jueves, 12 de diciembre de 2013

El error de la descentralización educativa según Cospedal


 
VIENTO DE LA MANCHA     RICARDO CHAMORRO
VIENTO DE LA MANCHA

El error de la descentralización educativa según Cospedal
   
12/12/2013 .    

El miércoles de esta semana, la presidenta de Castilla-La Mancha, Cospedal, afirmó en Toledo, en unas jornadas de ABC, que "fue un error" la transferencia de las competencias de educación a las Comunidades Autónomas, pues el modelo educativo es una de las principales "fortalezas" de un país.

Esta misma semana, en el diario ABC, la presidenta del PP de Madrid, Esperanza Aguirre, considera, en un artículo sobre la Constitución, que hubiera sido necesario que existieran diferentes grados de transferencias, respecto del resto de autonomías, para Cataluña, País Vasco o quizás Galicia, atacando "el café para todos" como una de las causas del secesionismo. El planteamiento de Aguirre también lo asume José Bono (PSOE) o Zapatero en distintas conferencias, este último pide una reforma constitucional hacia un Estado que garantice la igualdad pero que afirme unas diferencias o singularidades por territorios, aprovechando el término que aparece en la Constitución de "nacionalidades". Un estatus diferenciado dentro del Estado cediendo por lo tanto a unos dogmas históricos inventados por la ideología separatista.

Si se cediera en el aspecto anterior asumiríamos que las Comunidades Autónomas, como entidades pertenecientes a la administración territorial del Estado, no son solo herramientas para garantizar derechos de los ciudadanos españoles sino que vendrían cumplir, en determinados casos, una función, mas allá de simbolizar la pluralidad histórico-cultural de España, en relación a unas determinadas identidades diferenciadas bajo el prisma ideológico e histórico del separatismo, lo cual contradice la propia historia de España y nuestra propia historia Constitucional desde 1812.

Particularidades forales, historias propias, o tradiciones regionales existen o existieron en toda España, pero la unidad de la nación y de un Estado soberano llamado España, es una realidad indiscutible como mínimo desde desde el renacimiento.

El sentido Constitucional de las autonomías

Como ya señalé en mi artículo de la semana pasada, "el Estado autonómico nació para asegurar el reconocimiento político y simbólico de la pluralidad histórica y cultural de la Nación y para modernizar y descentralizar la Administración, no para transformar España en una Confederación de naciones soberanas en trance de disolución. El objetivo del Estado de las Autonomías, tal como lo concibieron los constituyentes, es la configuración de un Estado unitario de base nacional fuertemente descentralizado en el que, junto al autogobierno de las Comunidades, se sostiene en todo momento y circunstancia la primacía del interés general sobre los particulares de grupos o territorios".

La educación es fundamental para cohesionar España

La materia de educación es fundamental para la integración y cohesión del conjunto de España. Ciertamente fue una ingenuidad pensar, a finales de los 90, que la cesión de las transferencias de educación y sanidad cerraba el proceso autonómico. Las comunidades gobernadas por nacionalistas separatistas son insaciables, pues la base de su ideología es la negación de España como nación y la descentralización como dogma así como paso previo a la separación.

La transferencia de las competencias educativas en todos los niveles (educación primaria, secundaria y universitaria) y la implantación de políticas lingüísticas en determinadas Comunidades Autónomas en detrimento del castellano, lengua española oficial del Estado, junto con la práctica ausencia de ejercicio de las potestades de éste para la alta inspección del sistema de enseñanza, han conducido a la fragmentación de buena parte de los contenidos educativos y a la coexistencia en el territorio español de sistemas de enseñanza distintos, y aún opuestos. Se produce así un daño a la calidad del sistema en su conjunto y, también, a su capacidad de proporcionar a los alumnos el conocimiento adecuado de la realidad histórica de la comunidad política nacional a la que pertenecen, España, que incluye y trasciende a la Comunidad Autónoma en la que residen.

La reciente y polémica LOMCE del ministro Wert veremos si suple algunos de los problemas que tenemos en España en esta materia, lo que está claro es que nuestros gobernantes no pueden ser fatalistas y deben tomar decisiones políticas pues nada es irreversible. Defender los objetivos de la LOMCE en todos los ámbitos educativos debería ser prioridad política del Partido Popular.

Cospedal ante la reforma Constitucional

María Dolores Cospedal dijo en el acto de celebración de los 35 años de Constitución en Toledo de la semana pasada que "sin soberanía no hay democracia y sin democracia no hay estado de derecho; porque no es una contradicción un estado unitario y a la vez fuertemente descentralizado. No debemos mirarnos en proyectos fracasados que sólo generan la desunión entre los españoles"… "es español el que siente el orgullo de una tradición de siglos y tiene fe de orgullo colectivo. Es español el que es plenamente consciente de que si constantemente se vapulea a España y se pone en tela de juicio lo que somos, peligra nuestra patria."

Cospedal fue clara ante la petición de reforma constitucional "no es el momento de abrir una puerta que no sabemos hacia dónde nos va a llevar y sin saber hacia dónde queremos ir". Y dijo que la propuesta de reforma "solo obedece a problemas internos" de determinadas formaciones políticas y gobiernos. "El consenso alcanzado en 1978 terminaría hoy si nos embarcásemos en esta aventura por desestabilizar el marco jurídico fundamental".

Una reforma de la Constitución no puede hacerse para contentar al nacionalismo

El Estado autonómico tal y como hoy todavía lo reconocemos ha sido, en definitiva, más el resultado de la generalización del proceso de implantación de las Comunidades Autónomas a partir de 1981, de la jurisprudencia dictada desde entonces por el Tribunal Constitucional y de la influencia de los partidos nacionalistas en la formación de las mayorías parlamentarias entre 1993 y 2000 que de un modelo directamente extraído de los preceptos constitucionales.

La influencia de los nacionalistas y los desarrollos estatutarios en clave no nacional han traído los problemas administrativos que estamos sufriendo en la España de las autonomías, esto se está agravando con la crisis económica y se agravara aun más ante la disminución de los fondos europeos. La descentralización o recentralización de competencias debería seguir criterios prácticos de eficiencia en la garantía de los derechos y servicios de los ciudadanos, el dogma de que solo la descentralización es positiva es un criterio ideológico basado precisamente en el separatismo.

Los desafíos separatistas en Cataluña o País Vasco parecen ser las razones de mayor peso para que a algunos les hayan entrado las prisas de la reforma constitucional, lo cual es grave y sigue la dinámica descrita anteriormente, los nacionalistas son los que llevan la delantera arrastrando al resto. Como escribí la semana pasada la reforma Constitucional debería, en su caso, reforzar la Nación española por parte de los dos grandes partidos, jamás plegarse a los intereses de los que quieren destruir la nación. El consenso y el dialogo nunca puede versar sobre la esencia de la nación española, no cabe discusión sobre ello pues a pesar de los relativistas patológicos España no debería ser discutida ni discutible a estas alturas.

O el Estado español recupera protagonismo en beneficio de sus ciudadanos o los españoles lo pasaran mal.

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