lunes, 11 de marzo de 2013
El Dalai Lama, apartado de África por China
11 de octubre de 2011
EL SEMANAL DIGITAL
EN TIERRA DE CABALLEROS
El Dalai Lama, apartado de África por China
El Dalai Lama, Premio Nobel, líder espiritual y político del Tíbet en el exilio, no ha podido acudir al cumpleaños del arzobispo Desmond Tutu por presiones de China
El Dalai Lama, Premio Nobel, líder espiritual y político del Tíbet en el exilio, no ha podido acudir al cumpleaños del arzobispo Desmond Tutu pues el gobierno de Sudáfrica ha retrasado su visado. El retraso del visado es una negación encubierta y se basa, supuestamente, en la relación preferencial entre China y el gobierno de Sudáfrica, que podría verse empañada por la visita del Dalai Lama.
Las declaraciones del activista Anti apartheid y Premio Nobel Desmond Tutu han sido las siguientes "Nuestro Gobierno es peor que el Gobierno del ´apartheid´, porque en esa época por lo menos podíamos esperar un comportamiento de este tipo". El religioso, que ha colaborado activamente con Nelson Mandela y con el partido del gobierno, se muestra hoy absolutamente decepcionado por la deriva del mismo.
No obstante Desmond Tutu quizás olvida que el partido de gobierno desde el fin del apartheid, Congreso Nacional Africano (CNA), fue fruto de una alianza tripartita entre el Partido Comunista de Sudáfrica y otras dos formaciones. Su vinculación con regímenes totalitarios de izquierda es continua. La consecución del bien legitimo de libertad en Sudáfrica fue monopolizado por la CNA como el elemento clave de su ascenso político con el apoyo de toda la comunidad internacional. Muchos de los dirigentes de la CNA cuentan con una ideología totalitaria y uniformadora que dista bastante de las tesis reconciliadoras de Desmond Tutu, estos individuos siempre han pretendido pasar como una apisonadora sobre la diversidad étnica y cultural de la propia nación sudafricana.
Al igual que China trata de aplastar la identidad tibetana, la forma de pensar de los habitantes de esa región o su propia identidad religiosa, la CNA tampoco respeta la propia realidad social y cultural de las distintas regiones de Sudáfrica donde existen identidades propias como la región Zulú o la zona del Transvaal poblada mayoritariamente por gentes de ascendencia europea que llegaron a Sudáfrica en el siglo XVII, constituyendo una autentica tribu blanca en África como la denomino el periodista Alfonso Rojo en su libro "La odisea de la tribu blanca".
La diferencia entre el patriotismo del Dalai Lama hacia el Tíbet, con el nacionalismo chino o con los distintos nacionalismos separatistas que sufrimos en España, lo describe perfectamente Juan Pablo II "En efecto, el nacionalismo se caracteriza por que reconoce y pretende únicamente el bien de su propia nación, sin contar con los derechos de los demás. Por el contrario, el patriotismo, en cuanto amor a la patria, reconoce a todas las demás naciones los mismo derechos que reclama para la propia y, por tanto, es un amor social ordenado".
Lo cierto es que a nivel global, cualquier observador que se precie, puede observar que mientras las democracias occidentales de origen liberal están inmersas en una clara crisis de identidad agravada por una crisis financiera que parece imparable, las potencias de ascendencia socialista totalitaria como China o Rusia suben como la espuma en influencia y poder aprovechando y participando activamente en todos los entresijos del sistema capitalista.
La neo colonización del continente africano por parte de China es un fenómeno propio de un análisis geopolítico profundo. Los chinos, sin complejo alguno, se han lanzado a ocupar la posición preeminente de la Europa colonizadora en África. Utilizando la sutileza y la ingeniería financiera se van apropiando de las materias primas y territorios de África para una posible deslocalización demográfica de su población y control de materias primas.
China a través del sistema financiero mundial ahora es dueño del 20 % de la deuda de España y es el mayor acreedor de deuda de los Estado Unidos de América. Los antiguos países comunistas son hoy protagonistas en el sistema capitalista globalizado. El Tíbet ha sido radicalmente transformado, África es colonizada por China, Europa y Estados Unidos pierden posiciones…
Europa, en otros tiempos cuna de la civilización, se tambalea entre crisis financieras, crisis demográficas, crisis de identidad… Es urgente dar un golpe de timón, construir un proyecto histórico real, para toda Europa. Un proyecto en el que convivan modernización e identidad.
Los que solo se basan en lo económico o material, despreciando el sentido comunitario o espiritual del hombre avanzan hacia un mundo homogéneo dominado solo por el dinero. Los que consideramos que la diversidad, el sentido comunitario y la libertad e identidad del hombre son valores fundamentales que hay que defender debemos no callar ante las tropelías del totalitarismo que de manera difuminadas se imponen habitualmente en esta globalización tan contradictoria.
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