jueves, 10 de abril de 2014

Adolfo Suárez, un apasionado por España

 
EN TIERRA DE CABALLEROS
Adolfo Suárez, un apasionado por España

Su gran ideal fue que el pueblo español recuperara la titularidad de su soberanía nacional
                   

Yo no viví de manera consciente su época, pues naci en 1977, lo que no reduce mi curiosidad por la transcendencia histórica de este gran protagonista para España.

Suarez fue un gran político, honrado e idealista. Su gran ideal fue que el pueblo español recuperara la titularidad de su soberanía nacional, asentando la unidad de España como fundamento de la pluralidad política, de una manera consensuada y pacífica. Fue un gran patriota, con una gran ambición política, orientada únicamente, al servicio de los españoles.

Trató de desarrollar firmemente un pensamiento iniciado dentro del régimen por Pedro Laín Entralgo o Dionisio Ridruejo, de "reconciliación entre españoles". Como dijo Rodolfo Martin Villa en un discurso reciente en la Real Academia de Ciencias Morales y Políticas, "… integró lo azul y lo cristiano y que seguramente eso constituye el secreto de su profundo compromiso con la reconciliación entre los españoles. Por ello pude decir, parafraseando el salmo, que los lunes, miércoles y viernes descansaba en «las verdes praderas» de los azules campamentos juveniles, y los martes, jueves y sábados bebía en «las fuentes tranquilas» de la Acción Católica diocesana". "Vale quien sirve" era el lema que quedó grabado en su juventud.

Suarez pretendió enterrar las etiquetas políticas, los pasados de unos y de otros, invitando a todos los españoles a participar activamente en un nuevo proyecto común para la Nación. El pasado no debía ser traba para ningún español, lo importante era el presente y sobre todo el afán de trabajar por un futuro para España en libertad.

Es indudable que fue utilizado por intereses que iban mas allá de su propia vocación, también es claro que fue traicionado por los suyos cuando su labor fundamental de poner las bases para la reforma sustancial de España concluyó, es evidente que la izquierda se ensañó con él una vez que les dio la carta de presentación en sociedad y es comprobable que su afán por integrar los diversos sentimientos regionales de los españoles fracasa por la presión de ideologías separatistas e insolidarias que se limitaron, como podemos ver hoy, a escenificar una pantomima para conseguir prebendas frente al resto. 

Murió un fin de semana en el que las demandas callejeras de la izquierda más irresponsable del espectro político han causado al menos 101 heridos, 67 de ellos policías y 29 detenidos en disturbios de la llamada ´marcha de la dignidad´, algo muy alejado del espíritu que Suarez quiso imponer en la transición. Por mi parte considero que la verdadera marcha por la dignidad la está protagonizado el pueblo español en recuerdo del ex presidente.

No obstante su pensamiento conciliador de unidad de la Nación española por encima de etiquetas de izquierda y derecha, debería estar más vigente que nunca, aprendiendo de las traiciones que el separatismo ha protagonizado las últimas décadas frente a la soberanía nacional y la igualdad de oportunidades entre todos los españoles.

Termino con un fragmento de uno de sus discursos de la década de los 70, precisamente el discurso de Libertad de Asociaciones que fue el punto de partida hacia la transición democrática:

"Esa libertad que buscamos ya no es comprensible sólo como un derecho de la persona individual. El hombre, en esta sociedad complicada y despersonalizada, poco puede hacer por sí mismo. Todo está planteado en contra de su espíritu y de sus valores como persona. A esa sociedad, que, así configurada responde a módulos de vigencia en todo el mundo desarrollado, no la podemos cambiar, aunque quisiéramos.

Pero lo que sí podemos es ofrecerle al hombre herramientas de defensa.
Y esa defensa sólo está en la unión."

www.twitter.com/rchamode

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