jueves, 27 de junio de 2013

El PP no puede ser conservador



EN TIERRA DE CABALLEROS
EL SEMANAL DIGITAL

El PP no puede ser conservador
El Partido Popular fue votado por mayoría absoluta para que sea reformista no conservador
           
           
   El presidente Mariano Rajoy dijo tajantemente mientras estaba en la oposición que "Si alguien se quiere ir al partido liberal o al conservador, que se vaya"

Rajoy querría reafirmar de esta manera el concepto reformista acuñado por Manuel Fraga Iribarne, fundador de Alianza Popular-Partido Popular.

El fallecido político, padre de la Constitución, definió este término "Reformismo" de la siguiente manera: "Mas allá del socialismo queda el verdadero desafío: la reforma social en profundidad, hecha por los que creen, a la vez, en la sociedad española y en la capacidad de su pueblo para reformarse, para ser mas auténticamente él mismo".

La concepción de Fraga del reformismo quiere ir mas allá de una síntesis liberal-conservadora, un concepto nuevo que pretende reformar lo existente sin traumas, adaptando sin miedo las demandas ciudadanas con un claro sentido patriótico hacia España. El reformismo seria pues un proceso moderno que persigue que el pueblo español sea "más auténticamente el mismo", es decir enlaza con el concepto de identidad como el conjunto de los rasgos propios de un individuo o de una comunidad.
¿Conservadores en contra de la moderación?

El columnista Pascual Tamburri dice en un artículo: En la medida en que la izquierda alcanza sus objetivos se convierte en conservadora, y la derecha, en la medida en que deja de tener posiciones que conservar  se torna revolucionaria en nombre de los principios permanentes que defiende. Las derechas o aceptan el desafío de ser modernas y revolucionarias o tendrán que resignarse a no existir, a vagar en el limbo de los ensueños y a reducirse a ser tropas auxiliares de la izquierda triunfante.

Esto es algo que también, en el ámbito católico, ha visto el Papa Francisco enunciando la palabra revolución que anteriormente era un concepto herético para los católicos "Si un cristiano no es revolucionario en estos tiempos no es cristiano"

Un pensador tachado de conservador como Chesterton decía que "Todo el mundo moderno se divide en Progresistas y Conservadores. La labor de los Progresistas es ir cometiendo errores. La labor de los Conservadores es evitar que los errores sean arreglados".

El filosofo y teólogo catalán, Jaime Balmes, decía que los partidos "de instinto moderado y sistema conservador" se convertían a la postre en conservadores "de los intereses creados de una revolución consumada y reconocida". También decía este pensador español del siglo XIX que "Una de las diferencias más características entre los progresistas y los partidarios de la situación, consiste en que aquéllos son hombres de acción revolucionaria, y éstos de goce revolucionario."
Centrismo vacio o centrismo reformista

Un centrismo como concepto vacio y moderado, que pretende no cambiar nada sino simplemente gestionar mejor, no tiene, a mi entender, nada que ver con lo que Fraga ideó como centro-reformista. Las actitudes que no pretenden reformar de manera valiente lo que no funciona bien en España, sino simplemente alternarse en el poder como si fuera un reparto de pastel, terminaran fracasando.

Por ejemplo asumir que el nacionalismo-separatista es el sentimiento político natural de determinadas regiones de España en vez de luchar porque la verdadera identidad de esas regiones, ocultada por identidades falsas, salga a la luz, es una actitud conservadora y no reformista. Asumir cierto grado de corrupción administrativa por mantenerse en el poder es una actitud conservadora y no reformista. Asumir las mismas formas de gobierno que la izquierda es conservador y no reformista. Asumir y contribuir a asentar el poder mediático-financiero progresista que nos ha traído hasta este momento crítico para España es una actitud conservadora y no reformista. Asumir los dogmas de la izquierda en cuanto a la moral, la familia o el aborto para cambiar lo mínimo es una actitud conservadora y no reformista. Asumir la desigualdad de oportunidades de españoles por una pantomima relacionada con supuestos derechos históricos que lo único que enmascaran es el egoísmo frente al bien común, retorciendo la historia y la identidad por interés, es ser conservador y no reformista.

El Partido Popular fue votado por mayoría absoluta para que sea reformista no conservador.

 Ricardo Chamorro Delmo

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