Juan Pablo II, una referencia para la derecha social

EN TIERRA DE CABALLEROS
Juan Pablo II, una referencia para la derecha social
5-mayo-2011
   El Semanal Digital
       
Un gran evento ha tenido lugar el 1 de Mayo y es la beatificación del Papa Juan Pablo II.

Yo no voy a hablar en este artículo de su biografía, pues ha sido repetida en multitud de medios, sino de su figura profunda en el ámbito de los valores de una sociedad católica que forma parte importante de la idiosincrasia de Europa y de su propia realidad.

Después de la segunda guerra mundial, Europa quedó desolada tanto material como espiritualmente, el catolicismo romano era ignorado y mirado con recelo por las potencias vencedoras. Inglaterra y EEUU con una tradición claramente protestante, Francia cuna del laicismo liberal y qué decir de la Rusia Bolchevique, recelaban profundamente del Vaticano y del catolicismo.

La lucha de bloques en la guerra fría cambió el panorama y la religión católica fue percibida por las potencias capitalistas como una fuerza política, cultural y social a la que había que apoyar, o por lo menos dejar vivir, frente a la veta cultural de izquierdas.

La izquierda europea y sobre todo la italiana y española han aplicado feroz e inteligentemente las viejas tesis del italiano Gramsci, nacido en el siglo XIX, para hacer frente a la tradición católica de estas naciones. Gramsci consideraba que mientras Italia fuese católica, toda tentativa revolucionaria estaba destinada al fracaso, por ello elaboró una teoría para controlar la sociedad civil y de esta manera se expresaba "la sociedad civil está «poblada» de elementos culturales: modos de pensar, de sentir, de situarse ante la vida, de leer, de divertirse. . . . Se trata, por tanto, de conquistar la cultura para el marxismo, de organizar la cultura por medio de la captación de sus agentes, los intelectuales". El izquierdismo de Gramsci es el impulsor de la cultura del 68 y de los valores de la izquierda moderna impuestos de manera solapada. Gramsci teorizó sobre una lucha consistente en una ofensiva cultural, "la agresión molecular a la sociedad civil", una "rivolta culturale", que cambiara la religión, el derecho, el arte, los medios de comunicación y la ciencia de manera que la conquista de la hegemonía política involucrara a todos los niveles de la sociedad, siendo el control político la punta del iceberg.

Después de una serie de acontecimientos oscuros en la iglesia católica apareció Juan Pablo II, el Papa Woytila llegó a Roma después de haber vivido en la Polonia invadida por el comunismo, sufrió personalmente la perspectiva de ver su nación invadida por el bolchevismo y ver cómo era la realidad política y material de esta cosmovisión. Woytila vio como en Polonia se conquistó violentamente el poder político y desde esa hegemonía se trató de cambiar la sociedad, al contrario de la teoría de Gramsci que pretende cambiar primero la sociedad y luego alcanzar el poder político. La Polonia cultural y social enraizada en los valores cristianos resistió y consiguió vencer al comunismo gracias a la fuerza de su sociedad civil. Por ello una vez fue Papa su gran reto fue arengar a los católicos de Europa y del mundo a no tener miedo, a no dejarse arrinconar por las ideas materialista en inmanentistas solapadas con buenas palabras, a no esconder nuestros valores cristianos y propios de nuestra cultura. El Papa salió al mundo a decirnos que la unidad espiritual de Europa es parte de nuestra identidad y el olvido de nuestras raíces cristianas basará esa unidad en economías y políticas que no producirán una unidad duradera.

Por todo lo anterior cuando la derecha política olvida en ciertas ocasiones la importancia de la sociedad civil, de la derecha social, de la cultura y de la filosofía, centrándose única y exclusivamente en la política y en la economía, está olvidando la trinchera que el marxismo moderno ve como prioritaria en este siglo XXI para conquistar el poder. No es casual que la izquierda nos diga cómo debemos pensar los católicos, no es casual que la izquierda deje la economía a los tecnócratas de una derecha puramente económica con los que mantiene excelentes relaciones, no es casual que hablen continuamente de cultura y de intelectualidad, no es casual sus embates contra las tradiciones católicas de España, no es casual que traten de cambiar el concepto de familia, no es casual la colaboración con separatistas que pretenden modificar la cohesión histórica, social y espiritual de España…

Termino con las palabras del Beato Juan Pablo II en Santiago de Compostela y recordando su mensaje "No tengáis miedo".

"Desde Santiago te lanzo, vieja Europa, un grito lleno de amor: Vuelve a encontrarte. Sé tú misma. Descubre tus orígenes. Aviva tus raíces. Revive aquellos valores auténticos que hicieron gloriosa tu historia y benéfica tu presencia en los demás continentes…Reconstruye tu unidad espiritual en un clima de respeto a las otras religiones y a las genuinas libertades. Da al César lo que es del César y a Dios lo que es de Dios."