lunes, 11 de mayo de 2015

Polémica con la asignatura de religión

 

Muchos que creemos en la libertad consideramos falsa, de manera rotunda, la polémica relativa a la asignatura de religión en la LOMCE y el curriculum de los docentes de esta materia.

Yo personalmente no puedo entender que pueda molestar a determinadas ideologías que los padres puedan elegir la religión de sus hijos, y que estos reciban formación religiosa o no en colegios públicos, en función de su propia elección.

Todo aquello que aumente las posibilidades de elegir en libertad es positivo en democracia. La falta de elección, la imposición, es más propio de sistemas liberticidas.

De hecho, en relación a que el currículum de los docentes de esa asignatura sea diseñado por la Conferencia Episcopal con unos criterios específicos, ¿qué problema plantea para aquellos que libremente, también, eligen que sus hijos no den esa asignatura? ¿si no la van a elegir, por que se meten en la elección de los demás?

En España podemos elegir libremente la asignatura de religión o no, se trata de una elección libre, pero hay personas que no quieren que los ciudadanos tengan esa posibilidad de elegir.

El Artículo 27.3 de nuestra Constitución lo deja claro y meridiano:

"Los poderes públicos garantizan el derecho que asiste a los padres para que sus hijos reciban la formación religiosa y moral que esté de acuerdo con sus propias convicciones".

La aconfesionalidad de nuestro Estado, definido en nuestra Constitución, separa perfectamente la Iglesia del Estado, pero a diferencia de los sistemas laicos, no niega el hecho religioso.

Para España el hecho cultural católico es una realidad social

Javier Esparza escribió:

"El catolicismo no es sólo una confesión. A efectos sociales, es también una pauta moral, una forma de civilización y una identidad cultural-nacional. Es decir, un ámbito de cultura en el que una comunidad histórica se reconoce a sí misma, incluso si ya no se cree fervientemente en el dogma. Por eso cerca del 70% de los padres desea que sus hijos reciban enseñanza religiosa católica y el 65% de los alumnos aún la recibe (contra las crecientes trabas que impone la Administración), aunque sólo el 14% de los católicos sean practicantes según las cifras del CIS. ¿Gente que no va a Misa, que incluso vota al PSOE, pero que quiere que sus hijos sean educados en la Fe? Sí, en efecto. La gran mayoría. Y ello precisamente porque la religión no es sólo una fe, sino muchas cosas más. Y eso, en tiempos secularizados como los nuestros, tiene una importancia decisiva. La mayoría de los padres no elige la asignatura de Religión por su profunda fe en Dios o por su amor al Evangelio, sino por esas otras razones de carácter cultural y moral. El poder político debería tenerlo en cuenta".

Cuanto más libertad de elegir mejor

La LOMCE no ha profundizado en dar más libertad a los padres, en relación a la educación de sus hijos, se ha quedado coja, pero aun así los enemigos de la libertad no toleran ni un resquicio en el que se haga efectivo lo que aparece en nuestra carta magna.

Cuanta más libertad demos a los padres en la elección de centro a través, por ejemplo, del cheque escolar, cuanto mas profundicemos en que los padres tengan la capacidad de decidir qué tipo de educación quieren para sus hijos en función de sus creencias, así como la posibilidad de elegir en consecuencia, estaremos avanzando en el cumplimiento de la Constitución y en el desarrollo de las libertades en nuestra sociedad civil.


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