jueves, 12 de diciembre de 2013

El error de la descentralización educativa según Cospedal


 
VIENTO DE LA MANCHA     RICARDO CHAMORRO
VIENTO DE LA MANCHA

El error de la descentralización educativa según Cospedal
   
12/12/2013 .    

El miércoles de esta semana, la presidenta de Castilla-La Mancha, Cospedal, afirmó en Toledo, en unas jornadas de ABC, que "fue un error" la transferencia de las competencias de educación a las Comunidades Autónomas, pues el modelo educativo es una de las principales "fortalezas" de un país.

Esta misma semana, en el diario ABC, la presidenta del PP de Madrid, Esperanza Aguirre, considera, en un artículo sobre la Constitución, que hubiera sido necesario que existieran diferentes grados de transferencias, respecto del resto de autonomías, para Cataluña, País Vasco o quizás Galicia, atacando "el café para todos" como una de las causas del secesionismo. El planteamiento de Aguirre también lo asume José Bono (PSOE) o Zapatero en distintas conferencias, este último pide una reforma constitucional hacia un Estado que garantice la igualdad pero que afirme unas diferencias o singularidades por territorios, aprovechando el término que aparece en la Constitución de "nacionalidades". Un estatus diferenciado dentro del Estado cediendo por lo tanto a unos dogmas históricos inventados por la ideología separatista.

Si se cediera en el aspecto anterior asumiríamos que las Comunidades Autónomas, como entidades pertenecientes a la administración territorial del Estado, no son solo herramientas para garantizar derechos de los ciudadanos españoles sino que vendrían cumplir, en determinados casos, una función, mas allá de simbolizar la pluralidad histórico-cultural de España, en relación a unas determinadas identidades diferenciadas bajo el prisma ideológico e histórico del separatismo, lo cual contradice la propia historia de España y nuestra propia historia Constitucional desde 1812.

Particularidades forales, historias propias, o tradiciones regionales existen o existieron en toda España, pero la unidad de la nación y de un Estado soberano llamado España, es una realidad indiscutible como mínimo desde desde el renacimiento.

El sentido Constitucional de las autonomías

Como ya señalé en mi artículo de la semana pasada, "el Estado autonómico nació para asegurar el reconocimiento político y simbólico de la pluralidad histórica y cultural de la Nación y para modernizar y descentralizar la Administración, no para transformar España en una Confederación de naciones soberanas en trance de disolución. El objetivo del Estado de las Autonomías, tal como lo concibieron los constituyentes, es la configuración de un Estado unitario de base nacional fuertemente descentralizado en el que, junto al autogobierno de las Comunidades, se sostiene en todo momento y circunstancia la primacía del interés general sobre los particulares de grupos o territorios".

La educación es fundamental para cohesionar España

La materia de educación es fundamental para la integración y cohesión del conjunto de España. Ciertamente fue una ingenuidad pensar, a finales de los 90, que la cesión de las transferencias de educación y sanidad cerraba el proceso autonómico. Las comunidades gobernadas por nacionalistas separatistas son insaciables, pues la base de su ideología es la negación de España como nación y la descentralización como dogma así como paso previo a la separación.

La transferencia de las competencias educativas en todos los niveles (educación primaria, secundaria y universitaria) y la implantación de políticas lingüísticas en determinadas Comunidades Autónomas en detrimento del castellano, lengua española oficial del Estado, junto con la práctica ausencia de ejercicio de las potestades de éste para la alta inspección del sistema de enseñanza, han conducido a la fragmentación de buena parte de los contenidos educativos y a la coexistencia en el territorio español de sistemas de enseñanza distintos, y aún opuestos. Se produce así un daño a la calidad del sistema en su conjunto y, también, a su capacidad de proporcionar a los alumnos el conocimiento adecuado de la realidad histórica de la comunidad política nacional a la que pertenecen, España, que incluye y trasciende a la Comunidad Autónoma en la que residen.

La reciente y polémica LOMCE del ministro Wert veremos si suple algunos de los problemas que tenemos en España en esta materia, lo que está claro es que nuestros gobernantes no pueden ser fatalistas y deben tomar decisiones políticas pues nada es irreversible. Defender los objetivos de la LOMCE en todos los ámbitos educativos debería ser prioridad política del Partido Popular.

Cospedal ante la reforma Constitucional

María Dolores Cospedal dijo en el acto de celebración de los 35 años de Constitución en Toledo de la semana pasada que "sin soberanía no hay democracia y sin democracia no hay estado de derecho; porque no es una contradicción un estado unitario y a la vez fuertemente descentralizado. No debemos mirarnos en proyectos fracasados que sólo generan la desunión entre los españoles"… "es español el que siente el orgullo de una tradición de siglos y tiene fe de orgullo colectivo. Es español el que es plenamente consciente de que si constantemente se vapulea a España y se pone en tela de juicio lo que somos, peligra nuestra patria."

Cospedal fue clara ante la petición de reforma constitucional "no es el momento de abrir una puerta que no sabemos hacia dónde nos va a llevar y sin saber hacia dónde queremos ir". Y dijo que la propuesta de reforma "solo obedece a problemas internos" de determinadas formaciones políticas y gobiernos. "El consenso alcanzado en 1978 terminaría hoy si nos embarcásemos en esta aventura por desestabilizar el marco jurídico fundamental".

Una reforma de la Constitución no puede hacerse para contentar al nacionalismo

El Estado autonómico tal y como hoy todavía lo reconocemos ha sido, en definitiva, más el resultado de la generalización del proceso de implantación de las Comunidades Autónomas a partir de 1981, de la jurisprudencia dictada desde entonces por el Tribunal Constitucional y de la influencia de los partidos nacionalistas en la formación de las mayorías parlamentarias entre 1993 y 2000 que de un modelo directamente extraído de los preceptos constitucionales.

La influencia de los nacionalistas y los desarrollos estatutarios en clave no nacional han traído los problemas administrativos que estamos sufriendo en la España de las autonomías, esto se está agravando con la crisis económica y se agravara aun más ante la disminución de los fondos europeos. La descentralización o recentralización de competencias debería seguir criterios prácticos de eficiencia en la garantía de los derechos y servicios de los ciudadanos, el dogma de que solo la descentralización es positiva es un criterio ideológico basado precisamente en el separatismo.

Los desafíos separatistas en Cataluña o País Vasco parecen ser las razones de mayor peso para que a algunos les hayan entrado las prisas de la reforma constitucional, lo cual es grave y sigue la dinámica descrita anteriormente, los nacionalistas son los que llevan la delantera arrastrando al resto. Como escribí la semana pasada la reforma Constitucional debería, en su caso, reforzar la Nación española por parte de los dos grandes partidos, jamás plegarse a los intereses de los que quieren destruir la nación. El consenso y el dialogo nunca puede versar sobre la esencia de la nación española, no cabe discusión sobre ello pues a pesar de los relativistas patológicos España no debería ser discutida ni discutible a estas alturas.

O el Estado español recupera protagonismo en beneficio de sus ciudadanos o los españoles lo pasaran mal.

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Reivindicando la Constitución española

 
VIENTO DE LA MANCHA     RICARDO CHAMORRO
VIENTO DE LA MANCHA

Reivindicando la Constitución española
   
05/12/2013 .
Hace unas semanas, llevé a cabo una charla en Almagro, sobre los conceptos de Estado y Nación en la Constitución Española.

A un día del 6 de Diciembre, la celebración del aniversario de la Constitución, y ante los cuestionamientos a nuestra Carta Magna, es necesario recordar algunos puntos y su necesario fortalecimiento como garantía de la igualdad de oportunidades entre todos los españoles así como de la propia Nación española.

El criterio trasversal de todas las políticas e interpretaciones de la Constitución debería ser el fortalecimiento de la Nación, que a la vez es su fundamento. Cualquier pretensión de reforma de la Constitución, en cualquier caso, debería tener como planteamiento reforzar la Nación y no debilitarla.

¿Cuáles son las bases de la Constitución Española?

La Constitución de 1978, como expresión máxima de la voluntad de superación de la Guerra civil, reconciliación y concordia nacional, compartida por la inmensa mayoría de los españoles bajo los auspicios de la Corona, se funda precisamente en la unidad de la Nación española y en el ejercicio por ella del poder constituyente. De este hecho derivan las bases de la Constitución y sus orientaciones fundamentales, resumidas en el Título Preliminar y desarrolladas en el resto de su articulado.

-Reconocimiento del ejercicio efectivo de la soberanía nacional por el pueblo español y de la legitimación democrática de los poderes del Estado. Articulo 1.2. La soberanía nacional reside en el pueblo español, del que emanan los poderes del Estado.

-Establecimiento del Estado de Derecho, con reconocimiento de los derechos y libertades, del principio de igualdad ante la ley, de la distinción de poderes y la independencia del poder judicial y de la primacía efectiva de la Constitución como norma suprema a través de la jurisdicción del Tribunal Constitucional.

-Organización de la forma de gobierno como Monarquía parlamentaria con sistema bicameral, en el que el Congreso de los Diputados, como representación del conjunto del pueblo español tiene primacía sobre el Senado, como cámara de representación territorial.

-Planteamiento de un sistema electoral proporcional que pretende la integración de las principales fuerzas políticas en el Congreso de los Diputados.

-Implantación de las autonomías territoriales como reflejo en la organización del Estado de la plural formación histórica de la unidad nacional de España, sin merma alguna de ésta ni de la igualdad ante la ley de los españoles y de la solidaridad entre las Comunidades autónomas.

La Nación española fundamento de nuestra Constitución

Artículo 2: La Constitución se fundamenta en la indisoluble unidad de la Nación española, patria común e indivisible de todos los españoles…

La Constitución se fundamenta en ella, es decir la nación es previa y tiene una identidad histórica, comunitaria, humana y cultural donde la diversidad regional forma parte de su riqueza. España es ante todo y sobre todo una realidad que se ha proyectado en la Historia. El Estado debe fomentar los lazos de unión, las identidades regionales jamás han estado enfrentadas a la identidad de España hasta que una ideología nacionalista y separadora ha pretendido imponer una historia inventada desde finales del siglo XIX.

¿Cuál es el objetivo del Estado Autonómico?

El Estado autonómico nació para asegurar el reconocimiento político y simbólico de la pluralidad histórica y cultural de la Nación y para modernizar y descentralizar la Administración, no para transformar España en una Confederación de naciones soberanas en trance de disolución. El objetivo del Estado de las Autonomías, tal como lo concibieron los constituyentes, es la configuración de un Estado unitario de base nacional fuertemente descentralizado en el que, junto al autogobierno de las Comunidades, se sostiene en todo momento y circunstancia la primacía del interés general sobre los particulares de grupos o territorios.

El Patriotismo Constitucional en el centro-derecha

Tanto en la izquierda como en parte de la derecha se trató de ridiculizar un término que se puso de moda en círculos de centro-derecha como "El patriotismo Constitucional".

Por nuestra particularidad histórica y constitucional este concepto en España, según algunas opiniones, es distinto al desarrollado por filósofos de izquierdas como el alemán Habermas que dan un carácter ciertamente abstracto a este concepto.

Carlos Ruiz Miguel, catedrático de Derecho Constitucional de la Facultad de Derecho de la Universidad de Santiago de Compostela dice:

"En España el «patriotismo constitucional» tiene su núcleo sustantivo en la propia Nación. Ahora bien, ese «patriotismo constitucional» no sólo reivindica un pasado, una historia, la Nación, sino que también reivindica un presente y un futuro que son los que aporta la Constitución. Así es en tanto en cuanto se considera que la Constitución mejora la Nación, contiene aportaciones va liosas al acervo histórico de la Nación, siendo quizás la más relevante el sistema de derechos y libertades".

Luis Miguez Macho, decano de la Facultad de Derecho de la Universidad de Santiago escribía en un artículo de opinión:

"Lo que el centroderecha español, desde su base social hasta sus dirigentes, considera patriotismo constitucional es simplemente la expresión del patriotismo español dentro de los cauces constitucionales: no un patriotismo de la Constitución, sino en la Constitución.

Esta constitucionalización del patriotismo es algo imprescindible. Aunque el sentimiento natural de amor por la patria no cambie porque lo hagan los regímenes políticos, sus manifestaciones concretas se tienen que adaptar a esos cambios para no devenir obsoletas e improponibles. El patriotismo no puede expresarse igual en una democracia como la que ahora tenemos que en un régimen autoritario como el de Franco.

En democracia, la lealtad a la Constitución, como máxima expresión de una comunidad nacional que se autodetermina política y jurídicamente, forma parte del sentimiento patriótico. Esto, que sólo recientemente ha sido comprendido por el centroderecha, siempre lo han sabido los nacionalistas, que rechazan la Constitución de 1978 no porque sea mala, sino porque es la Constitución de la Nación española."

España y la Constitución conceptos unidos

Para defender la igualdad de oportunidades, la solidaridad interterritorial y un papel de España en el mundo los valores de nuestra Constitución y su fortalecimiento son prioridad.

Aquellos que quieran presentar reformas deben tener en cuenta su fundamento que no es otro que la Nación española.

Feliz aniversario.

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ESPAÑA CON CATALUÑA. Fundación DENAES

Escuela de DENAES. ESPAÑA CON CATALUÑA. Cronica y videos http://denaes.es/cronica-de-la-vii-escuela-de-verano/

ESPAÑA CON CATALUÑA. “Argumentos históricos contra el intento de secesión de regiones españolas”, por los historiadores Pascual Tamburri (Doctor en historia por la Universidad de Bolonia, Licenciado en Ciencias Politicas y Licenciado en Derecho) , Emilio Sáez Francés (Doctor en historia por la Universidad de DEUSTO, profesor de la Universidad de Comillas), Antonio Morales Moya  (catedrático emérito de Historia contemporánea de la Universidad Carlos III de Madrid, Presidente de la Fundación Gregorio Marañon)  y Enrique Orduña Rebollo (Experto en municipalismo español, Secretario de la Organización Iberoamericana de Cooperación Intermunicipal, colaborador de la FEMP)

Joaquín Maria López



"En vano es que la Constitución de 1812 dijese que la nación española no era patrimonio de ninguna familia ni persona; en vano es que la de 1837 haya establecido que todos los españoles sean igualmente admisibles a los destinos y cargos públicos según su mérito y capacidad; en vano es que la misma haya consignado el dogma de la igualdad de todos los ciudadanos ante la Ley: la realidad desmiente estas teorías: la patria parece pertenecer solo a los que se han abrogado el insultante privilegio de dirigirla... Y esto se toca, y esto pasa todos los días, y esto se consiente y se tolera."..." el Pais reclama de nosotros una lección de severa moralidad, que será la mejor garantía y el mejor sostén de las instituciones que nos rigen. No se la neguemos(...)no demos lugar a nuestros enemigos para que digan que los gobiernos representativos tienen por cimiento la inmoralidad y la corrupción, porque este argumento no podríamos contestarlo si contra nosotros se alzaran los hechos que hablan siempre con mas elocuencia que los libros y los hombres " Joaquín Maria López 1843 cortes españolas, político liberal (tatarabuelo de mi abuela Carmen Suanzes López)

lunes, 2 de diciembre de 2013

La Derecha segun Jose Maria Aznar

 
Memorias I de Jose Maria Aznar:

“La Nueva Derecha-escribí entonces (1980) - tiene que ser una derecha ofensiva en el plano ideológico y de la práctica política, y no defensiva; dialogante y no ausente; reformista y no reaccionaria; y joven que rompa barreras de edad, y no vetusta ni caciquil.” Me rebelaba contra “la política de la resignación”. Criticaba el inmovilismo de sectores importantes de lo que llamaba “Nuestro conservatismo”: “Profundamente estáticos, insolidarios, quietos en la defensa de sus intereses, ventajas y privilegios”. Hacía un llamamiento a “combatir con firmeza a los profetas del falso progresismo”. Y advertía de que la “única derecha posible es la que asume como propios los valores de la libertad y la democracia”. “Hemos desperdiciado muchos retos históricos y este de ahora no lo podemos perder. La derecha española tiene que encontrar de una vez por todas el camino de la normalidad y modernidad”.

La historia de la derecha española se había caracterizado por la disgregación en lugar de la unidad, por el radicalismo en lugar de la moderación, y por la dependencia de factores externos en vez de la autonomía de acción y decisión. Las dificultades de aquel proceso se hacían evidentes en la composición heterogénea de nuestro Grupo Parlamentario. En el convivía todo tipo de gente y era muy complicado articular estrategias políticas coherentes mas allá de la oposición al Gobierno. A las diferencias ideológicas quizás se sumaba también la falta de ideología de algunos. En la amalgama de la derecha había muchos y muy diferentes modus vivendi; había gente que tenia montada su vida con mecanismos para mover pequeñas influencias sobre la base de una derecha política desarticulada. Y había algunos vividores. Esos sectores solo aceptaban a regañadientes una situación de estabilidad del centro-derecha. Luego estaban los famosos cenáculos madrileños, que siempre se han alimentado de agitar las aguas del centro-derecha y que eran conscientes de que en una situación de estabilidad habrían quedado condenados a la frustración por la inutilidad de sus esfuerzos. Siempre he despreciado esos cenáculos.

A lo largo de mi vida, he intentado mantener cierta perspectiva histórica sobre la necesidad de un centro-derecha solido para España. Nunca me ha gustado la política pequeña, de pequeñas conspiraciones, que era la vida diaria de nuestro espacio político durante aquellos años. Esa vida significaba que te acabas instalando en la oposición, que hacías de “estar en la oposición” tu forma de hacer política. 

Ricardo Chamorro Delmo

Siempre con las victimas del terror y con el pueblo español

 


En España lo mejor es el pueblo... Siempre ha sido lo mismo. En los trances duros, los señoritos invocan la patria y la venden; el pueblo no la nombra siquiera, pero la compra con su sangre y la salva. En España, no hay modo de ser persona bien nacida sin amar al pueblo. La demofilia es entre nosotros un deber elementalísimo de gratitud. Antonio Machado

Dos interpretaciones políticas: Oyarzabal-Aznar

 
EN TIERRA DE CABALLEROS
Dos interpretaciones políticas: Oyarzabal-Aznar
Existe en el PP un pensamiento profundamente conservador del sistema y otro profundamente reformista
           
 A pesar de que el Partido Popular oficialmente dice que nada ha cambiado, sí que es cierto que aparentemente en su seno hay una pugna política por cómo debe ser el PP políticamente hablando. Tanto el fallecido Manuel Fraga, como Jose Maria Aznar o Mariano Rajoy, todos miembros de Alianza Popular, creo que tenían y tienen una idea política centro-reformista distinta de la de nuevos dirigentes que aparecen en el horizonte.

Existen diferencias de interpretación de la mayoría del PP

Considero que si que existen diferencias en la interpretación política de cuál es el sentido que se le debe dar a la mayoría absoluta del PP de hace dos años.

Existe un pensamiento profundamente conservador que considera que Zapatero fue una anomalía pero que el sistema no se debe reformar en profundidad sino pactar y acompasar los tiempos con el ´establishment´. Existe otro pensamiento profundamente reformista que considera que el sistema, en general, es adecuado pero que necesita de reformas muy profundas, que el consenso es una herramienta para la reforma en beneficio de España y no para dejar todo igual.

Dos pensamientos al margen de Rajoy

-De esta manera tenemos el pensamiento del joven popular Iñaki Oyarzabal que se inició en política en la democracia cristiana de Oscar Alzaga, partidario del pactismo con PSOE o PNV para la gestión del poder. Oyarzabal es de los pocos políticos populares mimados por El País (diario del Grupo PRISA). Iñaki muestra su admiración, públicamente en las redes sociales, por las formas políticas del italiano Enrico Letta.

El primer ministro de Italia, Enrico Letta, es un democristiano de centro-izquierda, miembro del Partido democrático que es una coalición de izquierdas entre el Partido Comunista Italiano, la Democracia Cristiana y el Partido Socialista Italiano. Letta ha pasado de ser presidente de las juventudes del Partido Popular Europeo hasta 1995, a crear el Partido Democrático en 2007 que a nivel europeo se ha embarcado en una relación de estrecha cooperación con el Partido Socialista Europeo, con quien formó la ´Alianza Progresista de Socialistas y Demócratas´. Actualmente Letta es el presidente del Consejo de Ministros, encabezando su partido el gobierno de Italia en coalición con el partido del tecnócrata Mario Monti y el partido centroderechista de Berlusconi PDL que a causa de esta coalición se ha fraccionado.

Muchos lectores que conozcan la historia política de Italia podrán decir que no es comparable con la de España. En Italia es prácticamente imposible que un partido obtenga la mayoría absoluta que el PP obtuvo hace dos años, la política pactista de Italia es una cuestión de necesidad política por la falta de estabilidad que el fraccionamiento de partidos produce en esa nación, los grandes partidos PD centro-izquierda y PDL centro-derecha son asimismo coaliciones de partidos en continua pugna y negociación.

Italia es una referencia en todo caso para hacer todo lo contrario, de hecho en la historia política del PP y del PSOE siempre han tratado de evitar el fraccionamiento en familias para ser contenedores amplios, así como plurales, del centro-derecha y del centro-izquierda respectivamente.

No obstante lo anterior, algunos pasos del PP en el gobierno parece que van más hacia consensuar posiciones con el PSOE en clave bipartidista al estilo Letta que a aplicar un contundente programa político de reformas aprovechando la mayoría absoluta mayor de la historia de la democracia española. Esa tendencia sí que podría dar lugar finalmente, y según las encuestas, a un fraccionamiento político de derecha e izquierda (auge de UPyD, IU, Ciudadanos…), que reproduzca la situación de Italia, con un inconveniente aun mayor para el sistema español, que es el peso especifico de los nacionalistas que hoy pretenden cargarse nuestra Constitución tal y como está articulada con la nación española como fundamento de nuestra carta magna.

Lo cierto es que Iñaki Oyarzabal fue importante protagonista del apoyo insistente del PP al gobierno vasco de Patxi Lopez (PSOE), en plena negociación con ETA, y que su interlocutor directo fue Eguiguren el socialista amigo de Otegi que dice barbaridades continuamente.

También es curioso el peso específico considerable que Patxi Lopez (PSOE) u Oyarzabal (PP), los dos vascos, tienen en sus partidos respectivamente, sobre todo teniendo en cuenta que los resultados electorales de los dos partidos constitucionalistas en las últimas elecciones en Euskadi fueron los peores en décadas. Después del gobierno vasco dirigido por Lopez, el nacionalismo separatista obtuvo los mejores resultados de la historia de la democracia en el País Vasco.

-Por otro lado tenemos el pensamiento de Jose Maria Aznar, que tiene su origen político en Alianza Popular, que defiende un pensamiento de centroderecha reformista claro y conciso sobre lo que hay que hacer en España.

Según su último discurso en el Club Siglo XXI establece cuatro puntos políticos:

Primero, dejar claro que no está abierta la discusión sobre la Nación española ni sobre su soberanía. Fijar como criterio trasversal de todas las políticas el fortalecimiento de la Nación. Asegurar que cualquier acuerdo nuevo se haga para reforzar la Nación y no para debilitarla.

En segundo lugar, renovar y fortalecer el funcionamiento de nuestro sistema democrático y el respeto a la ley y al Estado de Derecho. Hay una crisis política que exige soluciones y reformas políticas. Reformas incisivas, para reforzar y modernizar la democracia representativa, no para liquidarla.

En tercer lugar, estabilizar definitivamente la estructura territorial, de modo que, garantizando la unidad nacional tanto como la autonomía, se supere el vaciamiento creciente de lo común y se asegure la igualdad de oportunidades, la igualdad de derechos y la solidaridad de todos los españoles. Es hora de incrementar la racionalidad organizativa y económica del modelo territorial, tanto en lo que se refiere al Estado Autonómico como a los entes locales.

En cuarto lugar, flexibilizar y estabilizar la economía, porque estabilidad y flexibilidad son las dos claves del euro. Es lo que hace falta para adaptarse a la nueva realidad de la economía mundial; y es lo que se requiere para restablecer una solidaridad entre generaciones que está en riesgo. Es lo que necesitan las clases medias y lo que hará posible el bienestar.
El pensamiento de Rajoy

Considero que el pensamiento de Rajoy, según su propia trayectoria, debería estar más cerca del pensamiento político reformista de Aznar que de un pensamiento conservador en clave pactista-tecnocrático, aunque no obstante todo está por ver. Lo cierto es que a fuerza de ser original se pueden cometer errores y la mayoría absoluta del PP creo que fue para hacer reformas en la línea que ya se vio en anteriores legislaturas con el tándem Aznar-Rajoy en beneficio de la España constitucional, no para hacer experimentos con un PSOE poco fiable.

Mariano Rajoy en 2011: "Frente a quienes dicen que "los mercados han ganado a la política y están por encima de la soberanía popular, lo que llega ahora es la época de los buenos gobernantes elegidos por los ciudadanos, que son los representantes de la soberanía popular". "Es lo que necesita España y lo que necesita Europa"

Los pactos y los consensos trasparentes desde las propias convicciones para hacer política de Estado son más que necesarios, en cambio el pacto para conservar el poder o para alternarse en la gestión, al margen de la política o entre bambalinas, es profundamente antidemocrático. 

Lo que está claro es que las formas socialistas de Enrico Letta no entrarían en la propia definición de centro reformista que el fundador del PP Manuel Fraga dio a su partido, pues en su propia definición desterraba al socialismo: ´Mas allá del socialismo queda el verdadero desafío: la reforma social en profundidad, hecha por los que creen, a la vez, en la sociedad española y en la capacidad de su pueblo para reformarse, para ser mas auténticamente él mismo´
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Ricardo Chamorro Delmo

El PP no es un patio de colegio


 
El PP no es un patio de colegio

EL DIGITAL DE CASTILLA LA MANCHA

La semana pasada María Dolores Cospedal dijo en relación a la polémica por la no presencia del gobierno en la presentación de las memorias del ex presidente del gobierno José María Aznar, que éste "no es un tema de peleas de patio de colegio" porque el PP "es un proyecto mucho más importante que todo eso".

La secretaria general quiso rebajar la tensión producida por el plantón a Aznar, del que el presidente de FAES y presidente de honor del PP dijo "tomar nota".

Lo cierto es que plasmar mediáticamente una supuesta ruptura entre dos supuestas familias a dos días de una interparlamentaria popular no parece algo muy estético políticamente hablando. Si a lo anterior le unes que el mismo fin de semana se produjo una Conferencia Política del PSOE, partido de la oposición, donde quisieron mostrar unidad y fueron aclamados sus ex presidentes, Zapatero y González, que participaron activamente dirigiendo mesas políticas, sorprende aún más lo que ocurrió con Aznar.

Lo más sorprendente de este rocambolesco enredo con Aznar es que no beneficia en nada al centro-derecha y aún así sigue siendo alimentando por periodistas o políticos internamente.

El Grupo Prisa incide claramente en ese clima de ruptura, ensalzando a los dirigentes populares anti-Aznar y creando mediáticamente un ambiente de desunión como se pudo comprobar en las páginas de El País de este fin de semana, donde mostró  un reportaje completo del asunto.

Un proyecto por encima de pugnas

El Partido Popular debe ser un proyecto político mucho más importante que los problemas personales o de poder de una serie de dirigentes, como dice Cospedal. Un partido político no es propiedad de los dirigentes sino de sus afiliados, nuestra Constitución expresa que los partidos políticos en nuestra democracia "expresan el pluralismo político, concurren a la formación y manifestación de la voluntad popular y son instrumento fundamental para la participación política".

Los que dicen que Rajoy estaba amordazado por Aznar liberándose de su tutela en 2008 están menospreciando claramente la capacidad del presidente del gobierno. Si fuera como dicen los doctrinarios de la ruptura con Aznar, los discursos previos al congreso de Valencia de Rajoy, así como las manifestaciones a las que acudieron miles de ciudadanos, entre los que me incluyo, hubieran sido un engaño.

La gran mayoría de las personas que dirigen el PP han estado en importantes cargos con José María Aznar y prácticamente todos los nuevos dirigentes se iniciaron en política cuando él dirigía el partido, además los actuales dirigentes afirman pública y repetidamente que las ideas del PP son las mismas, ¿entonces cual es el problema?

El PP un partido de integración con España presente

Según sus distintos presidentes, el PP no debe ser un partido de rupturas sino de esfuerzos en la integración del centro-derecha:

Mariano Rajoy en 2008: Un partido que sea un instrumento al servicio de los españoles, ya que es ante ellos ante los que ha de responder y no ante "ningún grupo de presión sea de la categoría que sea". "Quiero que este partido sea lo que es, un partido popular, moderado, abierto e integrador, y no un partido de doctrinarios".

José María Aznar, presidente de honor del PP, hace unos días en Onda Cero: "La historia del PP es una historia de integración" y aseguró que él seguirá practicando esa integración, sobre todo porque cree que España hoy necesita "forjar mayorías sociales claras, mayorías políticas sólidas y políticas clarificadoras para salir de la crisis".

Manuel Fraga, fundador de AP y presidente de honor del PP hasta su fallecimiento: "Mas allá del socialismo queda el verdadero desafío: la reforma social en profundidad, hecha por los que creen, a la vez, en la sociedad española y en la capacidad de su pueblo para reformarse, para ser mas auténticamente él mismo". "En el Partido Popular caben todos".

 Ricardo Chamorro Delmo

martes, 26 de noviembre de 2013

Ante la carta de Santiago Abascal. Ricardo Chamorro



Ante la carta dirigida a Mariano Rajoy de Santiago Abascal, Presidente de la Fundacion DENAES, en la que se dio de baja del Partido Popular, así como sus declaraciones en varios medios de comunicación el lunes, digo:

Me apena profundamente la salida de mi amigo Santiago Abascal del que es mi partido (Partido Popular). Mantengo mi convicción de que es fundamental la unidad del centro-derecha, pareciéndome una muy mala noticia que gente como él, Maria San Gil, u Ortega Lara se vayan del PP.

Por otra parte la Fundación DENAES siempre ha tratado de ser transversal e independiente llevando en su seno el ánimo de aunar voluntades alejada de ideologías, liderar la sociedad civil en defensa de la Nación Española y fortalecer sus instituciones políticas y jurídicas comunes, así como reivindicar sus símbolos y lazos de unión.

La Nación española no es patrimonio de ningún partido, sigla, familia, persona, Fundación o plataforma existente o por existir, por ello cada uno en DENAES decide donde considera más adecuado defender los valores que la Fundación encarna en función del contexto y del momento.

A nuestros actos han acudido gentes del PSOE, PP, UPyD, Ciudadanos, Ex militantes del PCE e incluso ex militantes de ETA como Jon Juaristi. La Fundación DENAES es plural y no monolítica, algunas opiniones políticas de sus miembros se pueden compartir y otras no.

Como ha declarado el presidente de DENAES, su propio padre, Santiago Abascal Escuza, sigue siendo Presidente del PP de Ayala, Juntero por Ayala desde 1995, portavoz Suplente del Grupo Popular en las JJ.GG de Álava desde 1999 y Concejal en el Ayuntamiento de Amurrio desde 1995.

Mi opinión en relación al que considero mi sector ideológico, que es el centro-derecha, es clara y ya la conocen los que siguen mis publicaciones. Lo resumiría en un texto escrito por un gran amigo mío:

"José María Aznar dio a la derecha política española sus primeras victorias electorales indiscutibles desde la Restauración. Su receta no fue especialmente original ni es ningún secreto: construir un gran Partido Popular en el que cupiesen todas las sensibilidades y todos los votos desde el centroizquierda hasta la derecha nacional democrática. La UCD, pese a su variedad, nunca entendió esto: que dejar un espacio social y político libre a su derecha podía ser cómodo para sus líderes, para ahorrarles acusaciones de derechismo, ultraderechismo, y canibalismo a cargo de la izquierda postestalinista, pero era una renuncia completa a la ´mayoría natural´ (y una sumisión moral al socialismo)".

Los artículos de la semana pasada tanto en EL SEMANAL DIGITAL como en EL DIGITAL DE CASTILLA LA MANCHA tratan de la situación política en el PP por lo que invito a su lectura.

Dos interpretaciones políticas Oyarzabal-Aznar
http://www.elsemanaldigital.com/blog.asp?idarticulo=132298&cod_aut=

El PP no es un patio de colegio
http://www.eldigitalcastillalamancha.es/articulo_opinion.asp?idarticulo=146307&idfirma=&lugar=&ant=

Espero haber aclarado dudas. Recibir un cordial saludo

Ricardo Chamorro, abogado, Licenciado en derecho por la Universidad de Navarra, afiliado y militante del PP de Ciudad Real, miembro de la Fundación DENAES y miembro de FAES.

Ricardo Chamorro Delmo

viernes, 22 de noviembre de 2013

¿Tecnocracia o politica?



 

 Existen tres caminos a la ruina: El vino, las mujeres y los tecnócratas atrapados entre el ser y el deber ser.
(Georges Pompidou)


"Frente a quienes defienden la tesis de que la Administración y la tecnocracia crecen en importancia, y que correlativamente desciende el nivel de la acción política y del Gobierno, propiamente dicha, debemos sostener justamente los contrario. Las sociedades actuales, con su compleja organización y el crecimiento de las funciones económicas y los servicios sociales hacen crecer la administración, la burocracia y los servicios técnicos; pero ello hace más necesario que nunca, por una parte, la coordinación y la orientación superior del conjunto de los servicios; por otra, hace aún más importante y difícil la tarea de la decisión política propia de la función del Gobierno". Manuel Fraga

 Frente a quienes dicen que "los mercados han ganado a la política y están por encima de la soberanía popular", ha proclamado que "lo que llega ahora es la época de los buenos gobernantes elegidos por los ciudadanos, que son los representantes de la soberanía popular".
"Es lo que necesita España y lo que necesita Europa" Mariano Rajoy

Manuel Fraga contaba que alguien en Inglaterra dijo que: "… si Reino Unido hubiera estado gobernado por sus funcionarios, su famoso servicio civil, con criterios puramente técnicos, durante algún tiempo sería el país mejor administrado del mundo, pero que después los mismos funcionarios aparecerían colgados de las farolas de la capital"

viernes, 15 de noviembre de 2013

“Los conceptos de Estado y Nación en la Constitución Española".



 Ricardo Chamorro abre el primer ciclo de charlas organizado por el PP de Almagro - http://www.encastillalamancha.es/noticia/32835/wwwencastillalamanchaes



“Los conceptos de Estado y Nación en la Constitución Española". Almagro 14-11-2013

Ricardo Chamorro. Abogado, Licenciado en Derecho por la Universidad de Navarra, especialista en Derecho Privado por el Consejo General del Notariado, delegado de Fundacion DENAES Castilla-La Mancha, miembro de Fundacion FAES, afiliado el Partido Popular, columnista de EL DIGITAL CASTILLA LA MANCHA, EL SEMANAL DIGITAL, colaborador de Radio Castilla La Mancha en las tertulias de “En Camisa de Once Varas” “Duelos y Quebrantos”.

Buenas tardes

En primer lugar me gustaría agradecer a Luis Maldonado, presidente del PP de Almagro y alcalde de esta preciosa ciudad manchega que haya confiado en mi humilde persona  para inaugurar este ciclo de  charlas.

El titulo de esta charla es “Los conceptos de Estado y Nación en la Constitución Española". 

Versa sobre un asunto que está en boga actualmente pues el Estado constitucional está siendo cuestionado por su sobredimensión e ineficiencia y la nación  española está siendo cuestionada desde ideologías separatistas que afirman la inexistencia de España, así como por una izquierda que considera el termino nación discutible y discutido dando preeminencia al Estado neutro relegando el termino España a un mito prescindible.

Yo tanto en el Semanal Digital como el Digital de Castilla La Mancha he escrito en varias ocasiones sobre este asunto pues me parece que son conceptos fundamentales a la hora de encuadrar una defensa clara de la nación española tal y como la comprende nuestra Constitución.

Nuestra carta Magna dice

La Nación española, deseando establecer la justicia, la libertad y la seguridad y promover el bien de cuantos la integran, en uso de su soberanía, proclama su voluntad de:
Garantizar la convivencia democrática dentro de la Constitución y de las leyes conforme a un orden económico y social justo.

Consolidar un Estado de Derecho que asegure el imperio de la ley como expresión de la voluntad popular.

Proteger a todos los españoles y pueblos de España en el ejercicio de los derechos humanos, sus culturas y tradiciones, lenguas e instituciones.
Promover el progreso de la cultura y de la economía para asegurar a todos una digna calidad de vida.
Establecer una sociedad democrática avanzada, y
Colaborar en el fortalecimiento de unas relaciones pacíficas y de eficaz cooperación entre todos los pueblos de la Tierra.
En consecuencia, las Cortes aprueban y el pueblo español ratifica la siguiente
Artículo 1
1. España se constituye en un Estado social y democrático de Derecho, que propugna como valores superiores de su ordenamiento jurídico la libertad, la justicia, la igualdad y el pluralismo político.
2. La soberanía nacional reside en el pueblo español, del que emanan los poderes del Estado.
3. La forma política del Estado español es la Monarquía parlamentaria.
Artículo 2
La Constitución se fundamenta en la indisoluble unidad de la Nación española, patria común e indivisible de todos los españoles, y reconoce y garantiza el derecho a la autonomía de las nacionalidades y regiones que la integran y la solidaridad entre todas ellas.
Artículo 14 de la Constitución Española:


Los españoles son iguales ante la ley, sin que pueda prevalecer discriminación alguna por razón de nacimiento, raza, sexo, religión, opinión o cualquier otra condición o circunstancia personal o social.


Artículo 138 de la Constitución Española:


El Estado garantiza la realización efectiva del principio de solidaridad, consagrado en el artículo 2 de la Constitución, velando por el establecimiento de un equilibrio económico, adecuado y justo, entre las diversas partes del territorio español, y atendiendo en particular a las circunstancias del hecho insular.

Las diferencias entre los Estatutos de las distintas Comunidades Autónomas no podrán implicar, en ningún caso, privilegios económicos o sociales.

Artículo 139 de la Constitución Española:


Todos los españoles tienen los mismos derechos y obligaciones en cualquier parte del territorio del Estado.

Concepto de Estado

¿Qué es un Estado? Estado es un concepto político que se refiere a una forma de organización social, económica, política soberana y coercitiva, formada por un conjunto de instituciones no voluntarias, que tiene el poder de regular la vida nacional en un territorio determinado. Por medio de la herramienta del Estado, la nación se organiza.

El concepto de Estado soberano es un concepto occidental que aparece en el siglo XV, propio del renacimiento o Edad Moderna. "No hay Estado en la Edad Antigua".
Es pues en la época de la redacción del Príncipe de Maquiavelo, que tuvo de modelo a Fernando el católico, cuando la crisis de la idea clásica de imperio y del concepto teocrático de papado hace surgir el concepto de Estado y de soberanía Estatal unida a la figura del monarca.

Es el caso de Inglaterra, Francia y España (una vez consumada la unión de Castilla y Aragón), modernos Estados territoriales que desde la segunda mitad del siglo xv actúan ya como naciones soberanas o lo que es lo mismo, constituyen un centro de poder que legisla y ejecuta de modo autónomo e incondicionado, establece un sistema fiscal propio, crea un ejército del rey, conforma una jurisdicción inapelable y posee el derecho de guerra y paz.

Los Reyes católicos por ejemplo trabajaron concienzudamente en la construcción de ese Estado eliminando privilegios de la nobleza como los malos usos, aboliendo las órdenes militares, creando el tribunal de la inquisición para uniformar política y religiosamente el Estado, conectando directamente con el pueblo a través de las hermandades, sometiendo en parte a la iglesia a su poder…

Aparecen pues estos poderes políticos autónomos que estereotipan la idea de Estado moderno, ejemplos del surgir de nuevas formas políticas soberanas, al mismo tiempo que se asiste al desarrollo de las culturas nacionales con la progresiva consolidación de las diferentes lenguas nacionales (inglés, francés, español) pues ya se consideran, frente al latín, un vehículo apropiado para la expresión estética y científica.

Los españoles Francisco Suárez y Juan de Mariana, insertos en la tradición política hispánica de la monarquía limitada o templada, ya a fines del siglo XVI vincularán el poder del monarca al de la comunidad que regentan, de modo que la potestad reside en la comunidad como propiedad inherente a ella y de ésta se transfiere al príncipe que la ejerce.

Suárez afirma que «el poder político, siempre que legítima y constitucionalmente se da en un monarca o soberano, ha emanado del pueblo o comunidad, próxima o remotamente, y no puede alcanzarse de otra manera para que sea justo»

El concepto de soberanía Estatal unido al Rey o soberano, deseoso del reconocimiento pleno y legítimo de su autonomía, dará paso a una noción de soberanía política cuyo titular será el pueblo identificado con la Nación. La exaltación renacentista de la individualidad creativa, la concepción del «libre examen» propagada por la Reforma protestante, el Derecho natural racionalista y su planteamiento de los derechos naturales de la persona, las categorías filosóficas de la Ilustración y finalmente el liberalismo político son hitos del pensamiento occidental moderno que darán la nueva medida de la soberanía política procedente de la transformación de su concepto clásico.
En España es el 24 de septiembre de 1810 cuando se inauguraron las Cortes de Cádiz con la solemne proclamación de la soberanía nacional que sustituye a la monárquica, de modo que se afirma que la soberanía reside en la comunidad del pueblo como nación.

El Estado constitucional español que surge en Cádiz es un Estado unitario en el que se reconoce la preexistente autonomía municipal y la comunidad de municipios organizados en provincias. Se ignora deliberadamente cualquier artificiosa y regresiva «regionalización» del poder. Función esencial de los poderes públicos será la de proteger la libertad civil y la propiedad de los ciudadanos españoles, reconociéndose dicha libertad como derecho natural, previa a la formación del Estado. El principio católico fundamenta el orden constitucional hispano, natural reconocimiento de los diputados constituyentes al arraigado cristianismo católico del pueblo español, destacándose con ello la dimensión espiritual del hombre como un elemento positivo para el orden político y social.

La Constitución de 1812 será el sello de un renovado pueblo de ciudadanos que se libera ahora tanto del absolutismo monárquico borbónico como del jacobinismo traído por el invasor napoleónico, destacándose por el poder constituyente originario el carácter foráneo de ambas tiranías incompatibles con la identidad política histórica del pueblo español. Con todas sus vicisitudes posteriores, el legado de la obra de las cortes de Cádiz llega hasta nuestros días. Los siguientes procesos constituyentes españoles (1837, 1846, 1869, 1876, 1931 y 1978) de un modo u otro encuentran en la Constitución de 1812 su texto de referencia, el texto originario en cuanto definidor de los elementos constitucionales del Estado español.
Concepto de Nación y patria
Existen dos conceptos de Nación:

-Nación, concepto de comunidad histórica y humana objetiva con ciertas características culturales comunes, a las que dota de un sentido étnico-político. La nación presenta unos rasgos externos hereditarios, expresados en una lengua, una cultura, un territorio y unas tradiciones comunes, madurados a lo largo de un proceso histórico. La nación poseería entonces una existencia objetiva que estaría por encima del deseo particular de los individuos que la forman.

La patria (del latín patrĭa, familia o clan > patris, tierra paterna > pater, padre) suele designar la tierra natal o adoptiva a la que un individuo se siente ligado por vínculos de diversa índole, como afectivos, culturales o históricos o lugar donde se nace. Se denomina patriotismo, al pensamiento o sentimiento que vincula a un individuo con su patria.

Existe un concepto de nación unido al de patria que es un concepto de derecho natural, de comunidad humana, realidad histórica y cultural que a lo largo de los años constituyen una identidad de pueblo.

-Nación política, es un sujeto político en el que reside la soberanía constituyente de un Estado. El nacionalismo liberal o "voluntarista" tuvo como máximo defensor al filósofo y revolucionario italiano Giuseppe Mazzini (1805–1872), se desarrolló en Italia y Francia, muy influido por las ideas de la Ilustración. Mazzini consideraba que una nación surge de la voluntad de los individuos que la componen y el compromiso que estos adquieren de convivir y ser regidos por unas instituciones comunes. Es pues, la persona quien de forma subjetiva e individual decide formar parte de una determinada unidad política a través de un compromiso o pacto. Según este tipo de nacionalismo, cualquier colectividad humana es susceptible de convertirse en nación por deseo propio, bien separándose de un estado ya existente, bien constituyendo una nueva realidad mediante la libre elección. La nacionalidad de un individuo estaría por lo tanto sujeta a su exclusivo deseo. Es un concepto revolucionario.

Este concepto es del que hablaba Ernest Renan voluntad diaria de vivir unidos, una nación es un plebiscito cotidiano.

Juan Pablo II, expresaba en su libro "Memoria e Identidad" un elogio al patriotismo:
"En efecto, el nacionalismo se caracteriza por que reconoce y pretende únicamente el bien de su propia nación, sin contar con los derechos de los demás. Por el contrario, el patriotismo, en cuanto amor a la patria, reconoce a todas las demás naciones los mismo derechos que reclama para la propia y, por tanto, es un amor social ordenado".

George Orwell
«El nacionalismo no debe ser confundido con el patriotismo. Entiendo por patriotismo la devoción por un lugar determinado y por una particular forma de vida (…) que no se quiere imponer; contrariamente, el nacionalismo es inseparable de la ambición de poder”

Nuestra Constitución 

Nuestra Constitución mezcla ambos conceptos pero fundamenta la Constitución en el concepto de nación como patria común e indivisible de todos los españoles. La nación histórica permanente se hace nación política pero España como realidad unitaria fundamenta nuestra carta magna como elemento indisoluble
Constitución de 1978

El artículo 1.2 CE, zanjando definitivamente la cuestión de la soberanía tan problemática en nuestra historia político-constitucional, establece que la «soberanía nacional reside en el pueblo español del que emanan los poderes del Estado».
La interpretación de este precepto constitucional nos revela nítidamente la naturaleza del régimen político vigente.

Primeramente se debe destacar el hecho inequívoco de que la soberanía es unitaria y corresponde a la Nación Española y no a los pueblos de los territorios que la componen.
Estamos, pues, ante un concepto, el de Nación Española, que es anterior a cualquier institucionalización jurídica, un concepto preconstitucional que precisamente es el soporte material histórico- político sobre el que se diseña el nuevo orden constitucional. «La Constitución se fundamenta en la indisoluble unidad de la Nación Española (artículo 2) o «La Nación Española... en uso de su soberanía...» (Preámbulo), son expresiones constitucionales que establecen criterios materiales sin los que no es posible comprender, aceptar o interpretar nuestro orden jurídico-político actual. De todo ello se deduce la existencia de una «voluntad nacional española» creadora del ordenamiento constitucional, y dirigida a consolidar un Estado de Derecho, de modo que la validez de todos los poderes, las instituciones, las normas vigentes en España resulta del ejercicio de esa voluntad soberana de la Nación concretada primordialmente en el texto constitucional.

El pueblo español es el sujeto histórico, étnico-político, que constituye la Nación Española, realidad histórica devenida a lo largo de la Edad Media (Monarquía hispanogótica, Reconquista), conformada entre los siglos XVI y XVIII (desde el reinado de los Reyes Católicos hasta el de Carlos III) e instituida de forma moderna con el constitucionalismo nacional-liberal originado en 1812 hasta la actualidad. De este modo, el pueblo español, resultante de este largo proceso histórico tendente a la integración territorial y social, soberanamente, autónomamente, instituye en el pacto constituyente y consensuado de 1978 un orden político democrático que garantiza con plenitud sus libertades, sus derechos fundamentales como derechos individuales, inalienables e imprescriptibles

La Constitución de 1978 origina, a partir de la conjugación de los principios de unidad y autonomía, un «Estado de autonomías territoriales», ya sean  locales o regionales, estableciendo su derecho a conformarse como comunidades autónomas, es decir, capaces de autogobierno, formalizado a través de normas y órganos de gobierno propios para la mejor gestión de sus intereses. Este derecho a la autonomía, consagrado en el artículo 2 y desarrollado en el Título VIII, encuentra su límite constitucional objetivo en los principios de unidad y solidaridad conformes con uno de los valores básicos de nuestro ordenamiento y fundamento del mismo, la unidad indisoluble de la Nación Española (artículo 2 CE). Los artículos 56.1, 131.1, 138.1 y 2, 139.2, 149.1, 155 y 158 inciden específicamente en la noción de espacio unitario y solidario referido al conjunto territorial nacional.

El apelativo «nación» queda reservado en nuestro ordenamiento en exclusiva a España, y por ello se consagran para las entidades sub-estatales las denominaciones «nacionalidad » o «región», cuya significación a la hora de indicar la fuerza o la intensidad del vínculo entre sus ciudadanos es obviamente menor que la de la palabra «nación». Esta distinción por parte del constituyente es clave porque marca un distinto nivel jerárquico entre la Nación española –escrita no por casualidad con mayúscula en nuestra Carta Magna– y las «nacionalidades» y «regiones» que la integran, es decir, que España es el todo y las comunidades autónomas sus partes. Y en pura lógica una parte no puede ser el todo, de lo contrario ya no sería parte.

PROBLEMAS

Idea conservadora pseudo-foralista con dejes voluntaristas. Consiste en creer que Existen multitud de identidades nacionales y una idea de España como pacto. Esta es la idea de Herrero de Miñón. Confederación de estados con un pacto común llamado España.

-Interpretación equivocada de la historia de España como conjunto de reinos o pueblos con identidad enfrentada que pactan para construir España en el siglo XV. Ciertamente los reinos de España en el antiguo régimen surgen a través del sistema jurídico de fueros (Como el resto de Europa), pero la causa de ese surgimiento es la invasión musulmana que rompe el orden visigodo. Sobre la base de todos esas construcciones esta la recuperación de la mítica idea de Hispania-romana y gótica. Los señores, reyes, condes no son más que los representantes de una elite nobiliaria familiar y puramente española que tienen guerras por sus propiedades y herencias, no cuestionan su hispanidad y su adhesión a la cristiandad, que está muy por encima de sus querellas.

La idea de recobrar Hispania se ve en todas las crónicas medievales por ejemplo Sancho el Mayor de Navarra se proclama emperador hispano y reparte su reino entre sus hijos (Castilla León y Aragón), la parte del imperio carolingio al norte de lo que hoy es Cataluña se llamaba marca hispánica, en la batalla de las Navas de Tolosa todos los nobles y reyes hispanos acudieron (Excepto el Rey de León aunque muchos de sus caballeros si) y lucharon unidos, los caballeros del resto de Europa fueron expulsado por el pillaje excesivo.  

Federalismo asimétrico planteado por Maragall

Federalismo amorfo o asimétrico donde la igualdad no está garantizada y donde se entremezclan justificaciones sentimentales o románticas que no tienen nada que ver con la realidad histórica de España, ni con un planteamiento serio de Estado en igualdad.
 ´Federar´, según el diccionario de la Real Academia, es ´unir por alianza, liga, unión o pacto entre varios´ pero España está unida desde hace siglos, para federarla primero habría que disolverla para luego unirla. Además, los nacionalistas nunca han pretendido integrarse en nada, por lo cual el único sentido del federalismo en clave nacionalista sería darles tregua para esconder su desastrosa gestión que ha arruinado sus regiones y cambiado su panorama sociológico por un provincianismo soporífero´. El federalismo del PSOE de Rubalcaba se acerca más a la tercera vía confederal de Duran I Lleida este ha dicho el martes que su propuesta es un Estado Confederal que reconozca la soberanía de Cataluña”    

-Interpretación ultraliberal o de izquierda progresista, la nación es discutida y discutible, es un contrato rescindible. Lo importante es el Estado, la patria o la nación son simples mitos metafísicos

Fernando Savater

"La idea de España me la sopla, en todo caso me interesa el Estado"... "me interesan los ciudadanos, pero la idea de España es una cosa que no me produce ni frío ni calor, es una entidad metafísica que no me interesa en absoluto… La única patria decente que hay es la infancia, eso sí".

"El único requisito que se impone en democracia a las diversas identidades que se dan en ella es que no interfieran radicalmente con las normas que permiten estar juntos o imposibiliten su funcionamiento igualitario".
Concepto de Centro Derecha

-Concepto liberal-conservador. Hace compatibles ambos conceptos el proyecto sugestivo de vida en común se fortalece con la identidad histórica de España como referencia.

En el centro-derecha, en mi humilde opinión, deberían tenerse muy presentes tres puntos políticos que resumen el espíritu de nuestra Constitución y que deberían presentarse como fundamentales para la España del Siglo XXI:

-La patria común es España: "La Nación española es la patria común e indivisible de todos los españoles" (Artículo 2 de la Constitución Española).

La Constitución se fundamenta en ella, es decir la nación es previa y tiene una identidad histórica, comunitaria, humana y cultural indisoluble donde la diversidad regional forma parte de su riqueza. España es ante todo y sobre todo una realidad que se ha proyectado en la Historia. El Estado debe fomentar los lazos de unión, las identidades regionales jamás han estado enfrentadas a la identidad de España hasta que una ideología nacionalista y separadora ha pretendido imponer una historia inventada desde finales del siglo XIX. Las Comunidades Autónomas son entes administrativos, que forman parte del Estado, y que existen para garantizar derechos ciudadanos, en ningún caso deben ser utilizadas para crear organismos basados en ideologías que atenten al bien común.

-Soberanía: La soberanía nacional reside en el pueblo español, del que emanan los poderes del Estado (artículo 1.2 de la Constitución Española).

La soberanía nacional es un concepto que le da todo el poder a la nación, es decir a los ciudadanos. Hace pertenecer la soberanía a la nación, una entidad abstracta y única, vinculada normalmente a un espacio físico (la "tierra patria"), a la que pertenecen los ciudadanos presentes tanto como los pasados y futuros, y se define como superior a los individuos que la componen.

La formulación que se acuñó en el artículo 3 de la Declaración de los Derechos del Hombre y del Ciudadano (Revolución Francesa) determinó que "toda soberanía reside esencialmente en la nación". Así la soberanía nacional se concebirá como una, indivisible e inalienable, que no puede confundirse con los individuos que la conforman.

-Reformismo: Para que España sea competitiva en un mundo global es necesario hacer las reformas pertinentes para que seamos una nación adaptada a los tiempos y, a la vez, se mantengan los servicios y derechos de los ciudadanos.

La administración del Estado ha de estar al servicio de la Nación, no los ciudadanos al servicio del Estado. La actual estructura administrativa y autonómica esta en parte anquilosada y todo lo que sea mantener el armatoste por falta de valentía es un lastre. La reforma debe afectar a todas las administraciones del Estado, no se puede recortar en Castilla-La Mancha mientras se permite en Cataluña el despilfarro.

Muchas Gracias





NOTA BIBLIOGRÁFICA

SOBERANÍA NACIONAL Y ESTADO  CONSTITUCIONAL Por RAMÓN PERALTA Doctor en Derecho Constitucional

Ricardo Chamorro Delmo

Gabriel Cisneros frente a UPyD y Ciutadans

 
Gabriel Cisneros frente a UPyD y Ciutadans
   
07/11/2013 .    

Las últimas encuestas dan una fuerte intención de votos a nuevas formaciones como UPyD de Rosa Díez y Ciutadans de Albert Rivera.

En el ámbito electoral del centro-derecha muchas personas ven con ilusión estas formaciones pues hacen una defensa nítida de la unidad de la nación frente al separatismo, pero no sólo defienden eso.

La ideología que pregonan estos partidos difiere de un pensamiento liberal-conservador o de centro-derecha. Yo lo calificaría de izquierda progresista liberal o jacobina.

Ambas formaciones luchan contra cualquier concepto de identidad y defienden únicamente el carácter de ciudadanía neutro, la nación política desde un punto de vista puramente de derecho positivo. Para ambas formaciones la nación tendría solamente naturaleza contractual y estaría fundada en documentos legales. Es decir la nación la crea la Constitución y no al revés.

Por otra parte ambas formaciones hacen gala de un laicismo radical que contradice el carácter moderado que nuestra Constitución expresa al definir el Estado aconfesional. Ambos defienden radicalmente la ideología de género, toda forma de anticoncepción y se declaran progresistas.

En su ideario político hacen suyas las conclusiones del filosofo de izquierdas Fernando Savater, que dice: "La idea de España me la sopla, en todo caso me interesa el Estado"... "me interesan los ciudadanos, pero la idea de España es una cosa que no me produce ni frío ni calor, es una entidad metafísica que no me interesa en absoluto… La única patria decente que hay es la infancia, eso sí".

"El único requisito que se impone en democracia a las diversas identidades que se dan en ella es que no interfieran radicalmente con las normas que permiten estar juntos o imposibiliten su funcionamiento igualitario".

El pensamiento anterior es de izquierdas, coincide en gran parte con el que pregona Zapatero de que "la nación es discutida y discutible", y posibilitaría negociar con los nacionalistas moderados, por ejemplo, un Estado neutro confederal asimétrico que se podría llamar español o Confederación de Estados Ibéricos, con un único punto en común: la carta de ciudadanía neutra. Este pensamiento consideraría que España, en el fondo, es un mito.

Otro filosofo de una izquierda distinta a la anterior como Gustavo Bueno afirmaba: "Creo que la unidad administrativa de España no corre peligro; es la identidad española como país la que está en tela de juicio".

Defender nítidamente nuestra Constitución contradice ese pensamiento

El pasado martes Mariano Rajoy, presidente del Gobierno, decía de manera contundente: "Los artículos 1 y 2 de la Constitución, España y la soberanía nacional no son negociables".

En un artículo mío anterior, "Defender España desde el centro-derecha", dije que las tres ideas fuertes de un centro-derecha español del siglo XXI serían la defensa de la Soberanía Nacional (Articulo 1 de la Constitución española); Defensa de la Patria Común, de la realidad histórica y comunitaria de España (Articulo 2 de la Constitución española); El Reformismo del Estado para que seamos una nación competitiva en un mundo global.

Muchos políticos quieren ignorar un hecho fundamental que declara nuestra Constitución en su artículo 2 y es que nuestra "Constitución se FUNDAMENTA en la indisoluble unidad de la Nación española, patria común e indivisible de todos los españoles".

Este fue un empeño de varios juristas de la transición, pero sobre todo de uno de los padres de nuestra Constitución, Gabriel Cisneros, miembro en sus tiempos de UCD y posteriormente alto cargo del PP.

Casualmente el héroe de la izquierda aberzale, Arnaldo Otegi, miembro de ETA, fue encausado por el intento de secuestro de Cisneros en 1979, del que Don Gabriel escapó milagrosamente a pesar de recibir un impacto de bala, resultando herido de gravedad en el estómago y en la pierna izquierda.

Santiago Abascal, contaba en un artículo en La Razón, ese empeño de Gabriel Cisneros en la redacción del artículo 2 de la Constitución Española de la siguiente manera:

"Hace pocos meses me contó lo que tuvo que pelear para que el actual artículo 2 de nuestra Constitución incluyera el «se» –la redacción inicial no lo hacía – para finalmente proclamar que «la Constitución se fundamenta en la indisoluble unidad de la Nación española», y no al revés. La diferencia era esencial. Mientras que en el borrador primero la Constitución fundamentaba la unidad, en la propuesta de Gabi –la que venció – la Constitución se fundaba sobre la unidad previa de España. Y es que antes que un gran constitucionalista, como le reconocen ahora sus adversarios y enemigos, fue un gran patriota español."

Mariano Rajoy, como homenaje a su labor como Padre de la Constitución dijo "La Constitución sigue ahí, Gabriel Cisneros, por tanto, sigue con nosotros".

España es previa a la Constitución

Esta declaración de nuestro artículo 2 viene a afirmar que la nación española es patria común de todos los españoles, su existencia es previa como comunidad humana e histórica unida porque fundamenta nuestro texto legal. Es la nación histórica española, la patria común preexistente, la que decide hacerse nación política y por lo tanto fundamentar nuestra Constitución.

El no reconocer la identidad histórica de España, la patria común española que fue la de Quevedo, de Ignacio de Loyola, de Balmes, de los héroes del 2 de mayo, de Cervantes o de los defensores de Gerona, dejaría nuestra Constitución sin fundamento.

Asumir la identidad de España no es incompatible con afirmar la nación de ciudadanos libres y la igualdad entre los españoles que afirma nuestra Constitución en su artículo 14, este texto asume la nación de ciudadanos españoles libres e iguales por encima de territorios; la existencia de diversas identidades regionales tampoco es algo incompatible con la patria común española sino fuente de su riqueza, siempre que no sean identidades con ideas falsas que nieguen la existencia de España como hace el PNV, CIU, Bildu o ERC; tampoco la diversidad de España será incompatible con la solidaridad territorial ni con un sistema fiscal justo para toda la nación sin diferencias ni privilegios como dice el artículo 138 de nuestra Constitución.

Los denominados partidos nacionalistas defienden una interpretación de la identidad delirante pues interpretan esa identidad políticamente en sentido separatista, arrojadizo frente a los otros, basándose en mentiras y falseamientos históricos que pretenden dotar a sus regiones de personalidad nacional enfrentada a la unidad de España. Por eso en muchos casos son violentos, excluyentes, totalitarios y hasta terroristas, porque pretenden imponer una ideología que retuerce la verdad en beneficio de sus intereses políticos.

Defender España no es defender, como dice Fernando Savater y sus nuevas variantes progres, una idea "para fanáticos y semicuras", sino defender pura y simplemente el fundamento de nuestra Constitución.

No obstante desde el centro-derecha, como síntesis de lo mejor del pensamiento conservador y liberal, y alejándonos del pragmatismo progre de Savater y compañía, se deben respetar también los mensajes de personajes fundamentales de la historia universal como Juan Pablo II, que expresaba en su libro "Memoria e Identidad" un elogio al patriotismo:

"En efecto, el nacionalismo se caracteriza por que reconoce y pretende únicamente el bien de su propia nación, sin contar con los derechos de los demás. Por el contrario, el patriotismo, en cuanto amor a la patria, reconoce a todas las demás naciones los mismo derechos que reclama para la propia y, por tanto, es un amor social ordenado".

Al fin y al cabo tanto el nacionalismo excluyente expresado como el individualismo de una colectividad, como el globalismo internacionalista radical, son hijos de la peor modernidad que tuvo sus peores consecuencias en el siglo XX.

Defender la patria española es obligado para defender nuestra Constitución

Por todo lo anterior las siguientes frases de máximos dirigentes del PP van más acordes con el espíritu de nuestra Constitución que las elucubraciones de Savater y sus seguidores:

"España busca una senda de unidad que la haga fuerte frente a las adversidades", "Ninguna identidad pierde fuerza por formar parte de una corriente común", tenemos una "fe indeclinable en el porvenir de la nación", Mariano Rajoy.

"…el corazón de España tiene una parte catalana única y especial, que es un referente. Eso es parte de la propia esencia de ser y sentirse español", María Dolores de Cospedal.

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 Ricardo Chamorro Delmo