martes, 14 de mayo de 2013
Golfos en democracia. El negocio de ser progre
EN TIERRA DE CABALLEROS
Ricardo Chamorro
EL SEMANAL DIGITAL
28 de diciembre de 2012
EN TIERRA DE CABALLEROS
Golfos en democracia. El negocio de ser progre
En España o seguimos la senda de reformas o nos descompondremos como nación sin mayor horizonte que el caos
En octubre escribí en esta columna un artículo denominado “Fachas e izquierda. La España en descomposición” donde quise definir a ese conglomerado de gentes que surgen del franquismo y que para asentar bien sus posaderas en las nuevas oportunidades de negocio que se abrían en la transición se hicieron progresistas. Hoy uno de los imperios que más caracterizaron a ese colectivo, el Grupo Prisa, se tambalea resistiéndose ante la realidad del cambio que necesita España.
Los definía de la siguiente manera:
“Su gran ideal político es que ni la izquierda ni la derecha se definan ni den la batalla democrática de las ideas, ellos son partidarios de un totum revolutum al estilo tardo-franquista, de consensos entre bambalinas al margen del pueblo soberano que les permita medrar sin definirse pues eso le haría sentir mal a su interés, aprovechan cualquier ocasión para deshacerse en elogios y pelotear a la izquierda que es la única que consideran que les puede desenmascarar, ya que desprecian profundamente a la derecha social que entienden cautiva de sus fauces y fácilmente manejable.
El facha se envuelve en la bandera rojo-gualda cuando conviene para posteriormente alabar a sus amigos nacionalistas, que pertenecen a su club de trepas, y proponer el consenso para consolidar asimetrías despreciando la soberanía nacional. Les falta gritar el ´todo para el pueblo pero sin el pueblo´, aunque más bien seria todo para sus bolsillos y cuentas bancarias.”
Transición española, progresismo y negocios
Las revoluciones, guerras y transiciones son momentos convulsos y dramáticos para los pueblos pero también son fuente de oportunidades de negocios, pues caen unos y llegan otros. En España hubo que procurar el cambio moderado de una sociedad conservadora que cambiaba de un régimen totalitario a la democracia. La derecha estaba atomizada y dividida, dentro de este espectro es el centro-derecha de Suarez quien antecede el advenimiento de un PSOE que fagocitando a los votantes y militantes del PCE logró dar un carácter moderado a la izquierda con todas las bendiciones internacionales y con un papel bien aprendido en la transformación de España. Los nacionalistas fueron otros grandes beneficiarios de la nueva situación pues el cambio hacia la libertad posibilitó que los constituyentes hicieran concesiones, aparentemente superficiales, a favor de un consenso que los nacionalistas han utilizado única y exclusivamente para construir sus chiringuitos.
Una transición tan rápida en tan poco tiempo hizo calar en la sociedad española un pensamiento de cambio permanente e ilimitado que cuestionaba y relativizaba cualquier referencia estable a determinados valores que habían estado presentes en épocas anteriores con una gran rigidez.
Algunos lemas como “¡Rockeros: el que no esté colocado, que se coloque... y al loro!” del socialista Tierno Galvan se hicieron habituales en la juventud.
También la forma de hacer negocios en España cambio por completo. El ministro de Economía del gobierno de Felipe González, Carlos Solchaga, sentenció que España era “el país donde uno se puede hacer rico más rápidamente”.
La política del pelotazo era el relativismo progresista aplicado a los negocios, cualquiera se podía hacer millonario en poco tiempo y caló que los políticos eran sobornables. Las burbujas crecían y gentes como Jesús Gil eran ejemplos para el pensamiento progre-facha con frases como "Mis ídolos son Jesús, Franco y el Che Guevara."
El Grupo Prisa en el centro del descontrol
El Grupo Prisa crecía sin freno apoyándose en esta frenética carrera hacia el cambio permanente. Copaba todas las oportunidades de negocios bajo el timón de Jesús de Polanco, que ya hizo jugosos negocios en el franquismo, así como del contramaestre Juan Luis Cebrián, antiguo jefe de los servicios informativos de RTVE por el último gobierno de la dictadura franquista. Eligieron como partido político de referencia y colaboración al PSOE y consolidaron alianzas claves con los nacionalistas del PNV y CIU. El centro-derecha fue marginado de sus planes pues consideraron que sus ideas eran contraproducentes para sus negocios y se apoyaron en parte del centrismo, así como parte de la derecha económica más moldeable e interesada.
También hay que decir que ese pensamiento franquista y ambiguo basado en el lema falangista “Ni de izquierdas ni de derechas” facilitó que muchos miembros del franquismo sociológico se mimetizaran perfectamente en las nuevas estructuras de poder progresista sin excesivos problemas ideológicos.
El chiringuito ibérico ideal del progresismo seguía creciendo en forma de burbuja, todo el mundo ganaba, todos teníamos vivienda en la playa y este país parecía Jauja. La burbuja explotó en 2007 pero a pesar de ello el último gran icono del progresismo ZP consideró gastar en 2010 50.000 euros para enseñar a tocar la marimba, 300.000 para la Fundación presidida por Narcís Serra, 500.000 euros para la Cúpula de las Naciones Unidas, 30.000 euros destinados a las Lesbianas y Gays de Zimbabwe, otros 400.000 para el empoderamiento de la mujer en Palestina, o los 285.000 euros, casi 50 millones de las antiguas pesetas para “la gestión comunitaria del bosque del pistacho y rehabilitación de pastizales”.
El Grupo PRISA conspiranoico
Hoy el Grupo Prisa defiende a los Pujol de las acusaciones de corrupción que se ciernen sobre ellos hablando de conspiración policial. También ha dado la cara en otras ocasiones por el PNV. El PSOE es un caos por los trompicones ideológicos de unos y otros, Prisa esta en el centro de los desgarros de ese partido. Juan Luis Cebrián apuesta decididamente por el Estado asimétrico retorciendo el concepto de federalismo sin ningún tipo de honestidad ni lealtad hacia la soberanía nacional que reside en el pueblo español.
Todos estos quieren que nos embarquemos en un viaje a ninguna parte, porque consolidar la asimetría es cargarse la Constitución actual y desvirtuar la nación de ciudadanos libres e iguales dando el remate final a la identidad de España. ¿Y todo esto para qué? Para que el negocio que han montado sobre burbujas, entelequias y absurdos no termine de caer como un castillo de naipes.
Tristemente parte de la oligarquía nacional amamantada sobre las bases progresistas anteriormente citadas se resiste al cambio. Ese pensamiento progre-facha ha dejado de ser negocio en España y o cambiamos de horizonte fortaleciendo lo que nos queda como nación o nos hundimos para siempre.
Decididamente en España o seguimos la senda de unas reformas basadas en una escala de valores distintas o nos descompondremos como nación sin mayor horizonte que el caos. Desenmascaremos pues entre todos a los golfos y trabajemos porque España siga siendo una gran nación en beneficio de sus ciudadanos.
www.twitter.com/rchamode
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