martes, 14 de mayo de 2013

Un centro-derecha valiente y con la cabeza alta

 
EL COMENTARIO     RICARDO CHAMORRO
COLABORACIÓN



EL DIGITAL CASTILLA LA MANCHA
EL SEMANAL DIGITAL

Un centro-derecha valiente y con la cabeza alta
   
18/04/2013 .    
   
   
Ricardo Chamorro
María Dolores de Cospedal se dirigió ayer públicamente a sus militantes animándoles a "alzar la voz" y recuperar la calle: "Si nosotros no hablamos bien de España, ¿quién va a hablar bien de España?".

Los tiempos en los que políticos del centro-derecha se dedicaban a repetir simples argumentarios contra la oposición como loros en una cómoda rutina política han acabado. La izquierda en bloque desde el PSOE a ERC, desde Bildu a IU, junto a un separatismo burgués pero anti-constitucional y por lo tanto anti-sistema, están en la estrategia eterna de impedir que las reformas del centro derecha sigan adelante y no cejarán en el empeño para que el gobierno del PP caiga. El 25 de abril la izquierda convoca a un escrache masivo y violento denominado "Asedia el Congreso".

El consenso desde la transición es interpretado por algunos como la inhabilitación de la derecha para reformar España, siendo únicamente el llamado "progresismo" el que parece que puede gobernar y retorcer la nación a su antojo.

El desarrollo institucional y político del Estado constitucional español ha sido fruto de muchos más gobiernos del PSOE que del PP, más del doble, aunque aún así la izquierda se atreve cínicamente a mostrarse últimamente como el culmen de la transgresión política e incluso anti-sistema.

La movilización en la calle contra cualquier medida del PP no es algo nuevo, lo vivimos intensamente en las dos legislaturas de Aznar que finalizaron con los insultos y acosos generalizados contra el partido de gobierno el 13 y el 14 de marzo. Mientras Zapatero nos metió en Afganistán, Libia o accedió a poner el escudo antimisiles en Rota ni un pacifista salió a la calle.

Una vez que ha ganado el Partido Popular se han acelerado las revueltas contra el gobierno en respuesta a las reformas efectuadas o incluso por las consecuencias de las medidas del PSOE, por ejemplo, en materia de celeridad de desahucios o en el caso de la estafa de las preferentes urdidas en tiempos de ZP.

Es comprensible que mentalidades excesivamente conservadoras en el PP consideren que la tibieza política es la gran baza para lograr un consenso con el gran partido de la oposición ante la situación de España y así mantener la estabilidad. Ojalá hubiera un acuerdo entre los dos grandes partidos por el bien de España pero es evidente que ese consenso está lejos con un PSOE en descomposición y radicalizado políticamente. La situación institucional hace aguas. Los contextos son distintos a la época de la transición y unos cálculos equivocados por parte del centro-derecha pueden hacer caer al PP con todo el equipo.

En el siglo XXI el centro-derecha español no puede auto-inmolarse sino que debe reformar profundamente el Estado y cumplir con sus promesas electorales para perpetuar nuestra España constitucional, patria común y expresión de la nación más antigua de Europa.

Estamos viviendo un punto de inflexión a partir del cual las derechas o aceptan el desafío de ser reformistas de verdad o tendrán que resignarse a no existir, a vagar en el limbo de los ensueños y a reducirse a ser tropas auxiliares de la izquierda triunfante.

www.twitter.com/rchamode

 Ricardo Chamorro Delmo

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