EN TIERRA DE CABALLEROS
Ricardo Chamorro
3 de abril de 2014
EN TIERRA DE CABALLEROS
Ya sabemos lo que quiere el PSOE para España y Castilla-La Mancha
El fundamento de nuestra Carta Magna, en su artículo 2, es la Nación española.
En un artículo escrito por mí en este diario, a finales de febrero, denominado Reforma de la Constitución y Estado de la Nación, señalé la evidencia de la alineación del PSOE, PNV y CiU en el debate del Estado de la Nación, hacia una reforma Constitucional:
"Es evidente que la escenificación del PSOE, PNV, CDC y Duran i Lleida va por esos lares. Es decir, con la excusa del consenso y el diálogo, pretenden trasformar la España constitucional de 1978 en un Estado federal asimétrico, en beneficio particular de los nacionalistas y con el apoyo de una parte de la oligarquía económica.
Lo lógico, si el PSOE fuera un partido responsable, es que si hubiera que hacer una reforma constitucional se hiciera, en consenso con el PP, para todo lo contrario que pretenden las minorías nacionalistas, acabar con los desmanes del nacionalismo, fortalecer la nación española, garantizar la igualdad de oportunidades, asegurar el imperio de la Ley y el Estado de Derecho, remarcar las soberanía nacional y reparar el Estado autonómico".
La portada de ABC de este miércoles confirma la anterior tesis: El PSOE, incapaz de asumir los argumentos del Gobierno contra Mas. Este periódico titula y aclara que la oposición (PSOE) "rechaza la consulta, pero se aleja del PP con un atajo federal para contentar a CiU".
¿Cuáles son los argumentos del Gobierno contra Mas?
El argumento es muy sencillo, el respeto la Constitución y por lo tanto el imperio de la Ley, que refrendamos de manera abrumadora en 1978.
El fundamento de nuestra Carta Magna, en su artículo 2, es la Nación española y su unidad, la soberanía nacional reside en el pueblo español. A partir de este argumento los partidos con responsabilidad de gobierno no deberían de tener dudas, pero el PSOE sí las tiene.
Lo que constituyó nuestra transición y los pactos de La Moncloa debería estar claro: Nación española y monarquía, Estado de derecho, organización territorial a través de autonomías, sociedad de bienestar (igualdad de oportunidades y derechos) y europeísmo.
Esas son las bases que se establecieron en consenso, en tiempos del fallecido Suárez, para que España despegara en democracia. Hoy el nacionalismo separatista desprecia esas bases y quiere romper la baraja, igualmente parte de la izquierda impugna las bases de la transición.
Castilla-La Mancha, beneficiaria de la Nación española de ciudadanos libres
Castilla La Mancha había sido una región de paso, no éramos un llamado territorio histórico ni una de las regiones privilegiadas y ricas de España, pero a partir de 1978 entró en vigor la Constitución española que declara:
Artículo 138
1. El Estado garantiza la realización efectiva del principio de solidaridad, consagrado en el artículo 2 de la Constitución, velando por el establecimiento de un equilibrio económico, adecuado y justo, entre las diversas partes del territorio español, y atendiendo en particular a las circunstancias del hecho insular.
2. Las diferencias entre los Estatutos de las distintas Comunidades Autónomas no podrán implicar, en ningún caso, privilegios económicos o sociales.
Artículo 139
1. Todos los españoles tienen los mismos derechos y obligaciones en cualquier parte del territorio del Estado.
2. Ninguna autoridad podrá adoptar medidas que directa o indirectamente obstaculicen la libertad de circulación y establecimiento de las personas y la libre circulación de bienes en todo el territorio español.
A Castilla-La Mancha le ha venido muy bien esa transición hacia la nación española de ciudadanos, pues ha supuesto un desarrollo importante y que se nos tenga en cuenta por lo que somos, que no es más que ciudadanos españoles.
Los ciudadanos españoles somos iguales en derechos y en cada uno de nosotros esta contribución en solidaridad hacia esa comunidad humana, política e histórica denominada España, que es la fuente de nuestras libertades.
A través de los principios constitucionales fue necesario garantizar la igualdad de oportunidades, la equiparación de servicios y la construcción de infraestructuras en muchas regiones pobres de España, entre ellas Castilla-La Mancha. Ese progreso, a pesar de posibles fallos en el desarrollo, es un hecho.
Andalucía, Extremadura y Castilla-La Mancha, despreciadas por el nacionalismo separatista
El PSOE parece pretender alinearse con CiU y PNV para la reforma constitucional, precisamente con aquellos que siempre han despreciado los territorios que fueron los graneros tradicionales de votos del socialismo. Aquellos que insultan a los manchegos, andaluces y extremeños tachándonos de territorios subvencionados mientras engordan cuentas en Suiza.
Tratar de compadrear con CiU y PNV, ofreciendo una reforma constitucional hacia el federalismo asimétrico, o la singularidad fiscal catalana, no es comprensible. Todo lo que es asimétrico es desigual, todo lo que suponga privilegios territoriales contradice la solidaridad entre regiones, todo lo que prime el territorio frente al ciudadano español, dentro de España, contradice la propia existencia de la Nación.
El partido de Emiliano García-Page (PSOE) es evidente que ha apostado por el federalismo asimétrico contra los intereses de nuestra región y de la propia igualdad de España, se pongan como se pongan. Y todo ello a pesar de que José Bono ya dijo que el federalismo asimétrico "es como la nieve negra o como un cura ateo".
Lo que se impone es el pensamiento de otros dirigentes:
El Estado autonómico está "agotado" hay que apostar por un modelo de federalismo asimétrico porque España es asimétrica". Carmen Chacón (PSOE)
"La mejor estructura sería la de un Estado federal asimétrico".
"Estoy de acuerdo con la descentralización y no con la centrifugación, soy partidario de un federalismo que lleve en su seno la asimetría como hecho diferencial". Felipe González (PSOE)
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