lunes, 10 de agosto de 2015
Grecia, España y la soberanía
Grecia, España y la soberanía
02/07/2015 .
La psicosis se ha apoderado de la política europea a causa de la crisis griega. Toda esta semana estamos escuchando distintas opiniones poco acertadas del problema. Lo que ocurre en Grecia y en la UE, no es sólo un problema financiero y muy pocos profundizan.
Lo que estamos viviendo es un problema geopolítico de envergadura que deja al descubierto la propia endeblez de la estructura política de la UE, a la que las naciones europeas hemos cedido importantes dosis de soberanía, y su carácter instrumental como satélite de EEUU. Es significativa la reacción de Grecia reivindicando la clásica definición democrática de soberanía nacional que crea contradicciones entre la concepción tradicional del derecho internacional y los intereses modernos de la política internacional. También es importante el descubrimiento de que el concepto de mercado libre global es utilizado por la política siempre, y que su libertad es escasa, pues atiende a intereses políticos concretos geoestratégicos, aunque es cierto que no es totalmente controlable por la propia democratización del mercado, lo cierto es que la finanza se convierte, en muchas ocasiones, en un arma política de poder y de control.
El debate de la Soberanía Nacional en España
En la política española la discusión política sobre este tema esta aún verde, aunque algunos lo tienen claro, como Margallo del PP: "Hablar de soberanía nacional es una estupidez".
Los de Podemos dicen ser los hermanos de Syriza en España, pero su defensa de la soberanía nacional es contradictoria al cuestionar la propia integridad territorial de la nación española y que se trocee la propia soberanía asumiendo los falsos dogmas del separatismo nacionalista, algo impensable en Grecia.
Los del PSOE consideran discutida y discutible la nación española, mientras que se han entusiasmado con la cesión de soberanía al exterior y con la cesión de poder interior a las autonomías.
Los de UPyD reivindican la soberanía nacional de manera puramente jacobina frente a los nacionalistas en el interior, pero son firmes defensores de la cesión de la soberanía al exterior.
La visión de Ciudadanos es una mezcla de todas las anteriores.
Una vía que defienda la soberanía nacional, y la dignidad de los españoles
Hay otra vía política que esta aun por fortalecerse en España:
-Reivindicar la soberanía política y nacional.
-Hacer compatible esa reafirmación, en un mundo global, con grandes estructuras políticas con vínculos comunitarios como Europa.
-Combatir el totalitarismo burocrático estatal que canceriza a la sociedad civil.
Esta vía tendría encaje defendiendo nuestra propia Constitución, lo asombroso es que nadie lo haga.
En 2013 escribí un artículo en este digital denominado "Defender España desde el centro-derecha", en el mismo definía tres puntos importantes de un centro-derecha de valores y con ideas nacionales. Sigo manteniendo hoy la importancia de defender esos valores, y muchos más ante los últimos acontecimientos y el recrudecimiento de la crisis:
"En el centro-derecha, y en mi humilde opinión, deberían tenerse muy presentes tres puntos políticos que resumen el espíritu de nuestra Constitución y que deberían presentarse como fundamentales para la España del Siglo XXI:
-La patria común es España: "La Nación española es la patria común e indivisible de todos los españoles" (Artículo 2 de la Constitución Española).
La Constitución se fundamenta en ella, es decir la nación es previa y tiene una identidad histórica, comunitaria, humana y cultural indisoluble donde la diversidad regional forma parte de su riqueza. España es ante todo y sobre todo una realidad que se ha proyectado en la Historia. El Estado debe fomentar los lazos de unión, las identidades regionales jamás han estado enfrentadas a la identidad de España hasta que una ideología nacionalista y separadora ha pretendido imponer una historia inventada desde finales del siglo XIX. Las Comunidades Autónomas son entes administrativos, que forman parte del Estado, y que existen para garantizar derechos ciudadanos, en ningún caso deben ser utilizadas para crear organismos basados en ideologías que atenten al bien común.
-Soberanía: La soberanía nacional reside en el pueblo español, del que emanan los poderes del Estado (artículo 1.2 de la Constitución Española).
La soberanía nacional es un concepto que le da todo el poder a la nación, es decir a los ciudadanos. Hace pertenecer la soberanía a la nación, una entidad abstracta y única, vinculada normalmente a un espacio físico (la "tierra patria"), a la que pertenecen los ciudadanos presentes tanto como los pasados y futuros, y se define como superior a los individuos que la componen.
La formulación que se acuñó en el artículo 3 de la Declaración de los Derechos del Hombre y del Ciudadano (Revolución Francesa) determinó que "toda soberanía reside esencialmente en la nación". Así la soberanía nacional se concebirá como una, indivisible e inalienable, que no puede confundirse con los individuos que la conforman.
-Reformismo para liberar al ciudadano: Para que España sea competitiva en un mundo global es necesario hacer las reformas pertinentes para que seamos una nación adaptada a los tiempos y, a la vez, se mantengan los servicios y derechos de los ciudadanos.
La administración del Estado ha de estar al servicio de la Nación, no los ciudadanos al servicio del Estado. La actual estructura administrativa y autonómica esta en parte anquilosada y todo lo que sea mantener el armatoste por falta de valentía es un lastre. La reforma debe afectar a todas las administraciones del Estado, no se puede recortar en Castilla-La Mancha mientras se permite en Cataluña el despilfarro.
El PSOE resurge como el ave Fénix
El PSOE resurge como el ave Fénix
25/06/2015 .
Después de las elecciones autonómicas y municipales el PSOE resurge, cual ave Fénix, envuelto en una gran bandera de España de cara a las generales.
Sin que nadie lo pudiera esperar, con un PSOE moribundo en 2011, este partido hoy se coloca en el centro del tablero político aupado por la torpeza de Rajoy.
El PSOE tiene a Ciudadanos a su vera social-liberal y Podemos a su izquierda, con ambos puede pactar. Ambos partidos que flanquean al PSOE a diestra y siniestra, representan dos caras de un espectro político progresista, unos (Ciudadanos) más cercanos a la social-liberalismo de Boyer, Solchaga o Felipe Gonzalez, y el otro (Podemos) cercanos a la versión más radical zapaterista.
El PSOE ha minado, junto a Ciudadanos y Podemos, el poder territorial del PP y ahora se dispone rematarlo en las generales.
El PP aparece bloqueado, por la tensión ante la pérdida de poder, amenazado por la corrupción, acorralado por los medios y con el rumbo poco claro.
El antaño contenedor político de las opciones liberal-conservadoras, PP, ha sido expulsado al rincón del tablero, su marginación política es evidente y su descalabro posiblemente inminente.
Es impresionante cómo cambian las cosas en democracia, en cuatro años, dependiendo de la acción política. Algunos decían que la política había muerto y que lo importante era la tecnocracia, hace tiempo que comprobamos que eso no es así y a los hechos nos podemos remitir.
El PSOE siempre aprovecha su situación en clave política
El PSOE ha aprovechado, de manera inteligente, su propia debilidad en 2011 después de ZP y la división de su espectro político en beneficio propio, dando la vuelta a las débiles estrategias del PP. En primer lugar obteniendo margen de tiempo para rearmarse y renovar su imagen, en segundo lugar para apoyarse en Ciudadanos y Podemos, para arrebatar todo el poder territorial al PP, y tercero para proponerse como una opción de estabilidad de cara a las generales.
El espectro liberal-conservador noqueado
Por otra parte la falta de defensa de las ideas liberal-conservadoras por parte del PP, han modificado el tablero hacia la izquierda. Actualmente los planteamientos políticos en España son social-democracia con tintes liberales (Ciudadanos), socialdemocracia (PSOE) y marxistas con tintes socialdemócratas (Podemos).
Tampoco hay que olvidar que la oligarquía económica ibérica, importante protagonista en la sombra, desde tiempos remotos, de todos los cambios políticos de España, siempre ha sido intervencionista y ha preferido, para cuidar el redil, al progresismo social-demócrata que a un liberalismo conservador que luchara realmente por devolver poder a la Sociedad Civil.
Las ideas clásicas de la derecha española están fuera de juego, pues el PP de Rajoy ha preferido acercarse al progresismo marginando el propio espacio político natural. "Si alguien se quiere ir al partido liberal o al conservador, que se vaya" decía Mariano en 2008, algunos se fueron y fundaron VOX.
Los partidos de la derecha vuelven a la odisea en el desierto, vivido en los ochenta, gracias a un Rajoy, de perfil provinciano, que desde su juventud, influenciado por "El crepúsculo de las ideologías" de Fernando de la Mora y sus propias circunstancias rodeado de tecnócratas, siempre creyó que la tecnocracia, la gestión de lo que hay, es lo importante despreciando la batalla de las ideas políticas o las reformas de calado.
Y de esta manera, nos encontramos con el panorama político de principios de verano de 2015. Malos tiempos para la derecha.
La caída de la derecha según Gramsci
La caída de la derecha según Gramsci
19/06/2015 .
Antonio Gramsci nació en Cerdeña en 1891 y murió en Roma el 27 de abril de 1937. Fue un político, pedagogo, filósofo y teórico marxista italiano. Llegado a Turín en 1911, se hace miembro del Partido Socialista, y más tarde del comunista, del que llegaría a ser uno de los principales representantes durante los años veinte.
La gran aportación política filosófica de Gramsci se puede resumir en la siguiente frase: "Donde reina una atmósfera cultural específica, no es posible la toma del poder político sin ocupar antes el poder cultural".
Por ello el planteamiento de este político era, a diferencia de los comunistas rusos, que el poder cultural es superior al poder del Estado para hacer la revolución.
Para Gramsci la subversión política no crea una situación, sólo la consagra. "Un grupo social puede e incluso debe ser ya dirigente antes de haber conquistado el poder gubernamental: es una de las condiciones esenciales para la conquista de ese poder".
España en el imaginario
El trabajo de la izquierda para asentar esa superioridad moral ha sido constante desde hace tres décadas en España. Alfonso Guerra ya dijo que "a España no la iba a conocer ni la madre que la parió".
Las políticas en educación, sociedad y cultura han ido orientadas, los 23 años de socialismo, por esa voluntad gramsciana de cambiar la sociedad a largo plazo a través de la hegemonía del poder cultural. En frente se han encontrado muy poco y muy acomplejado.
La izquierda, de manera coherente, ha luchado por el mantenimiento del monopolio cultural, con uñas y dientes, acabando con cualquier resistencia en el camino.
Frente a ese empuje de la izquierda, la derecha tuvo un momento de reacción en la segunda legislatura de Aznar y, sobre todo, en las dos legislaturas de Zapatero, donde hubo una reactivación de respuesta social, mediática y cultural de la derecha social frente a las políticas de ingeniería social de ZP.
Esa derecha social en la calel fue el salvavidas del Partido Popular después de la derrota política posterior al 11 de marzo, sin ella el Partido Popular hubiera desaparecido bajo la bota de Zapatero.
A partir de la victoria descomunal de 2011 de Rajoy, el propio PP comienza a dilapidar todos los resquicios culturales de resistencia política y social de esa derecha en la que se había apoyado. El PP asume todo el plantel ideológico de Zapatero, no derogando absolutamente nada. El PP desprecia a todos los Movimientos Cívicos netamente de derechas y asume el ambiente cultural progresista, así como sus valores.
Políticos tecnócratas y grises, consideraron que la lucha cultural, la batalla de las ideas es una batalla absurda, en un mundo donde lo importante es únicamente la economía, consideran que defender valores es incomodo y además perjudica los negocios pues lo importante es que esto siga sin conflictos.
Y con el anterior pensamiento de una derechita centrista, absurda, apolillada, acomplejada y cobarde, hemos desembocado en la España de 2015 donde el PP es un pollo sin cabeza, bloqueado ante su derrumbe.
En frente tenemos una izquierda, que es postmoderna y radical, que controla culturalmente España, que ha recuperado brutalmente poder político municipal y autonómico, y que tiene una estrategia clara de frente común para conquistar el Estado en las generales.
Gramsci tenía razón y sus correligionarios le hicieron caso. Otros sólo leen el Marca.
El PP se desploma en Ciudad Real y en España
El PP se desploma en Ciudad Real y en España
11/06/2015 .
El Partido Popular en la provincia de Ciudad Real ha sufrido el mayor descalabro de la región. La provincia ha sido determinante para que Cospedal pierda la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha. En todas las localidades donde se ha perdido el gobierno del PP, los votos a Cospedal han sido mayores que los votos a los dirigentes locales.
La autocritica de los dirigentes provinciales populares, después de las declaraciones de esta semana en Ciudad Real, ha sido nula, su superficialidad a la hora de analizar la debacle es palmaria. Imagino que sus afiliados, votantes y simpatizantes estarán alucinando.
El Partido Popular ha tirado por el desagüe una mayoría absoluta, salpimentada de políticas no ilusionantes, casos de corrupción y de incumplimientos programáticos. Por lo tanto buscar culpables y justificaciones donde no las hay, escenifica una mediocridad política que en la actual situación no se les debería permitir.
¿Sociedad hacia la izquierda?
Algunos dicen que el cambio de la sociedad ha hecho cambiar el sentido del voto. ¿Tanto cambia una sociedad en cuatro años para tumbar una mayoría absoluta tan contundente como la de 2011?
Estos análisis simplistas suelen venir de aquellos a los que les aterra mirarse al espejo de su propia realidad política, por complejos ante la izquierda. La falta de valentía en la defensa de valores es la que debilita siempre una posición política frente al adversario, si además eludes moverte en los márgenes de confrontación de ideas habituales y estas, como en otra dimensión, haciendo sólo números para cuatro burócratas, tu marca se desploma.
El resto de partidos, que tanto los medios de comunicación como los poderes económicos califican de alternativa, son de izquierdas, desde progresistas moderados como Ciudadanos o UPyD, la izquierda de PSOE, hasta la radical de Podemos o Ganemos.
Es evidente para el PP que el espacio político centro progresista al que le empujaba la élite tertuliana televisiva y los elementos más progres del partido, aupados por la actual cúpula, ha sido un fracaso electoral, pues ese espacio ha sido ocupado por Ciudadanos.
Las políticas en la línea socialdemócrata-neoliberal han producido el efecto contrario que se pretendía, los votantes que creían captar con estas políticas, y con los incumplimientos programáticos que consideraban de poca rentabilidad política (Derecho a la vida, memoria histórica, ideología de género, impuestos), se han ido a Ciudadanos que aparece en esa línea progresista, captando también numerosos votos del PSOE.
Los votantes tradicionales del centro derecha social, con valores liberal-conservadores, han votado al PP tapándose la nariz, o se han abstenido en su mayoría, o han comenzado a ver, tímidamente, con simpatía a fuerzas de centro derecha que aparecen en el panorama político, con un programa claro en valores, como VOX, el partido de José Antonio Ortega Lara.
El panorama actual
Ante un cuestionamiento del sistema tan palpable, con adversarios de una izquierda tan ideologizada en frente, es evidente que, o las posturas políticas se clarifican, al margen de esa ambigüedad centrista, gris y equidistante, o existe para el partido del gobierno el riesgo de desaparecer como entidad política, como ya le ocurrió a la UCD.
Así lo describe Lorenzo Bernaldo de Quiros en su libro "Por una derecha liberal": "El final de los sistemas de partidos cuyo eje es un centro mayoritario es la radicalización o la desaparición de aquel, absorbido o desbordado por la izquierda y por la derecha. Así le sucedió al Zentrum en la Alemania de la República de Weimar, al Movimiento Republicano Popular (MRP) en la IV República francesa o al Partido Radical en Chile..."
El espectáculo político es espeluznante para aquellos que creemos en los principios de España y la Libertad. La sorpresa es aún mayor ante la poca crítica de los dirigentes políticos que han llevado a la derecha social española al precipicio más grande desde los años 80.
Algunos seguiremos en la faena, trataremos de tener voz, para que el verdadero cambio en España, ante el consenso socialdemócrata-progre, viejo y casposo, de más de tres décadas que no nos deja respirar como Sociedad Civil, se produzca alguna vez en nuestra querida nación.
El PP en el centro de la nada
El PP en el centro de la nada
29/05/2015 .
Andan en el Partido Popular desencajados por la pérdida de prácticamente todo el poder autonómico y local en estas elecciones, y no es para menos.
Dos millones y medio de votantes perdidos no son una tontería.
Hablan de desgaste por gobernar, hablan de la herencia del PSOE que les obligaba a la austeridad, hablan de los votos perdidos hacia el centro progresista (CIUDADANOS), hablan de votos perdidos a la derecha (VOX), hablan de que en las generales volverá la cordura…
Pero no hablan de lo importante, no hablan de la percepción que tiene su anterior base social, no hablan de que la causa de su derrota es su incapacidad para movilizar a sus votantes por una política tecnocrática e insípida, no dicen que Mariano está escribiendo el epitafio del PP como anterior contenedor de la derecha política española.
La combinación Arriola-Rajoy, junto a los nuevas promesas progres populares, ha sido letal para el Partido Popular, todo ello unido a su decimo viaje al centro, al centro de la nada sería mejor decir en las actuales circunstancias.
Por ahí los jóvenes pepitos grillos, muy progres todos ellos, siguen diciendo que el problema es que todavía no son percibidos como un partido de centro, y hay que insistir en ello.
Antonio Burgos escribe esta semana en ABC un artículo clarificador, señala cual ha sido el camino del fin del PP y su protagonista Pedro Arriola como representante del ala progre del Partido Popular. Ese sector progre que ha sido aupado a la cúpula por Rajoy, siendo los grandes responsables de lo que se está viviendo este 2015 como convulsión en la derecha social española.
Artículo de Antonio Burgos en ABC (http://www.abc.es/lasfirmasdeabc/20150528/abci-enhorabuena-arriola-201505271502.html#.VWa30_gsEP8.facebook):
"Usted (refiriéndose a Arriola) introdujo unos principios completamente nuevos en la praxis política, que quienes les pagaban un dineral por sus asesoramientos han seguido al pie de la letra, a saber:
1. Hay que gobernar contra los propios votantes.
2. Hay que ocultar lo que se es. La derecha debe parecerse lo menos posible a la derecha, de lo que hay que avergonzarse y ocultar. Cuanto más acomplejada, mejor.
Y lo hizo usted de cine. De cine de Almodóvar, claro, que es de ellos. Sus pasos hacia la destrucción del PP fueron perfectos: no derogar una sola ley de las que aprobó Zapatero para la perdición de España, empezando por el Plan Hidrológico, la Enseñanza o la Memoria Histórica; complacer a los separatistas catalanes cuanto más se pudiere; poner en la calle el mayor número posible de asesinos etarras; ignorar por completo a las víctimas del terrorismo; disimular, mirar para otro lado y silbar «Paquito el Chocolatero» si pedían la derogación de la ley del Aborto; conseguir que, hartos de coles, se fueran del partido líderes de la valía de Jaime Mayor Oreja; no desmantelar en absoluto la tela de araña que dejó el zapaterismo montada en la Justicia, en la Enseñanza, en los Medios de Comunicación; no defender llegado el caso, los símbolos de la Patria cual la bandera y la Marcha Real; seguir marginando a las Fuerzas Armadas; estar a papitos con la intelectualidad Visa Oro de izquierda y despreciar a quienes representan la verdad del pensamiento liberal. Y recortar todo lo recortable. Y subir los impuestos. Y explicarlo de forma que salgan unos editoriales tela elogiosos en Financial Times y en Wall Street Journal, pero que los españoles en paro o con su empresa en concurso de acreedores no se enteren ni de papa del presunto esplendor económico y del fin de la crisis. Ah, y llegadas las elecciones andaluzas, para que no fuera a ocurrir otra vez lo de Arenas, que ganó, pero no lo dejó gobernar el Pacto del No de la izquierda, poner a un absoluto desconocido, y a dedo desde Madrid. Y mucha blandenguería en Rajoy. Y mucho pasteleo babosete. Y de echar a esa máquina de perder votos que se llama Montoro, ni mijita.
Así que, enhorabuena, señor Arriola. Ha conseguido usted, en compañía de su abortista esposa, la del Candy Crush y la bronca al chófer, y con la inestimable colaboración de su aventajadísimo alumno Rajoy, cargarse el PP con mucho cuidadito. Y, con él, la esperanza (no precisamente Aguirre) de diez millones de españoles. Los dos millones y medio de votos perdidos ahora van a ser nada cuando lleguen las generales, ante las que le envío ya mi felicitación por adelantado, porque ha ordenado usted a Rajoy que nada cambie para que todo siga derechito, derechito hacia el desastre final. «Quod erat demonstrandum»"
Un respeto a nuestros mayores
Un respeto a nuestros mayores
14/05/2015 .
Desde hace tiempo se viene dando una sobrevaloración de la juventud que ha dado el salto a la política. Las últimas declaraciones de Albert Rivera asegurando que la regeneración democrática sólo pueden hacerla aquellos que hemos nacido después de 1978 se suman a este aluvión.
Pero somos muchos los jóvenes (y menos jóvenes) que respetamos a la generación de nuestros padres y abuelos. Que valoramos la importancia de la experiencia, la prudencia, la reflexión que dan los años. Y, desde luego, que nos quedamos con los ejemplos positivos que han sido fundamentales para España. Para sus pueblos y ciudades.
Gracias al sacrificio y tesón de las generaciones precedentes podemos gozar de una aceptable formación académica, de una democracia y de unas libertades básicas.
Pero desde el partido donde milito, VOX, reconocemos que más allá de eso el proceso demográfico de envejecimiento que sufrimos va a dejar a la sobrevalorada juventud reducida a su mínima expresión.
Por eso creo que se ha de apostar por políticas que defiendan la viabilidad del estado del bienestar que tanto sacrificio ha costado a nuestros mayores conseguir. Y que serán las generaciones futuras las llamadas a sostener y defender. Más allá del enfrentamiento generacional que algunos parecen alentar.
Apoyando a las familias, ayudando a la conciliación, promoviendo políticas de defensa de los más débiles o de los dependientes se demuestra el rostro humano de la política. Esa ha de ser la principal motivación para los que se dediquen a la res pública.
Y por eso también se ha de resaltar la necesaria cooperación de todos para tener unas ciudades más habitables. Dónde los mayores tengan un mobiliario urbano adaptado a sus necesidades de movilidad. Donde los jóvenes pueden completar su formación y encuentren una oferta laboral digna. Todo ello vendrá dado por el cambio en ciertos parámetros mentales que pretenden apartar a la gente mayor ignorando la creciente aportación que realizan en nuestra sociedad (voluntariado, conciliación de la vida familiar, ayuda económica directa, cuidado de dependientes, etc.).
Sólo respetando y reconociendo la labor actual y el legado de nuestros mayores una sociedad tiene futuro. A ellos debemos mucho y es mucho lo que pueden aportar.
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