE, el desplome de CIU y el auge del ultranacionalismo de izquierdas de ERC y la de la izquierda radical de PODEMOS. Lo anterior unido al aumento de escaños de CIUDADANOS por encima de PP-PSOE.

De igual manera, las anteriores elecciones europeas dieron como resultado que el PP-PSOE no alcanzó el 49% de los sufragios.

En evidente que estamos ante un cambio de ciclo y como dijo en su tiempo Antonio Maura, si no se impulsan políticas vigorosas e ilusionantes, y reformas en profundidad desde nuestra realidad institucional no sabemos cómo puede acabar nuestra España Constitucional.

Después de que Antonio Maura se retirara de la política, fracasando en sus intenciones de reforma profunda del Sistema, tuvimos una dictadura, una republica caótica que fracasó, un levantamiento militar, una guerra civil y una dictadura. Los trastornos formidables de los que hablaba Maura se hicieron realidad.

Hoy en el siglo XXI es difícil que se reprodujeran desastres similares, no obstante es necesario recordar que la política con mayúsculas no es solo una cuestión de retorica huera sino debe ser una realidad palpable donde la improvisación, el apaño cortoplacista, la chapuza y el egoísmo no deberían tener lugar.

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Felipe, Rey de una España con grandes retos


Felipe, Rey de una España con grandes retos
   
19/06/2014 .    
El Príncipe Felipe nació el 30 de enero de 1968, pertenece a una nueva generación de españoles que se está abriendo paso para coger las riendas del país.

Con una importante formación universitaria, con una fundamental formación en relaciones internacionales, con una gran instrucción militar, políglota desde los 9 años, el Príncipe de Asturias será proclamado Rey en una España ciertamente convulsa.

Como dice el profesor de Constitucional Enrique Belda, "la monarquía constitucional y democrática es sólo monarquía de una manera formal y los reyes carecen de Poder, teniendo una mera ascendencia moral". Teniendo en cuenta lo anterior, lo cierto es que el Rey de España es de carne y hueso, no es un trozo de tela como la enseña nacional, y su papel referencial como Institución de España personificada, inunda moralmente el engranaje del Estado y proyecta, claramente, la imagen de España en el exterior. El ejemplo es de gran importancia en la España actual, y en ese ámbito el Príncipe Felipe es intachable.

La regeneración en la Institución de la Corona, que representará Felipe VI, es un símbolo importante de que nuestra España Constitucional tiene unas bases solidas y que esas bases permiten a las instituciones regenerarse.

Existen otras entidades, que también aparecen en nuestra Constitución, como los Partidos Políticos, los Sindicatos o las Asociaciones Empresariales, que deberían analizar el gesto regenerador de la Corona y tomar ejemplo ante la nueva etapa que se abre en España.

También, desde mi punto de vista, nuestra administración debería realmente regenerarse para que esté realmente al servicio de los ciudadanos y no lo ciudadanos al servicio del Estado, también creo necesario redirigirnos hacia el bien común, hacia una nación española de ciudadanos más libres, quitando lastre de pensamientos diminutos y localistas que solo se miran el ombligo, pero eso es otro asunto en relación a este artículo.

España tiene que escribir aún importantes páginas de la historia, y Felipe VI creo que será un importante símbolo en esta nueva etapa de esperanza.

Termino con las palabras del Príncipe Felipe en Viana, en mi querida Navarra, "uno de los solares originarios de nuestra Patria española" como la definió el propio Príncipe, deseándole lo mejor en su reinado, por el bien de España.

"En periodos de dificultades como los que atravesamos", la experiencia de tiempos pasados "nos enseña que solo uniendo nuestros afanes, anteponiendo el bien común a los intereses particulares e impulsando la iniciativa, la investigación y la creatividad de cada persona lograremos avanzar hacia escenarios mejores".

"Me permitirán, señoras y señores, que, respetando el procedimiento parlamentario iniciado, les reitere mi empeño y convicción de dedicar todas mis fuerzas, con ilusión, a la apasionante tarea de seguir sirviendo a los españoles, a nuestra querida España; una Nación, una comunidad social y política unida y diversa que hunde sus raíces en una Historia milenaria".

"El mejor conocimiento del pasado favorece que las sociedades avancen con paso firme hacia el futuro, del mismo modo que los árboles precisan de recias raíces afianzadas en la tierra para poder crecer con más fuerza".

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Nacionalidades. Polvos y lodos




Nacionalidades. Polvos y lodos
   
12/06/2014 .    

La convulsión de España estas últimas semanas debería plantearnos a todos los españoles la encrucijada en la que nos encontramos y ciertas causas que nos han traído a este momento. Santiago Carrillo, Adolfo Suárez, Manuel Fraga, Felipe González y su majestad el Rey, fueron fundamentales en la evolución de España en nuestra primera transición.

Esos últimos años de los setenta y década de los ochenta, son puestos como ejemplo permanente de cuál es la forma políticamente correcta de actuar en España. Ciertamente fueron muy meritorios los pactos, debates y consensos que en esa época se fraguaron para nuestro futuro pero no hay que olvidar que no todo fue perfecto y que algunas malas interpretaciones territoriales, fruto de aquella época, parece que tienen agitado nuestro futuro nacional.

Yo, cuando empezaron estos debates, no tenía ni un año de vida y hoy tengo treinta y siete, no he conocido el franquismo y lo que quiero es un futuro real para España alejado de apaños entre bambalinas, que lo que se consolide es la igualdad de oportunidades entre ciudadanos y solidaridad entre regiones de una vez por todas, para que nuestra nación mire a Europa y al atlántico.

Manuel Fraga decía en ABC en 1977: "Contemplando las grandes dificultades de nuestra transición, yo suelo decir a mis amigos que si un ángel bajara del Cielo, con el encargo de ofrecernos de parte de la Divina Providencia, el quitarnos uno (uno sólo) de nuestros problemas, para mejor resolver los demás, yo no vacilaría en pedir que el suprimido fuese este: el problema regional. Porque no solo es en sí mismo muy importante, sino que tiende a complicar y envenenar todos los demás".

El término nacionalidad, un error fomentado por cierta UCD

Uno de esos errores fue la cesión ante los nacionalistas por parte de UCD, y particularmente de su portavoz constitucional Miguel Herrero y Rodríguez de Miñón, con la inclusión del término nacionalidad en nuestra carta magna con la complicidad del nacionalista Miquel Roca Junyent. Casualmente este ilustre señor ha sido galardonado por la Fundación Sabino Arana y junto a otros personajes ha sido adoptado bajo el manto del Grupo Prisa.

Herrero de Miñón interpreta el texto constitucional en clave confederal como si el Estado fuera una confederación de naciones donde España fuera una más. Este señor no tuvo reparo en afirmar públicamente en TV3 que Cataluña es una nación. Igualmente se refería en un artículo en El País de la siguiente manera en relación al Plan Ibarretxe y la consolidación de la asimetría: "Guste o no, la fuerza normativa de los hechos exige para Euskadi una fórmula de autogobierno singular y diferente de la actual, que no tiene por qué ser la independencia estatal, y la cuestión consiste en si se conseguirá con España o contra España".

Crítica a la definición de nacionalidad

Como dejó escrito en El Semanal Digital el gran experto en nacionalismo Jesús Laínz (El Semanal Digital del 23/09/04) en relación al concepto nacionalidad: "Nacionalidad o comunidad histórica fueron los términos que durante el proceso autonómico reclamaron para sí los nacionalismos de las regiones que aspiraban a un grado de autogobierno distinto, de más rápido acceso y de mayor calado que el resto de las regiones. Esta distinción tácita, nunca explicada ni definida, parecía estar basada en la existencia en dichas regiones de otra lengua además del español. Como si el bilingüismo tuviese la virtud de convertir a esos territorios en históricos, categoría que, al parecer, no deben de tener los demás, que deben de ser ahistóricos.

Otra explicación que se manejó fue la de haber tenido un estatuto de autonomía durante la II República, como si aquel régimen tuviese que ser considerado la medida de todas las cosas. Frágil criterio según el cual Álava y Guipúzcoa no forman parte de la nacionalidad vasca por no haber estado incluidas en el Estatuto Vasco que entró en vigor cuando ambas ya formaban parte de la España franquista. Y Galicia tampoco. Aunque para evitar este inconveniente se amplió el concepto a aquellos territorios que aunque no hubiesen llegado a tener un estatuto vigente, sí hubiesen aspirado a ello, llegando, en el mencionado caso gallego, a ser consultado en una votación que ha pasado a los anales del pucherazo.

La prueba de la disparatada naturaleza de dicha nacionalidad es que nunca ha sido definida. El artículo 2º de nuestra Carta Magna, al hablar de la Nación española, ´reconoce y garantiza el derecho a la autonomía de las nacionalidades y regiones que la integran´, pero no define qué cosa sea nacionalidad ni cuáles sean las nacionalidades y cuáles las regiones. Por ello sólo queda el recurso a la imaginación, impropio de la claridad que ha de exigirse a todo texto normativo, sobre todo a la ley suprema de un Estado. Porque, ¿qué es nacionalidad? ¿Qué no lo es? ¿Cuáles lo son y por qué? ¿Es dicha categoría fija o cambiante? ¿Se trata de una condición adquirible por prescripción adquisitiva o está cerrado el cupo? De estar abierto, ¿quién dice cómo poder llegar a serlo? ¿Qué condiciones hay que cumplir? ¿Qué consecuencias jurídicas y políticas conlleva llegar a serlo?".

El mismo autor en este mismo diario escribía continuando el argumento anterior (El Semanal Digital del 30-9-04): "En su día los nacionalistas presionaron para que la Constitución incluyera el término nacionalidades con el doble fin de justificar un techo competencial mayor y de utilizarlo, en el momento que estimasen maduro, como trampolín hacia la reivindicación de la categoría de nación y la subsiguiente secesión, lo que no es ficción puesto que ya lo han hecho. Ya con el término nacionalidades pretendieron imponer la constitucionalización de la existencia de esas naciones, pues parece que la existencia de una nación lleva implícito el derecho a regirse por sí misma. Pero una generación después aspiran a zanjar la cuestión de forma inequívoca, introduciendo directamente la categoría de nación. Este salto cualitativo ha sido posible debido a la ingeniería ideológica que desde los gobiernos del PNV y CiU se ha llevado a cabo sobre todo entre la intelectualmente más manipulable juventud. Y, fundamentalmente, ha sido posible a causa del terreno despejado de toda controversia del que el PNV ha disfrutado gracias a sus compañeros del terrorismo nacionalista vasco.

Para ello, naturalmente, se precisa la sustitución de los actuales estatutos y la reforma de una Constitución que deja bien claro en su artículo 2 que la nación española es una e indisoluble. El motivo de este empeño de los nacionalistas está muy lejos de ser un pueril matiz terminológico, pues lo que con esta modificación pretenden es verse libres de la carga de probar la realidad de las naciones por ellos inventadas y así evitar un pleito que tienen perdido de antemano por falta de pruebas. Mediante la oficialización de esta categoría para sus regiones se estaría admitiendo una plurinacionalidad de España completamente ajena a su realidad, quedando ésta reducida a un mero esqueleto estatal cuya carne estaría constituida por diversas naciones yuxtapuestas. Naciones a las que, en un siguiente paso, nadie podría negar su derecho a la secesión del artificial Estado común".

Rodríguez Zapatero un seguidor de Rodríguez de Miñón

"No soy responsable de la sentencia del Estatut, sí de sus consecuencias políticas", José Luis Rodríguez Zapatero.

En esto llegó Zapatero y tomando aquella interpretación de Herrero de Miñón promovió el Estatuto de Cataluña que puso de relieve la posibilidad de negociar exigencias que partieran del supuesto de una igualdad entre naciones.

Ahora Artur Mas pide independencia para el caso de no consolidar la vía de la asimetría y la bilateralidad. En sus reivindicaciones no solo pretenden la afirmación nacional catalana sino que el resto de España esté a su merced. La última ocurrencia de Artur Mas es el Estado Libre Asociado similar a Puerto Rico. CiU afirma pues rotundamente que no acepta la solidaridad e igualdad de los españoles y esa libre asociación pretende mantener en sus manos el mercado nacional marcando diferencias identitarias.

Como vemos, tanto cierto centrismo amorfo como un PSOE que relativiza y considera discutida y discutible la igualdad de los españoles y su soberanía nacional, son los que han echado leña al fuego de la secesión por su ambigüedad y ahora una de las bazas nacionalistas es consolidar la interpretación asimétrica de España.

Al parecer los principios ilustrados de nación de ciudadanos libres e iguales no son compatibles con un determinado pensamiento político trasnochado en España, que encima se autodenomina progresista, y parece que algunos están comprometidos con la infamia de considerar a ciertos españoles como diferenciados. Por eso critican el café para todos, pero no critican el estatus desigual que se ha permitido en España a consta de mitologías absurdas.

Me da la sensación de que alguno estaría dispuesto a cambiar la nación española, monarquía parlamentaria, por un término como República Confederal o Monárquica de Iberia con tal de salvaguardar sus negocios.

El fundamento de la Constitución española en la propia unidad de la nación española, patria común e indivisible de todos los españoles, unido esto al artículo 14 en relación a la igualdad de los españoles, dejaría el termino nacionalidad o región en un según plano definidor de territorios pero sin relevancia jurídica ante una nación de ciudadanos libres e iguales.

Algunos no vamos a comulgar con ruedas de molino, y no vamos a permitir una interpretación torticera de nuestra Constitución para acabar con la nación española, es necesario luchar por una nación de ciudadanos libres y con igualdad de oportunidades en todos los rincones de nuestra España.

Debate Cafe IMAS Energias Renovables y Reforma Fiscal

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jueves, 12 de junio de 2014

Referéndum, España y la libertad


   
05/06/2014 .    
Ayer miércoles 4 de junio se conmemoraron el 25 aniversario de dos hechos, uno donde la libertad se abrió paso y otro donde la tiranía mostró su verdadero rostro.

Hace 25 años, y gracias a las elecciones parlamentarias del 4 de junio de 1989, los polacos expulsaron del poder al totalitarismo comunista.

También el 4 de junio fue el 25 aniversario de las protestas de la Plaza de Tian´anmen de 1989, también conocidas como la masacre de Tian´anmen llevada a cabo por el Partido Comunista Chino que aun gobierna ese país.

Casualmente ambos países eran Repúblicas Populares, hoy que tan de moda esta la palabra República.

Afortunadamente la mayoría de los españoles abominamos del totalitarismo que aún hoy sigue vigente en países como Cuba, Corea del Norte o China. Estos días hemos podido ver alguna de las banderas que representan lo anterior, paseándose junto a las reivindicaciones republicanas de parte de la población española.

El Referéndum de la izquierda

La abdicación de su majestad el Rey en su hijo Felipe, Príncipe de Asturias, ha causado un importante revuelo en sectores políticos de este País.

La izquierda se ha manifestado en todas las capitales de España exigiendo un Referéndum para cambiar la Constitución y exigir la forma de Estado republicana. Imagino que la reforma que pretenden, enarbolando la bandera de la II Republica española, y contando con la presencia de Bildu o ERC en sus manifestaciones, va encaminada también en diferenciar, a través de un status distinto, a los territorios vasco y catalán.

Es curiosa la gran preocupación que tienen en relación a la igualdad republicana y la poca preocupación por la consolidación de desigualdades territoriales entre españoles. Sobre todo en el caso vasco y catalán, lo que evidencian cuando enarbolan la bandera de la II República en Herriko Tabernas, elogian a los sucesores de Herri Batasuna y hablan de pueblo vasco y catalán como si fueran algo distinto al resto, incluso les otorgan un fantasmagórico derecho a decidir.

España y la libertad

España es una nación histórica que se hizo nación política por primera vez en 1812 y actualmente lo es a través de la Constitución de 1978.

La Constitución española se fundamenta, en su artículo 2, en la nación española que es previa, somos una nación que mira al futuro, asumiendo nuestra historia, para garantizar la unidad y el bienestar de todos los españoles.

-La soberanía reside en el pueblo español.

-Solo existe una nación que es España.

-En una nación moderna la organización territorial tiene que basarse en la efectividad del Estado en beneficio de los ciudadanos, no en zarandajas para contentar a decimonónicos nacionalistas ultramontanos.

Las reformas administrativas siempre se han de encaminar a este principio "La administración debe estar al servicio del ciudadano, no el ciudadano al servicio del Estado".

-Tenemos una monarquía parlamentaria, el Rey es el jefe de Estado, al igual que en países como Inglaterra, Holanda, Bélgica, Suecia o Japón.

-Nuestra Constitución se asienta en un sistema de libertades, una nación de ciudadanos libres e iguales.
-Nuestra Constitución tiene mecanismos de reforma.

Una nueva transición

Después de enumerar los puntos anteriores, los españoles lo tienen muy fácil, o apuntalar los principios anteriores, con reformas de calado, para que todas las instituciones del Estado, así como el propio Estado, sean más eficientes, o pretender una reforma de la Constitución hacia no se sabe bien donde.

Es cierto que existen cosas en España que no funcionan bien, que es necesario reformar de manera profunda. Es cierto que la corrupción es una vergüenza, que invade a los partidos políticos, a los sindicatos, a la patronal y a las instituciones. Evidentemente España necesita una acción correctora.

Pero lo que aún es más cierto, es que a los españoles se les abre una nueva esperanza que deben aprovechar, una nueva generación se abre paso y un nueva España que recoja lo mejor de las décadas anteriores para impulsarnos hacia una nación más cohesionada, más justa, más libre, menos estatista y más unida.

Algunos hablan últimamente de confederación ibérica, otros de Estatus libre asociado para Cataluña y País Vasco, otros de federalismo asimétrico y otros de una mancomunidad de naciones o Commonwealth a la española. Yo prefiero hablar de respetar el espíritu de nuestra transición.

Si hubiera que reformar parcialmente la Constitución yo lo apoyaría en un sentido contrario al que piden los nacionalistas y parte de la izquierda:

Una reforma en el sentido de reforzar la capacidad del Estado para garantizar la unidad nacional, la igualdad ante la ley de los ciudadanos en todo el territorio español, la cohesión y la solidaridad entre individuos y territorios, la seguridad interior y exterior y el desarrollo económico, social y cultural del conjunto de España, así como su peso y prestigio en la escena internacional.

Quizás el problema no es que la Constitución se haya quedado obsoleta ante una realidad cambiante, sino que, por el contrario, la dinámica política impulsada o consentida por todos los partidos del arco parlamentario se ha apartado gravemente de los principios esenciales y las orientaciones básicas de nuestra Carta Magna.

Yo lo tengo claro, más España y más libertad.

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Desplome de PP-PSOE y futuro del centro-derecha


   

29/05/2014 .    

El bipartidismo en democracia, yo lo entiendo en Europa como bloques plurales de tendencia. Por ejemplo la Derecha: Liberales, conservadores, derecha nacional democrática. Izquierda: Socialdemócratas, izquierda marxista, anti sistema.

En EEUU existen dos bloques compactos, en dos Partidos grandes, que admiten el dialogo y la democracia interna a través de primarias y corrientes que, después de la lucha democrática dentro, se deben al Partido que no es más que un contenedor flexible de ideas. El partido es un medio, no un fin en sí mismo.

Para que ocurra lo anterior debe existir flexibilidad y democracia. En España el PP y PSOE son partidos monolíticos que cada vez admiten menos la diferencia de opiniones, la pluralidad y la democracia interna.

El gran reto de José María Aznar fue integrar en el PP a toda la derecha desperdigada desde tiempos de UCD. Hoy el PP se parece más al Partido Reformista de Roca (bien nutrido por la Banca) que pretendía arrinconar a Fraga, robarle sus votantes y pactar con Felipe Gonzalez, que al PP de Gregorio Ordoñez.

Además en España últimamente no parece que haya bipartidismo ideológico, sino más bien un cuatro-partidismo por gestionar el poder (PSOE-PP-PNV y CIU), más que por ideas por interés. Por ello no nos debemos extrañar de lo que está pasando, y de lo que pasará en España. No hay más ciego que el que no quiere ver.

La estrategia del PP y PSOE

El PP boicoteando mediáticamente a Ciudadanos, VOX y UPyD, haciendo una campaña de baja intensidad, desilusionando a sus votantes fieles que se han quedado en casa (pérdida de 8 escaños y dos millones seiscientos mil votos), y apostando claramente por el bipartidismo con el PSOE de Rubalcaba, ha logrado que ambos partidos PP-PSOE no lleguen al 50% de los votos, ha conseguido que futuros aliados razonables, que podían haber recogido más votos de descontentos (que creen en la unidad de España, en la democracia liberal y en la Constitución), no crezcan como debían, y que la izquierda radical crezca de manera desorbitada con la complicidad de medios como La Sexta y Cuatro.

La fórmula de tener voz en los medios (La Sexta y Cuatro) y la juventud de Pablo Iglesias ha funcionado perfectamente en Podemos, la nueva izquierda radical que se ha llevado el premio en estas elecciones.

VOX, el partido de Ortega Lara, Santiago Abascal y Vidal Quadras ha sacado 244.929 votos y se ha quedado a 2.600 de conseguir el eurodiputado, algo nada despreciable teniendo en cuenta que Ciudadanos-Partido de la Ciudadanía sacó en las primeras europeas de 2009, a las que se presentó, un total de 22.903 votos. Quizás a este partido le ha faltado voz mediática y una imagen más juvenil que la de Alejo Vidal Quadras.

El estratega electoral (Pedro Arriola) de Génova 13 debería haber sido sustituido en el minuto uno, la última aportación de Arriola es que va a echar mucho de menos a Rubalcaba y que en estas elecciones europeas "se vota con el corazón y no con la cartera", evidentemente un marxista de juventud cree que todo es cuestión de dinero. No se puede estar más pendiente de la ostentación del poder y los guiños de los poderosos que de España y la libertad, porque entonces sí que te roban la cartera.

Los cálculos del PSOE y las tentaciones del PP

El PSOE tenía bien calculada la situación: 1) Si llegamos a más del 50% junto al PP consideramos la coalición en temas puntuales. 2) Si no llegamos, planteamos primarias y renovación, juventud, para ser pieza moderada ante un bloque plural de izquierdas que se abre paso.

El PP va a perder como posible aliado circunstancial a Rubalcaba. Lo que tememos algunos, después de las sorprendentes declaraciones del ministro Margallo de reforma de la Constitución en este contexto post-electoral, es que estén pensando aliarse con el CiU o PNV aceptando una reforma constitucional a su medida, lo cual es un riesgo claro para la propia configuración e identidad de España.

Después de los pírricos resultados en Cataluña y País Vasco del PP, sería aterrador pensar que alguno se plantee tirar la toalla y echarse a los brazos de los herederos de Sabino Arana y de los del "España nos roba".

Como dice Esperanza Aguirre en La Quinta de ABC este martes 27 de mayo: "El PSOE ha perdido 2.561.563 votantes desde las anteriores europeas. Y si lo comparamos con los resultados de las generales de 2011, ha perdido 3.393.659, lo que significa que el 48,7 por ciento de sus votantes de hace dos años le han abandonado. Por su parte, el Partido Popular ha perdido 2.615.674 votantes respecto a las europeas de 2009. Y ha perdido 6.775.990 electores respecto a los que le dieron la mayoría absoluta en noviembre de 2011, lo que significa que el 62,5 por ciento de los que votaron entonces no lo han votado ahora".

Creo que el PP tendría que tener una catarsis brutal, que los que están aferrados al poder dudo que vayan a permitir. Pero sin duda sería necesario, más que nunca, un bloque plural que aglutine y respete a aquellos que creen en España y en la libertad, frente al totalitarismo y la ruptura de España que se avecina.

Lo que está claro es que el centro-derecha no puede seguir con la autocomplacencia.

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CafeiMas Estafa en gasolineras y Reforma del Poder Judicial

CafeImas Referendum y Abdicación del Rey

miércoles, 4 de junio de 2014

LIBERTAD FRENTE A TIRANIA. 25 aniversario de la libertad en Polonia y de la Masacre de TiananMen


LIBERTAD FRENTE A TIRANIA.

Hace 25 años (Polonia), y gracias a las elecciones parlamentarias del 4 de junio de 1989, los polacos expulsaron del poder al totalitarismo comunista. También el 4 de junio es el 25 aniversario de las protestas de la Plaza de Tian'anmen de 1989 (China), también conocidas como la masacre de Tian'anmen llevada a cabo por el Partido Comunista Chino que aun gobierna ese país.