Page y Puigdemont, dos visiones diferentes
   
30/01/2017 .    

Esta pasada semana pudimos ver la polémica relativa al viaje a Bruselas de una delegación de la Generalitat para hacer apología del proceso de ruptura con España que tiene pensado ese gobierno regional.

La repercusión que ha tenido dicho viaje en medios internacionales ha sido mínima y patética, además no acudió ningún dirigente de relevancia. Nos hemos  enterado también que uno de los invitados estrella de Puigdemont, Romeva y Junqueras fue Moussa Ag Assarid, portavoz de una organización aliada de Al Qaeda.

No creemos que en ese foro bruselense estén informados de que, tal y como desarrollaba el periodista Javier Esparza en uno de sus artículos en La Gaceta, Cataluña es la región más endeudada de España (más de 90.000 millones de euros hasta 2055), que el Estado ha asumido de momento un 72% de su pasivo (53.600 millones de euros) y que ninguna otra comunidad ha recibido tanto dinero de los fondos extraordinarios de Hacienda. No es verdad que “España le roba”; la verdad es más bien que España la sostiene. No saben que Cataluña representa el 27% de la deuda autonómica total. No saben que, pese a ello, Cataluña es la región que más ha gastado en nuevos funcionarios en los años de la crisis, hasta llegar hoy a un total de 165.403; ni que, a pesar de sus deudas, sigue gastando millonadas en un aparato público de comunicación puesto al servicio del separatismo. No saben que, por esa política, la fuga de empresas ha superado el 45% en 2016. No saben que Cataluña tiene un déficit de 4.500 millones en pensiones. No saben que en Cataluña se sanciona al que rotule un establecimiento en la lengua oficial del Estado. No saben que en Cataluña se limita la libertad de enseñanza en español. No saben que la política de inmigración de la Generalidad, orientada a desincentivar la llegada de gentes de cultura hispana, ha estimulado la de musulmanes, que hoy son más de medio millón en Cataluña: es la comunidad autónoma con mayor número de fieles del islam y, de paso, la que alberga más de la mitad de los centros de radicalización islamista.

Imagino que si sabrán gracias a la prensa que la Generalidad se gasto 127.810 euros para anunciar el acto de Puigdemont en Bruselas y que pagó 255 euros a cada asistente. No sé si sabrán en Bruselas que en la misma semana de ese dispendio económico y de recursos para hacer el ridículo, murió una niña en Blanes por falta de ambulancias y de recursos recortados por la propia autonomía, hecho que se está investigando.

Los separatistas mientras recortan en atención primaria, salud y servicios sociales, se van de verbena a presentar sus alucinaciones paranoides rodeados de mariachis y gastando dinero de todos.


Nosotros a lo importante en Castilla-La Mancha

Mientras tanto, también esa misma semana, el representante del Estado en nuestra comunidad autónoma y presidente autonómico de Castilla-La Mancha, Emiliano Garcia Page, acudió a Bruselas para hacer lo que tiene que hacer un presidente autonómico que es defender los verdaderos intereses de la región sin alucinaciones.

Page se reunió con varios eurodiputados en el Parlamento Europeo, incluida una de las vicepresidentas de la institución, la socialista alemana Evelyne Gebhardt, en defensa de la cuchillería y artesanía de nuestra región. El presidente de la Junta estuvo acompañado por el presidente de la Federación Regional de Artesanos (Fracaman), Roberto Perea; el responsable de la Asociación de Cuchillería y Afines (Aprecu) de Albacete, Juan Andrés Barbero, y su próxima sustituta al frente de la entidad, María Pilar Jiménez, así como de varios miembros de su Ejecutivo.

Esto que hace Page es lo que tiene hacer un presidente de una región española, lo de Puigdemont y su recua son mamarrachadas que están arruinando una de las regiones más emprendedoras y creativas de España como es Cataluña. Esperemos que los catalanes sean cada vez más conscientes.