Aznar o Herrero de Miñón

 
VIENTO DE LA MANCHA    
RICARDO CHAMORRO

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Aznar o Herrero de Miñón
   
13/06/2013 .    

El lunes pasado José María Aznar, ex presidente del gobierno, dio un importante discurso en el Club Siglo XXI sobre su visión de la evolución política de España y de los pasos que el consideraba necesarios, desde un punto de vista reformista, para consolidar una España prospera.

En cuanto a la evolución de España afirmó la existencia de cinco transiciones, como tercera transición consideró "la transición desde el centralismo hasta la autonomía, que originó el compromiso del Estado autonómico, compromiso entre unidad y diversidad, tan abierto en su desarrollo como inequívoco en sus fundamentos: la soberanía nacional y una nítida afirmación de la solidaridad como principio y del interés general como piedra de toque del sistema".

Otro de los puntos que Aznar trató en su discurso fue la exigencia de cerrar la discusión sobre la nación española": "No está abierta la discusión sobre la Nación española ni sobre su soberanía. Fijar como criterio transversal de todas las políticas el fortalecimiento de la Nación. Asegurar que cualquier acuerdo nuevo se haga para reforzar la Nación y no para debilitarla".

El concepto de nación cuestionado

No obstante, el concepto liberal de nación española de ciudadanos libres e iguales que nos dimos a través de la Constitución de 1978 no es compartido por todos los políticos desde la izquierda a la derecha. En España los territorios y la diversidad regional se puede trasformar en identidad nacional diferenciada a golpe continuado de ingeniería social e ideológica. Está la Izquierda Unida de Cayo Lara y el PSC que apoya directamente el referéndum sobre la secesión de Cataluña del resto de España, la izquierda moderada señoritinga de Juan Luis Cebrián que habla de federalismo asimétrico y la derecha que asume las reminiscencias forales del antiguo régimen como signos diferenciadores románticos e incluso nacionales como Miguel Herrero de Miñón hablando de la necesidad de "reconocer la asimetría social e identitaria" de Cataluña y el País Vasco, despreciando el café para todos.

La más sibilina de todas las tendencias anteriores contra España y la igualdad de sus ciudadanos, es precisamente la de Miguel Herrero de Miñón y su amigo Juan Luis Cebrián. Herrero de Miñón cuenta con la patente de corso de ser uno de los padres de la Constitución y ser miembro del Consejo de Estado, empezó en política en la UCD y posteriormente en Alianza Popular donde (apoyado por Aznar) perdió unas primarias frente a Antonio Hernández Mancha. Ha recibido premios tan dispares como la Gran Cruz de Isabel La Católica, el premio Sabino Arana (PNV) o el premio Joaquim Xicoy (UDC).

Herrero de Miñon, un pensamiento curioso

Herrero es un defensor a ultranza de los nacionalistas como representantes, según él, de pueblos con entidad propia. Su particular pensamiento político lo analizo como una mezcla de ideas forales tradicionalistas (existentes en el franquismo) que radican en el antiguo régimen, mezclado con dosis de liberalismo de conveniencia, interpretando la idea de España como algo metafísico que materialmente se expresa en la unión de pueblos con un destino. De hecho así se expresaba al recoger el premio Joaquim Xicoy en 2009: "Yo que soy un apasionado devoto de la España grande, que es el resultado fuerte y vigoroso de la libre adhesión de todos sus pueblos, creo que Cataluña es una nación".

El caótico pensamiento de Herrero de Miñón es el parapeto de gentes como Iñaki Anasagasti (PNV) o Duran i Lleida (Unió) que pretenden la consolidación de la asimetría en un Estado neutro en clave confederal y la abolición del café para todos.

En una entrevista a Herrero de Miñón hace unos días podemos entresacar su pensamiento, por ejemplo para él las Comunidades Autónomas no son herramientas de la administración del Estado para garantizar derechos de los ciudadanos sino que "sirven, fundamentalmente, para reconocer identidades singulares", afirma rotundamente que "se quiera o no, nos encaminamos hacia una organización asimétrica", habla de que "fue un error no pactar con Pujol el reconocimiento de la singularidad de Cataluña", para Herrero de Miñón "…hay que reconocer un status especial a las nacionalidades que tienen identidad nacional –ahora no podemos precisar cuáles son– y establecer una relación bilateral pactada".

Dos almas en la derecha

Como podemos ver en la derecha existen dos almas en cuestión nacional. Las últimas discusiones en el seno del PP en cuanto a la asimetría del déficit así como los últimos discursos de Aznar, pueden ser consecuencia de la asunción de posiciones hacia la consolidación de asimetrías, en línea con lo argumentado por Herrero de Miñón, que consolide los privilegios territoriales perseguidos por el nacionalismo moderado.

Personalmente considero que España debe ser una nación moderna y que el respeto por la diversidad no debe quebrar la nación de ciudadanos libres e iguales admitiendo la clara identidad histórica de España y sus particularidades regionales. Creo que España debe consolidar la transición fortaleciendo la unidad y para ello es necesario un pensamiento distinto a las ocurrencias de Herrero de Miñón.

Termino con dos frases de Aznar en el discurso que hizo ante Vargas Llosa y el presidente Mariano Rajoy que me parecen claras: "Hay que reformar para reafirmar los fundamentos de una España fuerte y moderna", "No podemos hacer dejación de España […] Debemos hacer por España más de lo que nadie pueda llegar a hacer contra ella. Porque España significa libertad".

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 Ricardo Chamorro Delmo