lunes, 28 de noviembre de 2016

El Rey y el ser de España

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VIENTO DE LA MANCHA

El Rey y el ser de España
   
21/11/2016 .    

La pasada semana pudimos ver a nuestro Rey dar un discurso en la apertura de la XII Legislatura en el Congreso.

Hay que constatar el espectáculo bochornoso que dio el separatismo y Podemos, que someten a la idea republicana, en principio ni de derechas ni de izquierdas, a la marginalidad más absoluta por su irreverente y maleducada actitud. Imagino que republicanos como Gregorio Marañón, Pérez de Ayala o Unamuno, se harían directamente monárquicos al ver a tropa semejante defender la república, no hay otra opción.


Apelación a la identidad española

Lo más destacable del discurso del Rey para mi, fue su apelación al ser de España, que no es otra cosa que una apelación a nuestra identidad nacional, somos españoles, no somos marcianos.

El Rey dijo:

"España no puede negarse a sí misma tal y como es" y no puede "renunciar a su propio ser" como tampoco al "patrimonio común construido por todos y desde el que debemos seguir edificando un futuro compartido".

España tiene una identidad a la que no nos podemos negar.

En nuestra constitución se señala en nuestro Artículo 2: La Constitución se fundamenta en la indisoluble unidad de la Nación española, patria común e indivisible de todos los españoles.

La Constitución se fundamenta en la patria española, es decir la nación en el sentido de patria, más allá de su sentido político, es un sujeto previo y tiene una identidad histórica, comunitaria, humana y cultural, donde la diversidad regional forma parte de su riqueza.

España es ante todo y sobre todo una realidad que se ha proyectado en la Historia. España es una de las grandes naciones sin las cuales no podría entenderse el mundo ni la civilización.


El Estado y el ser de España

El Estado debería fomentar los lazos de unión, las identidades regionales jamás estuvieron enfrentadas a la identidad de España hasta que una ideología separatista pretendió imponer una historia inventada desde finales del siglo XIX, hoy casi lo consigue.

Como dijo José Javier Esparza en 2006 en El Semanal Digital: “Lo que hace delirante al nacionalismo vasco o catalán no es el defender una identidad, sino que su interpretación política de esa identidad, en clave separatista, se basa en una impostura, a saber, la reconstrucción de la historia local como si desde su origen hubiera tendido hacia la conformación de un hecho político nacional. Por eso, porque son una impostura, tienen que recurrir a la coacción, a la exclusión, a la violencia. Nuestros separatismos no son malos porque sean "identitarios", sino porque son falsos”.

Para algunos neoliberales la identificación de la ciudadanía con una trascendencia colectiva les horroriza, pero que le vamos a hacer, mientras la neutralidad política de estos últimos frena la identificación con todo aquello que constituye la verdadera comunidad histórica y humana española, tanto Podemos como los separatistas construyen imaginarios colectivos falsos que atacan al corazón del ser de España. 


Defender el ser de España, un reto

O se defiende el ser de España por parte del Estado o la identidad española será una nación sin Estado. Si no reivindicamos un verdadero patriotismo la identidad de España terminara desapareciendo o en la más pura marginalidad, como lo es hoy en algunas partes de España. La unidad no tiene sentido si dice unir partes que no creen en el todo, que no creen en el sujeto soberano que es el pueblo español.

La defensa del ser de España es uno de los grandes retos hoy, y no puedo mostrar más que satisfacción porque nuestro Rey lo haya recordado.

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