jueves, 7 de marzo de 2013

Don José Bono y el "café para todos"

 

EL SEMANAL DIGITAL
29 de septiembre de 2011  

EN TIERRA DE CABALLEROS


Don José Bono y el "café para todos"
Ciertamente es más acertado el café para todos, que aceptar una diferenciación entre regiones de primera y de segunda en virtud de delirios identitarios falsos
           
           
           
        Josep Antoni Duran i Lleida cuestiona la capacidad de otras regiones que no sean Cataluña para tener autonomía. Hace unos meses Financial Times advertía que el déficit de Cataluña es una amenaza para España.    

Hace dos meses escribía en esta misma columna, en relación a la situación de Castilla la Mancha, afirmando que los castellano manchegos estamos dispuestos al sacrificio para salir de la crisis, pero que no nos cruzaríamos de brazos viendo como otras regiones con delirios nacionalistas se muestran insumisas con el Estado haciendo que el resto de España aguante su deuda.

´Ya está bien que las regiones fieles a España tengan que sufrir el látigo de la coherencia nacional mientras las regiones comandadas por el nacionalismo o con delirios regionales, aparte de no crear más que problemas al Estado, sean privilegiadas económicamente para que su deuda sea aguantada a lomos del resto de España.

Ese conglomerado de conciertos económicos, beneficios fiscales históricos, embajadas, alucinaciones expansionistas, marginaciones del lenguaje español, son una disfunción muy extendida y es la principal lacra para la salida de nuestra nación de la crisis. La unidad de mercado es una prioridad fundamental y no vale que sean los de siempre los que aceptemos y suframos la situación de marginación económica y social, por los caprichos retóricos delirantes de algunos reyezuelos caciquiles que siguen montados en su trono particular.´

Esta misma mañana, escuchaba al señor Bono en la COPE, ex presidente de mi región, en tono afable, hablando de pactos patrióticos entre los dos grandes partidos y de asumir equivocaciones en el proceso autonómico. Evidentemente son muchas las equivocaciones, pero lo que me ha parecido entender de las palabras de Don José es que el café para todos fue un error pues realmente se tuvieron que inventar autonomías regionales que nunca existieron como Castilla la Mancha, a cuenta de que las nacionalidades históricas como Cataluña, Euskadi y Galicia pretendían tener sus estatutos de autonomía, y hubo que contentar a todos dando autonomías, lo cual fue un error.

Lo que de ninguna manera debería ocurrir actualmente es que, haciéndole un favor al nacionalismo, afirmemos que nos equivocamos en darle el carácter autonómico a regiones que no lo tenían mientras que las regiones catalana, vasca o gallega si la tienen y se merecen sus estatutos diferenciados.

Cataluña, País Vasco o Galicia tienen diferencias con otras regiones, al igual que mi familia se diferencia de la familia del vecino, pero no encontraremos ninguna referencia histórica objetiva valida que nos lleve a concluir que estas regiones tienen una identidad enfrentada a la identidad común española, fuera de los delirios de ciertos iluminados. La historia de estas regiones tiene una trayectoria histórica similar a otras regiones de España y de Europa. La vinculación de estas regiones con la idea hispánica desde tiempos de Roma, histórica y socialmente, es indiscutible.

Pepe Bono contaba de manera jocosa como se invento la bandera de Castilla la Mancha, pero yo le pregunto ¿Acaso la Ikurriña no fue un invento de varios amigos, con Sabino Arana a la cabeza, imitando la bandera inglesa? Los que comenzaron este delirio ruinoso lleno de invenciones no pueden venir a dar lecciones de identidad.

 Ciertamente fue un error el café para todos, pero el mayor error seria que interpretemos que esas regiones españolas, que en los años treinta tramitaron estatutos de autonomía (Cataluña, País Vasco, Galicia), tienen una mayor justificación objetiva en sus demandas autonómicas que cualquier otra región de España. Ciertamente es más acertado el café para todos, que aceptar una diferenciación entre regiones de primera y de segunda en virtud de delirios identitarios falsos. El café para todos fue la solución intermedia entre, una idea nacional fuerte de España que estaba mal vista a causa de los acontecimientos históricos previos, o la sumisión a las pretensiones nacionalistas que pretendían desgajarse de España.

Hoy ese café para todos, personificado por el Estado Autonómico, es un fracaso económico y de gestión, pero no hemos de olvidar que la solución a ese desastre no pasa por reducir el número de autonomías y consolidar los privilegios de las nacionalidades históricas como pretenden dirigentes nacionalistas como Duran Lleida y parece que comparte Bono.  ´Financial Times´ afirmaba hace meses que la deuda de Cataluña es ´una amenaza´ para España.

La solución es que a treinta y seis años de muerto Franco, potenciemos una idea de España clara donde las regiones sean lugares donde existen diferentes maneras de sentirse españoles y donde la unidad de mercado, así como la solidaridad e igualdad entre españoles, sea un hecho indiscutible.

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