¿Consenso para qué? Cansados del espíritu enredador que genera golfos

 
EN TIERRA DE CABALLEROS
Ricardo Chamorro
                           
21 de enero de 2013  

EN TIERRA DE CABALLEROS
¿Consenso para qué? Cansados del espíritu enredador que genera golfos
Cualquiera firmaría el consenso siempre desde el respeto a la Ley

Los que nacimos de manera posterior a la muerte de Franco asumimos que el periodo de la transición fue duro y exigió un importante esfuerzo de todos para consensuar posiciones en esta nueva época democrática que se abría para los españoles.

Gracias a esa época, constitucionalmente hablando, la soberanía reside en el pueblo español, tenemos una Constitución de todos que consagra la indisoluble unidad de la Nación española y la sede de la soberanía esta en el Congreso de los Diputados a los cuales el pueblo elige cada cuatro años. Esto es lo que quería mayoritariamente el pueblo español que votó favorablemente a la reforma política y la Constitución española.

No obstante algunas formas provisionales en la articulación de ese consenso quedaron como práctica habitual en el manejo político convirtiéndose en vicios. Cuando me refiero a vicios, me refiero a los acuerdos entre bambalinas de partidos políticos, periodistas o instituciones al margen de los ciudadanos, que pudieron tener una justificación por buscar la meta democrática en su momento, pero que han seguido operando para prolongar intereses muy al margen de los intereses de la nación española.
Luis María Anson sabe de algunos enredos  

Hace unos días Luis María Anson, en El Gato Al Agua de Intereconomia, decía que firmaba otros 30 años de consenso con los dirigentes catalanes de CIU por la estabilidad política desarrollando formulas para el entendimiento ¿Quizás la asimetría entre españoles y territorios es una formula?

Dicha declaración me dejó estupefacto, pues a pesar de tener sobre la mesa los indicios claros de corrupción que han supuesto estos treinta años de Pujolismo, expoliando a los ciudadanos españoles de Cataluña y del resto, así como una muestra clara de deslealtad hacia España y su soberanía por parte de los nacionalistas con su referéndum, el muy moderado y centrista Anson dice que contribuiría a la permanencia del chiringuito. Yo puedo entender que en los inicios de nuestra democracia se pudieran otorgar esperanzas en Pujol considerándolo moderado e incluso tratando de meterlo en vereda concediéndole en 1984 el titulo de ´español del año´ por el diario ABC que dirigía Luis María, pero hoy ha llovido mucho desde esos días de vino y rosas tan idealizados.

Cualquiera firmaría el consenso siempre desde el respeto a las instituciones españolas, la Constitución, la ley, la ausencia de corrupción y la soberanía nacional. Más allá de lo anterior no cabe retorcer el sistema y mucho menos sin explicarlo a los ciudadanos.
¿La corrupción es necesaria para el consenso?      

Da la sensación a los ciudadanos de que la corrupción y la amoralidad en política son asumidas como un mal necesario para el consenso político, lo cual es indignante. ¿Ser moderado es enredar al margen del mandato constitucional ?

Los ciudadanos españoles están cansados de enredos y de corrupción. Quieren que se aplique la ley y que se regenere la política en España

El caso Bárcenas, destapado por ´El Mundo´, muestra un panorama frustrante para muchos políticos y militantes del Partido Popular, que incluso han puesto en riesgo su vida por unas ideas. Esta misma semana se celebra el aniversario del asesinato de un político de casta como Gregorio Ordoñez que murió asesinado por defender una concepción honrada y sin complejos de la política ¿Qué pensaría Gregorio?

Es un momento clave para que se regule claramente la democracia interna de los partidos políticos y su trasparencia.

Las averiguaciones de El Mundo siguen a otras como las de: Filesa, Mercasevilla, Eres de Andalucía, GAL, caso Campeón, cuentas de los Pujol, financiación ilegal de Unió y Durán, Interligare, Caza de Bermejo con Garzón, 11 de marzo, Urdangarin…

El espíritu de consenso de ´yo me callo y tú te callas´, que parece mostrarse ante los atónitos ciudadanos, es nauseabundo y hace un flaco favor a nuestra democracia que después de tanto enredo está a punto de explotar.

Los consensos que tienen fuerza real en democracia son los que son transparentes de cara a los ciudadanos y confrontan dos pareceres políticos desde la propia batalla de las ideas para finalmente acordar rebajar planteamientos por el bien común.

Ojala se acaben los enredos que tapan la porquería que parece existir en nuestro sistema político pues sería la manera de recuperar nuestra libertad, que existiera una regeneración política real en España y poder reformar el Estado para que sea el instrumento de los ciudadanos como dice la Constitución y no parte de nuestra desesperación.

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