lunes, 28 de diciembre de 2015

Turquía no es Europa

 
Turquía no es Europa
   
30/11/2015 .    

El conflicto de Siria con el Estado Islámico es incomprensible sin tener en cuenta los anhelos estratégicos de Turquía.

El pasado jueves el diario ABC nos recordaba que en agosto de 2014, el Washington Post citaba un comandante del ISIS de la siguiente manera: «La mayoría de los combatientes que se nos unieron al principio de la guerra vinieron a través de Turquía, así como nuestros equipamientos y suministros» http://www.abc.es/internacional/abci-turquia-y-relacion-autodenominado-estado-201511260845_noticia.html.

Turquía siempre recordando las glorias del imperio Otomano, ese imperio al que se enfrentaron europeos insignes como Miguel de Cervantes, Juan de Austria o el contemporáneo Lawrence de Arabia.

Ese imperio, de raíz islámica, que se forjó robando a Europa su parte oriental, esa que llamábamos Bizancio y que tenía como capital Constantinopla. Qué bien relata el escritor austriaco de origen judío, Stefan Zweig, esa última misa en Santa Sofía antes de caer Constantinopla.

Miguel de Cervantes ya calificaba a este imperio como violento en el siglo XVI “Todo va como digo, todo este imperio es violento, señal que prometía no ser durable”.

¿Turquía es Europa?

Europa es una realidad cultural; en cierto momento y en cierta medida coincidieron la geografía física y la humana, pero no ahora. Y la Unión Europea, si desea ser algo más que un mercado, debe pensar más en los hombres y las mujeres que en los números, los ríos, los mares y las montañas.

Si Europa fuese un mercado sólo habría que evaluar cifras para aceptar o rechazar formas institucionales y adhesiones; y nadie rechazaría un mercado joven como el turco. Pero aunque se empeñen aquellos que pretenden suculentos negocios o avanzar en sus planes geoestratégicos, al margen de la UE o con su complicidad suicida, Turquía no es Europa y mucho menos dirigida por Erdogan. 

Los europeos de la vieja Unión, de los Doce, de los Quince, están todavía moralmente lastrados por el Muro de Berlín. En el fondo, aquel experimento diabólico convenía a las dos partes de la barrera, porque si a un lado se consolidaba la tiranía comunista al otro, precisamente como efecto del Muro, quedaba legitimada la utopía consumista. Mucha riqueza, es cierto, y mucha libertad, pero sólo en lo material.

Europa se tiene que liberar de la sombra del muro y por lo tanto coger la rienda de su destino al margen de intereses ajenos.

¿Y Rusia es Europa?

Es evidente que entre Tarifa y Tánger hay una distancia humana y cultural difícilmente salvable, distancia que con la muy rusa ciudad de San Petersburgo no existe, a pesar de los miles de kilómetros.

En un artículo del Diario Exterior de 2004 se afirmaba rotundamente: “Rusia es Europa, y si la U.E. quiere ser Europa ha de asumir que Turquía jamás podrá ingresar como socio, y que Rusia habrá de hacerlo antes o después. La única alternativa a que así sea es la rivalidad y el enfrentamiento. Y, ciertamente, si ya la hostilidad entre algunos grandes países europeos y la nueva Europa norteamericana es en sí misma suicida, un enfrentamiento entre esos mismos países y la nueva Europa rusa –hasta Vladivostok- sería, sencillamente, imbécil” http://www.eldiarioexterior.com/rusia-y-espana-fronteras-de-1007.htm.

Lo que estamos viviendo en Oriente será decisivo para el futuro de Europa y de todo occidente. El egoísmo de Francia, Inglaterra o Alemania, unido a Turquía o EEUU, unido también a los intereses imperialistas de Moscú, todo ello se interpone entre esa gran Europa que fundó América y que podría llegar hasta Vladivostok.

España, Italia o Grecia tienen mucho que aportar en este conflicto, aunque pretendan marginarlas.

Turquía puede ser un gran socio para la OTAN, un mercado emergente y una gran potencia, pero no es Europa, aunque quiera serlo, y difícilmente lo será a pesar de la UE. En cambio Rusia, aunque no quiere ser Europa, aunque la UE los rechaza, lo es, paradigmas de la vida. La guerra nos señala la necesidad de reflexionar, volver al origen y replantearnos quien somos y a donde vamos.

No hay comentarios:

Publicar un comentario