viernes, 30 de mayo de 2014
¿Una derecha frustrada?
¿Una derecha frustrada?
22/05/2014 .
En junio de 2012 escribí en El Semanal Digital un artículo denominado "Cuando la derecha comienza a frustrarse". En el mismo decía que el centro-derecha debía reivindicar y hacer realidad los principios que, emocionalmente, habían hecho votar a gran parte de sus electores, de otra manera podría traducirse en desastre.
Decía:
"Aunque salgamos del berenjenal económico en el que estamos inmersos, si la sustancia nacional sigue deficiente, volveremos a reproducir los problemas de manera indefinida, si moralmente la especulación y el desastre, que determinados valores han producido en nuestra sociedad, no tienen la condena que merecen, volveremos a tener los mismos problemas más adelante.
Por ello no es algo circunstancial el decir que la especulación debe tener cierto control desde un punto de vista moral; que la familia orientada a la procreación es de gran importancia para la estructura social; que la nación española es un bien moral en sí mismo, comunitario y no solo jurídico; que la persona humana, como trabajador por ejemplo, no es solo un recurso sino que tiene una dignidad que hay que salvaguardar; que la cultura de la vida es algo que hay que proteger y fomentar; que jamás podemos permitir que las víctimas del terrorismo se sientan frustradas ante la actitud de nuestros políticos, debemos luchar porque gente como Ortega Lara no pueda ser relegado a la marginalidad bajo ningún concepto; que la corrupción es algo deleznable, no algo asumible de por si…".
"Mayor Oreja comenta continuamente que estamos ante una crisis de la verdad o que ´la crisis está en nosotros mismos´. De igual manera el eurodiputado del PP señala que ´no es una crisis cíclica de la que de pronto sales y que tenga solución sólo desde la política y las instituciones económicas y financieras´, sino que requiere un ´cambio de actitudes personales y una manera diferente de vivir´.
El momento de la verdad
Estamos en el momento de consolidar el desastre maquillando los números, consensuando él aquí no ha pasado nada y siguiendo la escala de valores que nos ha llevado a la ruina tal y como pretende la izquierda, el separatismo y cierto centro acomplejado, o por el contrario que el centro-derecha se mantenga unido y trate de reformar por completo la España de la ruina, del pelotazo y el relativismo retomando los valores para consolidar una España fuerte. La primera opción llevara a la atomización del centro-derecha como en toda la década de los ochenta y preparará el camino para una nueva victoria de la izquierda pues se están asumiendo sus valores; la segunda opción consolidará el gobierno de centro-derecha que gracias a la pluralidad de las ideas de su cuerpo social podrá aplicar reformas que consigan devolver a España a los niveles de dignidad que merece transformando una manera de vivir que ha sido un espejismo y que no ha tenido en cuenta lo que somos como identidad humana y comunitaria".
La realidad del centro-derecha hoy
Hoy el centro-derecha está dividido, hoy además del Partido Popular está VOX, el partido de Ortega Lara, Ana Velasco, Vidal Quadras y Santiago Abascal. Hoy es cierto que estamos repuntando y saliendo de la crisis económica, pero es evidente que existe una frustración entre los ciudadanos españoles y en los votantes del centro-derecha.
Es natural que la izquierda, desde el minuto uno del gobierno de Rajoy, pusiera pegas a cualquier medida de gobierno. El problema es que el centro-derecha sociológico vea la subida de impuestos, la salida de Bolinaga, la salida de los asesinos tras la derogación de la doctrina Parot, la floja acusación de la fiscalía en el Caso Faisán, las pocas ayudas a las familias, la insuficiente reforma de la Administración Pública, la corrupción, la impunidad judicial, la perpetuación de leyes de la izquierda en ideología de género o memoria histórica, como una traición a sus principios, y eso tiene un solo remedio, dar un giro.
La última frustración es escuchar a Cañete decir que no se ha empleado a fondo en un debate, de cara a sus votantes, por miedo a que una jauría de demagogos de la izquierda más extrema de Europa le llame machista. Evidentemente la izquierda ha atacado a Cañete en el punto donde ha visto debilidad y complejo, mientras tanto callan ante "las tetas gordas" de Valderas (IU) o el maltratador de Eguiguren (PSOE).
De propuestas de gobiernos de coalición PP-PSOE, o propuestas de dirigentes del PP para que Felipe González lidere la concertación sanitaria mejor no hablo.
Aunque moleste mi empleo de citas, voy a volver al viejo Antonio Maura para terminar este artículo:
"Gobernar no es despachar los expedientes y ver pasar y caer las hojas del calendario; gobernar no es desear las cosas buenas, y a la menor resistencia abandonarlas; gobernar no es escuchar el ruido de la calle para seguir todos los himnos y todas las marchas; gobernar es tener un concepto perfectamente claro de lo que se persigue y una voluntad firmísima de llegar a lo que se quiere, al punto de hacer la existencia ministerial solidaria de la obra que se va a realizar...".
"No puede perpetuarse esa política encubierta de prudencia que consiste en no hacer nada. Luchar es vivir, y, para hacer el bien, hay que combatir el mal, sin que importe ser vencido, porque, al día siguiente, el vencido será vencedor en la opinión. En todo caso, siempre es preferible el fracaso a la deshonra, a la deshonra que cae sobre quienes transigen por imposición, o por miedo...".
www.twitter.com/rchamode
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