martes, 16 de abril de 2013

La Virgen del Prado, protectora y fundadora de Ciudad Real

 
EL COMENTARIO     RICARDO CHAMORRO
COLABORACIÓN
EL DIGITAL CASTILLA LA MANCHA

La Virgen del Prado, protectora y fundadora de Ciudad Real
   
14/08/2012 .    
   
   
   
Ricardo Chamorro
El día 15 de agosto se celebrará como todos los años en Ciudad Real la solemnidad de la asunción de la Virgen María Santísima del Prado con una bella procesión de gran tradición en la ciudad. La devoción a la Virgen del Prado se remonta a más de novecientos años.

Según la historia a principios del siglo XI el caballero cristiano, Mosen Ramón Floraz, servidor del rey Sancho el Mayor de Navarra, a caballo por tierras aragonesas, encontró en un subterráneo la imagen de la Virgen María, sentado en forma de matrona romana, con un niño sobre las rodillas y un pergamino en latín que explicaba que aquella era la Virgen de los torneos escondida de los musulmanes tres siglos antes por los devotos cristianos. El caballero recoge la imagen y es conducido firmemente por su caballo hasta la villa de Daroca donde realiza una caja para que la imagen no se dañe. Llega a Navarra y es recibida la imagen en Pamplona con honores por el rey Sancho.

La imagen es heredada posteriormente por el hijo del rey Sancho de Navarra, Fernando, primer rey castellano llevándola a su corte de Burgos.

Alfonso VI de Castilla llevó la Virgen consigo a la guerra contra el infiel siendo denominada por aquel entonces la Virgen de las Batallas. En la conquista de Toledo entró la imagen a la ciudad imperial en hombros de príncipes cristianos, en medio de los batallones victoriosos y seguida de ocho obispos. La Virgen tuvo el titulo entonces de Soberana Señora Fundadora y Restauradora de las dos Castillas.

Una vez la imagen en Toledo el rey Alfonso sufrió una gran derrota en Córdoba y consideró que se debía a la no presencia de la imagen junto a los batalladores cristianos por lo que mandó recoger a la Virgen de Toledo y llevarla al campamento.

En el camino hacia Córdoba, el 25 de mayo de 1088, la comitiva real hizo parada en un pequeño caserío denominado Pozuelo Seco de Don Gil, cerca de Alarcos, embrión de la actual Ciudad Real. Allí sus pobladores rogaron a la comitiva que les mostrara la imagen de la Virgen, al verla quedaron maravillados de su belleza y rogaron a los porteadores que dejaran la imagen de la Virgen en la población donde prometían levantar un templo digno de tan Excelsa Señora. Los responsables de llevar la imagen al rey se negaron y la imagen abandonó Pozuelo de Don Gil, los pobladores se quedaron apenados y desolados.

Cuenta la tradición que entonces un anciano llamado Blas el trovador, compuso unas coplas a la Virgen y que su hijo Antón se quedó toda la noche cantándolas a la Virgen en el prado donde descansó la comitiva junto a la imagen, en una encina se posó una paloma y cuando el joven se acercó a cazarla se transformó en la Virgen que había vuelto para quedarse por siempre en dicha población, denominándola desde aquel momento Santa María del Prado, siendo fundadora y protectora de la posterior Ciudad Real.

Todos los descendientes de Alfonso rindieron culto a la Virgen y Pozuelo Seco de Don Gil, posterior Ciudad Real, quedó como lugar de referencia para la monarquía hispánica por la presencia de esta Virgen.

Con la pérdida de Alarcos en 1195 la Virgen es escondida hasta después del triunfo en la Batalla de las Navas de Tolosa por Alfonso VIII siendo devuelta a su trono.

En tiempos de Fernando III el Santo estuvo en Pozuelo este gran monarca venerando a la Virgen junto a su esposa y su madre Doña Berenguela. El rey Santo denominó a la ermita Santa María del Prado.

Posteriormente, el hijo de Fernando III, Alfonso X el Sabio, refundó la población de Pozuelo Seco de Don Gil como Villa Real, como villa predilecta de su majestad, firmando su fuero en Burgos el 20 de febrero de 1255. El autor de las Cantigas de Santa María eligió esta población como predilecta por la Virgen del Prado.

Posteriormente Juan II de Castilla en 1420 y en recompensa por la aportación a la guerra de las mesnadas de Villa Real, eleva la Villa a la categoría de Ciudad, llamándola "muy noble y muy leal ciudad de Ciudad Real". Este soberano al igual que sus antepasados fue devoto de la Virgen.

Isabel la Católica, hija de este último, también fue devota de la Virgen y ofrendó ornamentos a la imagen.

Hernán Pérez del Pulgar, héroe de la reconquista de Granada, oriundo de Ciudad Real, fue un gran devoto de la Virgen y fue bautizado en el templo de la misma.

Como he contado, desde hace nueve siglos han visitado a la Virgen Santa María del Prado numerosas personalidades de España: se le atribuye también la milagrosa cura de Felipe II; la Reina Isabel II fue Hermana Mayor de la Cofradía de Nuestra Señora del Prado; Alfonso XIII fue investido Gran Maestre de las cuatro órdenes militares en su templo.

La Virgen del Prado es venerada también en Perú, en la iglesia de Recoletas Agustinas de Lima, donde existe una pequeña imagen que se hizo de parte de los fragmentos de la original cuando en el siglo XVI se mutiló debido a los nuevos gustos en las ornamentaciones marianas.

Durante la guerra civil española la imagen de la Virgen fue quemada y la catedral saqueada por las tropas republicanas, desde 1940 se han ido venerando distintas tallas hasta la definitiva de 1950 creada por José María Rausell y Francisco Llorens Ferrer que es la que actualmente veneramos.

Es un orgullo para mí ser miembro de esta hermandad de la Virgen del Prado, siendo este año el orgullo doble por ser mi padre, Ricardo Chamorro Prado, hermano mayor de la misma. Por todo lo narrado en este artículo queda constancia de la gran importancia para nuestra Ciudad de la Virgen del Prado pues sin su existencia Ciudad Real no sería la ciudad que es hoy.

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