lunes, 10 de noviembre de 2014

Manuel Fraga y las autonomías

 
Manuel Fraga y las autonomías
   
18/09/2014 .    

En 1980 Manuel Fraga, fundador de Alianza Popular, respondía a preguntas de Manuel Millán Mestre, periodista y político así como miembro fundador y directivo de El País, lo siguiente en relación a las autonomías:

¿Admite, dados los condicionamientos históricos y políticos impuestos por las partes, que la actual configuración de las autonomías es la mejor?

No. Yo creo que es la peor de todas, y que, mientras no se reforme en serio, no se podrá funcionar con ella.

¿Se integra en un Estado nuevo, o lo que se hace es liquidar un Estado nuevo y todo lo que ello conlleva?

En este punto concreto de las autonomías, lo que se está haciendo es liquidar la obra de 500 años, y es un disparate.

Ergo, el proceso autonómico, ¿resulta un objetivo en sí mismo o un medio para acomodarse a la actual realidad coyuntural de ciertos políticos del gobierno o de determinados partidos?

No hay duda de que por parte de los nacionalismos vasco y catalán se sabía perfectamente lo que se buscaba, y que ellos han pedido lo que les interesaba, y que yo creo que no es lo que le interesaba más a España…

¿Se salvara al final la unidad del Estado?

Yo pienso hacer todo lo posible por salvar la unidad nacional, la de España; pero acabo de afirmar que está en grave riesgo y, por lo tanto, ¡ojo a la responsabilidad de cada uno!

El momento presente

Hoy después de tres décadas de esta entrevista, aquellos errores que señaló Fraga están a punto de resquebrajar la nación española.

Las autonomías son en muchos casos fuente de desigualdad, de despilfarro y de descoordinación con el Estado, según señalan informes de diversa índole.

La agresividad de la ofensiva separatista y la posible mutilación de España reflejan algo que debían tener presente nuestros políticos ante la crisis que vivimos y es que no todo es cuestión de dinero. Si lo fuera todas las prebendas materiales que se han dado a las denominadas nacionalidades hubieran sido suficientes para aplacar las ideas separatistas y no ha sido así sino todo lo contrario.

El único partido que pretende superar el Estado Autonómico es VOX, el partido fundado por Santiago Abascal y Ortega Lara.

En su manifiesto fundacional este partido señala que "El Estado de las Autonomías ha sido un intento bienintencionado, pero fallido […] No ha cumplido los fines para los que fue concebido y su coste ha alcanzado proporciones alarmantes".

Reivindican como solución un "Estado unitario administrativamente descentralizado que reconozca e integre los hechos diferenciales culturales, lingüísticos, jurídico-forales e insulares característicos de nuestro país".

Nación española e identidad de España

Lo que peligra es la identidad de España no su unidad material, aunque sea caótica, tal y como afirmaba el profesor Gustavo Bueno, pues una comunidad de intereses materiales o de territorios no es necesariamente una nación, es necesario también el sentimiento de pertenencia como alma del cuerpo nacional.

España es sobre todo una estructura jurídica que refleja una identidad de la que nos hemos dotado a lo largo de la historia los ciudadanos de una determinada parte del mundo para defender nuestra libertad, nuestras peculiaridades y nuestros derechos sociales. Hoy ante la globalización España es más necesaria que nunca para nuestra protección social a pesar de que estemos integrados en estructuras superiores como Europa.

Como dijo el liberal Ernest Renan, "la existencia de las naciones es buena, incluso necesaria. Su existencia es la garantía de la libertad que se perdería si el mundo no tuviera más que una ley y un amo". También dijo que "una nación es, pues, una gran solidaridad, constituida por el sentimiento de los sacrificios que se ha hecho y de aquellos que todavía se está dispuesto a hacer. Supone un pasado; sin embargo, se resume en el presente por un hecho tangible: el consentimiento, el deseo claramente expresado de continuar la vida común". Partes completas de nuestra geografía viven al margen de ese pasado común y de esa identidad de pertenencia.

Reconocer que determinados territorios de España tienen peculiaridades culturales nunca debió ensombrecer la defensa clara de la españolidad que esa diversidad refleja, pues sin la idea de España nunca hubiera existido ni Cataluña, ni Galicia ni Vascongadas.

Hace dos siglos pusimos por escrito, en Cádiz, lo que era una realidad histórica de siglos. La dejación desde hace décadas en la defensa de la identidad nacional nos sitúa en un momento muy peligroso.

Para que la nación española siga existiendo no vale solo con la ley y los intereses económicos, hay que fomentar los vínculos históricos comunes entre españoles que son reales y no son falsos como los argumentos separatistas. De otra manera la devertebración social y el conflicto está asegurado cuando no hay dinero.

España es como una gran familia, si por encima de los sentimientos afectivos familiares, que en ocasiones se ignoran o se interpretan en plano de conflicto económico permanente, se sitúan los intereses materiales cuantitativos, cuando se cierra el grifo se montara el follón.

Interpretaciones ideológicas que centran en el egoísmo material el motor de la historia nos llevan hacia el enfrentamiento social y la mutilación nacionalista. 

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