Ante la ratificación del maquillaje, llamado reforma, de la Ley Aído por el PP el martes 14 de abril, es importante dejar claro a todos aquellos confundidos en relación a la materia de defensa de la vida, que lo importante y lo exigible era, y es, eliminar la ley de plazos de aborto libre definida en la actual Ley.
Los que defendemos el derecho a la vida lo tenemos claro. Creemos que nos tratan de engañar con maquillajes. Que la Ley Aído enuncie el derecho al aborto no sería relevante sino desarrollará una ley de plazos de aborto libre durante 14 semanas, además de supuestos durante los 9 meses.
¿Qué diferencia existe con dar el derecho al aborto libre durante las 14 semanas, pero luego decir que el aborto no es un derecho?
Es hipócrita decir que se elimina la definición de derecho al aborto, o el derecho de las menores, y mantener la Ley de Plazos de aborto libre. La Ley Aido se debía haber derogado el primer día de esta legislatura.
El artículo 15 de nuestra Carta Magna consagra el Derecho a La Vida y nuestra doctrina jurisprudencial dice: "El derecho a la vida, derecho fundamental y troncal de todos los demás es proyección de un valor superior del ordenamiento constitucional". "La vida es una realidad desde el inicio de la gestación". "La gestación ha generado un tertium existencialmente distinto de la madre, aunque alojado en el seno de ésta".
Una ley de plazos libre para el aborto, como la actual, atenta claramente contra los principios anteriores.
Se puede afirmar que existe una doctrina constitucional clara, constante y reiterada que fija el estatus jurídico de los nasciturus o vida humana en formación, que implica:
1º.- La necesidad de que se proteja la vida del nasciturus.
2º.- Y la necesidad de que, en los casos excepcionales en que exista un conflicto de valores, se articule un sistema de garantías que evite la desprotección absoluta de la vida del feto. Y dado que una ley de plazos no cumple ninguna de estas dos exigencias básicas derivadas del art. 15 CE, según dicha doctrina debe ser considerada inconstitucional". "…Que el Estado tenga el deber de proteger la vida del feto hace incompatible con nuestra Constitución una situación de desprotección absoluta, como sucedería en una ley de plazos".
Un sistema mixto de plazos e indicaciones en la práctica represente un sistema de aborto libre. Una ley de plazos no cabe en nuestro sistema jurídico constitucional, porque desprotege completamente a un bien jurídico merecedor de tutela en nuestro ordenamiento.
El nuevo PP ratifica la Ley de plazos y Ciudadanos directamente lo lleva en su programa
Rajoy, Soraya Sáez de Santamaría o Cospedal, y su gobierno, han asumido la Ley de Plazos al no derogar la Ley, dándole una fuerza mayor con la reforma que pretenden consolidar, incumpliendo claramente el programa electoral. Las declaraciones de Celia Villalobos, Cristina Cifuentes, Núñez Feijóo o José Antonio Monago a favor de la Ley de plazos han sido constantes.
Es evidente que la cúpula de ese partido, que lo controla y lo manipula, al margen de la democracia interna y el debate de las ideas, está más cerca de las posiciones de partidos de centro izquierda que del propio ideario del PP, o de gentes como Mayor Oreja, María San Gil, José Eugenio Azpiroz, Lourdes Méndez, Javier Puente, Gari Durán, José Ignacio Palacios, Luis Peral, Ángel Pintado, Ana Torme…
Por otro lado, el partido Ciudadanos en relación a la Ley de Plazos de aborto libre es claro. El partido de Ciudadanos se presenta, en casi todo, con una ambigüedad calculada de cara a los antiguos electores del PP o del PSOE.
Ellos mismos se definen en sus estatutos como un partido de centro izquierda no nacionalista. Pero es normal, ante el relativismo de las ideas, o el mensaje neutro que últimamente esgrimen, que gente desconcertada por los bandazos de este gobierno, incluso de centroderecha, ante las posiciones asumidas por el PP en línea progresista y socialdemócrata, prefieran votar a este partido regenerador.
No obstante en la cuestión del aborto no hay duda, el votante que dé importancia al derecho a la vida no podría votar a este partido, que en este aspecto no difiere con la Ley Aído, excepto en el tema de las menores.
En esta cuestión Albert Rivera es claro, en su programa propone una ley de plazos de aborto libre durante 12 semanas y con supuestos los 9 meses.
El Programa de Ciudadanos es conciso:
"Por ello, proponemos la interrupción durante las primeras doce semanas de gestación.
No obstante la interrupción será posible en cualquier periodo del embarazo en caso de: a) peligro grave para la vida o la salud física de la mujer embarazada; b) de malformaciones graves del feto; o c) violación con secuestro prolongado más allá de las doce semanas.
Con la finalidad de que la mujer pueda disponer de toda la información relevante para la formación de su decisión libre, consciente y responsable, se establecerá un período de reflexión obligatorio para la mujer de cinco días desde la primera visita ginecológica.
La interrupción del embarazo podrá ser ejercido en la sanidad pública y garantizado por la Administración sanitaria, sin que pueda ser legal que una chica menor de edad pueda libremente abortar sin el conocimiento de sus padres".
Cambio ideológico del PP, sin debate ni democracia interna
El cambio ideológico del Partido Popular por la vía de los hechos, a través de la cúpula, es algo más que evidente que muchos vimos hace tiempo, y otros lo están viendo, sin duda, en materia de derecho a la vida.
La carta de los dirigentes Populares, llamados hoy díscolos, es prueba de ello. Carta: http://www.abc.es/gestordocumental/uploads/sociedad/carta-parlamentarios.pdf.
Me parece importante señalar que, ante la delegación de responsabilidad del PP ante un Tribunal politizado como es el Tribunal Constitucional, cuya actuación para legalizar Amaiur fue lamentable, las personas que defendemos la vida podemos estar abocados a una sentencia que consolide la ley de plazos.
La traición seria doble de un gobierno con mayoría absoluta que no ha sido capaz de derogar la Ley Aído, y está dando la posibilidad de la consolidación jurídica de una Ley de Plazos que contradice toda la doctrina constitucional previa, pues ya sabemos cómo funciona la justicia en España para tranquilidad del PP PSOE. La actuación del Partido Popular en esta materia es de una gravedad increíble.
La carta de los dirigentes díscolos del PP en esta materia es clara:
"En la dialéctica política se están oyendo argumentos de quienes justifican la iniciativa planteada en el hecho de que, además de esta modificación, se mantiene el recurso de inconstitucionalidad y los valores de defensa de la vida allí expuestos a la espera de lo que decida el Tribunal Constitucional.
Ante esta argumentación hay que hacer dos observaciones. La primera es que jurídicamente el recurso de inconstitucionalidad sustanciado en la anterior legislatura no es susceptible de retirada, por lo que seguirá "vivo" hasta que el TC resuelva sobre el mismo o se legisle en coherencia con lo recurrido. No es, por tanto, una opción política ni justifica, en consecuencia, el argumento de que nuestro partido siga apoyando, a pesar de su inacción, la defensa de la vida.
La segunda, parece políticamente insostenible que teniendo una mayoría absoluta nuestro Gobierno no desee legislar, renuncie a gobernar en la materia y difiera su poder y capacidad de cumplir sus compromisos electorales a la decisión ajena, por importante que sea el Constitucional, de un tribunal. Si hay voluntad política se podía legislar, incluso hoy se puede hacer y, con ello, derogar el derecho al aborto".
Después de esto los votantes que creen en el derecho a la vida tienen muy difícil volver a confiar en el Partido Popular, se acabó el margen.
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