martes, 16 de abril de 2013

El PP, enfrentado por ETA

 

EN TIERRA DE CABALLEROS
Ricardo Chamorro
       
EL SEMANAL DIGITAL                   
4 de septiembre de 2012  

EN TIERRA DE CABALLEROS
El PP, enfrentado por ETA
El caso Bolinaga ha sido el hecho que más ha enfurecido al centro derecha sociológico español


De los treinta y cuatro años que llevamos de democracia el Partido Popular ha gobernado únicamente ocho años. Las legislaturas en las que José María Aznar dirigió la nación española tiene cosas positivas y otras no tanto, pero lo que está claro es que sus gobiernos demostraron que la derecha centrada no solo podía gobernar España sino que lo podía hacer mucho mejor que el PSOE.

La izquierda progresista ostentaba un monopolio moral y político en España que desde el descalabro brutal de UCD en el ochenta y dos no paró de consolidarse. La llegada de Aznar fue el final de una "travesía del desierto" donde la masa social del centro-derecha, atomizada durante todos los ochenta, volvió a tener una referencia nítida frente al socialismo omnímodo.

El Partido Popular cogió las riendas de España sin miedo y poco a poco llegó a levantar una España arruinada.

La lucha contra ETA y su visión política

Aznar se preocupó, además de la gestión económica y técnica de España, de un aspecto fundamental cuya importancia no se había tratado adecuadamente durante los gobiernos socialistas y este era el tema terrorista alejándose de justificaciones políticas nacionalistas. Para ello el Partido Popular se volcó con sus compañeros del País Vasco, así como con todas las víctimas del terrorismo, como emblema de la lucha por la libertad. Aznar justo antes de llegar a la Moncloa ya sufrió un intento de asesinato por parte de ETA. La idea de la libertad y de España frente al terror separatista, empezó a calar en la sociedad y los terroristas se revolvieron cometiendo innumerables atentados. Tanto Francia como EEUU se volcaron en el apoyo al gobierno y en Europa el mensaje antiterrorista español tuvo un gran calado. 

Durante los gobiernos del PSOE la lucha contra ETA era fluctuante y la contundencia frente al nacionalismo desde el punto de vista político era nula. Pudimos ver a Felipe González gritar ¡Gora Euskadi Askatuta! Y años después dar explicaciones por la creación de los GAL. 

Desde la ilegalización de HB, desarticulación de su entramado financiero y político-social, la izquierda abertzale busco vías de supervivencia a través del PNV con el pacto de Estella y con parte de la izquierda estatal con la que coinciden en parte del mensaje.

Cuando se planteó la ilegalización de HB hubo muchas voces desde la izquierda y el nacionalismo que se manifestaron en contra. Al fin y al cabo aplastar al mundo de ETA era aplastar a un mundo que se autodenomina socialista de izquierdas y patriota vasco algo que defienden otros partidos que incluso se han vanagloriado de recoger las nueces. La supervivencia del mundo de ETA y su transición en forma de partido democrático es algo que no solo incumbía a la izquierda abertzale sino que todo el nacionalismo y parte de la izquierda han visto este objetivo como algo prioritario. En el plano político-ideológico la destrucción y deslegitimación política y judicial de ETA a largo plazo podría llevar a una deslegitimación política de toda idea nacionalista y de la idea socialista radical que defienden elementos como Sánchez Gordillo, por eso han tratado de separar a ETA de su mundo político lo cual es una ficción.

Las ideas de la izquierda abertzale son las que crean ETA, este grupo terrorista es solo un medio más para alcanzar unos fines políticos que son conseguir una Euskadi socialista e independiente de España, el no entender esto es tener una miopía política de gran calado.

El arrinconamiento de ETA y el estrangulamiento político de su entorno decayó en las legislaturas de Zapatero ya que meses después del atentado del 11 M ETA anunció una tregua indefinida y empezó una negociación con el gobierno. Amaiur se sienta hoy en el Congreso de los Diputados y Bildu tiene posibilidades de gobernar Euskadi.

Polémica en el PP en relación a Bolinaga

La visión meta-política de lo que representa ETA y su mundo es algo que han tenido claro todos los ministros de interior del PP. Aunque aparentemente los trataran como una banda de simples asesinos, para no darles fuerza política, sabían que la ETA no es solo una banda de pistoleros a sueldo sino que son un medio más de un entramado político-social con una visión del mundo que también hay que vencer.

La polémica interna actual del PP es porque parece, con sus declaraciones, que Fernández Díaz quiere olvidar la repercusión político-social  que ha tenido para el País Vasco el genocidio perpetrado por ETA desde hace décadas dando la impresión de que se quiere plasmar el "aquí no ha pasado nada, miremos al futuro".  Y creo que debemos mirar al futuro pero con un presente que debe tener muy claro que es lo que ha pasado en España así como en el País Vasco y cuál es la cara política de un mundo que se ríe de casi mil españoles asesinados, cuyos crímenes parecen hoy que les han permitido llegar a donde están. Por citar un solo ejemplo, creo sinceramente que si ETA no hubiera asesinado a Gregorio Ordoñez, en San Sebastián hoy no gobernaría Bildu.

El dar legitimidad democrática a las ideas de la izquierda abertzale es dar legitimidad a las ideas que han creado ETA y asesinado a cientos de españoles. Mientras los representantes políticos de la sociedad española no se enfrenten de manera contundente a estas ideas, donde el cumplimiento integro de las penas es una estrategia más, y no apliquemos la política dentro del Estado de Derecho a la lucha contra ETA, estaremos perdiendo la batalla de tener una España en plena libertad.

Aznar y Rajoy han compartido esta visión frente a ETA en sus distintos gobiernos. Hoy es una lástima que Fernández Díaz, además de ser bastante torpe en comunicación, no solo está causando una revuelta dentro de su partido sino que está dando muchas satisfacciones a la izquierda abertzale y a los detractores del Partido Popular hablando de conspiración contra él dentro del partido al que pertenece. 

La política antiterrorista en el PP no admite innovaciones ni superficialidades, es algo tan serio y que ha producido tantos muertos que debe ser una línea en consenso con los anteriores responsables de esta materia. No se puede permitir una brecha en esta área y claramente el actual Ministro no ha sabido llevar el cargo, no creo que haya sido con una intención maliciosa pero en estos momentos no se pueden permitir errores que causen brechas en la unidad del Partido Popular. Equivocaciones mediáticas y comunicativas, malestar en las bases del partido, críticas por no modificar los anteriores asesores de Rubalcaba en interior, malestar de las víctimas del terrorismo, declaraciones en las que dice sufrir una conspiración dentro del partido, son demasiados elementos para que el Partido Popular no tome medidas en una situación económica muy complicada, con dos elecciones a la vuelta de la esquina y con amenazas de escisión y competencia política en el horizonte. 

Creo que el Ministro no ha dado la talla y Rajoy debe tomar medidas para remediar una situación que sigue enconándose por las declaraciones de conspiración por parte del Ministro. Si Fernández Díaz no ha funcionado el PP tiene innumerables candidatos para hacer esa labor en interior que muestren la claridad y contundencia que los Gobiernos del PP han mostrado siempre frente al terrorismo.
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ARTICULO COMENTADO POR LOS PROETARRAS DE GARA

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Maite SOROA | msoroa@gara.net
Lucha por el poder

La pugna por el poder en el seno del PP, que enfrenta a Mayor Oreja, Aguirre y compañía con el equipo de Rajoy, en la que la situación política en Euskal Herria está siendo usada como ariete, está teniendo efectos secundarios. Por ejemplo, que la derechona se deje de zarandajas y admita que lo que realmente le preocupa no es la «violencia», sino las ideas independentistas. Así, en «Elsemanaldigital», un tal Ricardo Chamorro apuntaba que «la visión meta-política de lo que representa ETA y su mundo es algo que han tenido claro todos los ministros de interior del PP. Aunque aparentemente los trataran como una banda de simples asesinos, para no darles fuerza política, sabían que la ETA no es solo una banda de pistoleros a sueldo sino que son un medio más de un entramado político-social con una visión del mundo que también hay que vencer». Vaya, vaya, o sea que han estado mintiendo todo este tiempo... En este sentido, el siguiente párrafo es muy clarificador: «El dar legitimidad democrática a las ideas de la izquierda abertzale es dar legitimidad a las ideas que han creado ETA (...) Mientras los representantes políticos de la sociedad española no se enfrenten de manera contundente a estas ideas, donde el cumplimiento íntegro de las penas es una estrategia más, y no apliquemos la política dentro del Estado de Derecho a la lucha contra ETA, estaremos perdiendo la batalla de tener una España en plena libertad». Es decir, que los políticos españoles tienen que combatir de forma «contundente» las ideas de la izquierda abertzale. Son curiosos estos demócratas que temen tanto a las ideas.

Dicho esto, y tras apuntar que «Aznar y Rajoy han compartido esta visión frente a ETA en sus distintos gobiernos», el columnista carga contra el ministro del Interior porque «además de ser bastante torpe en comunicación, no solo está causando una revuelta dentro de su partido sino que está dando muchas satisfacciones a la izquierda abertzale y a los detractores del Partido Popular». Servidora desconoce qué satisfacciones está dando Fernández Díaz a la izquierda abertzale; diría que ninguna. Pero como decíamos al principio, esto es una cuestión de lucha por el poder. Por eso Chamorro concluye que «creo que el Ministro no ha dado la talla y Rajoy debe tomar medidas». Le están zurrando porque otros como él quieren su puesto.


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