lunes, 29 de abril de 2013

Fachas e izquierda. La España en descomposición

 
EN TIERRA DE CABALLEROS
Ricardo Chamorro
EL SEMANAL DIGITAL
                           
24 de octubre de 2012  

EN TIERRA DE CABALLEROS
Fachas e izquierda. La España en descomposición

Los fachas existen pero no necesariamente sirven a los intereses de la derecha social sino al contrario.
           
           
En España, por parte de la izquierda, se acuñó un término despectivo para calificar a toda la derecha sociológica, este término asociaba a este espectro político con cierto franquismo verbenero, estridente, superficial y folclórico de final del régimen.

Los fachas han sido caracterizados y caricaturizados en películas como Torrente, el Don Pablo de la serie Cuéntame, Martínez el facha de la revista El Jueves o en la película de Berlanga La Escopeta Nacional.

¿Los fachas existen?

Ciertos fachas existen y es verdad que son incoherentes, aprovechados, interesados, hipócritas, fulleros y faltos de principios. Lo que no es cierto es que representen a la verdadera derecha social como dice la izquierda, ni que estén solo alrededor de este espectro político pues alrededor de la izquierda y del PSOE se colocaron muchos de ellos, sino la mayoría.

De ese substrato del franquismo en descomposición surgen estos elementos de los cuales los más adelantados aprovecharon su influencia para crear medios de comunicación adaptados a los nuevos tiempos progresistas, colocarse como directivos en cajas de ahorros, aprovechar las comunidades autónomas para consolidar su poder caciquil, hacerse separatistas por interés  o cambiar de chaqueta en función de los tiempos para medrar, los mas torpes se quedaron en el limbo zarzuelero de la nostalgia apolítica.

Han sido coparticipes de la creación, moldeado y consolidación de una visión del mundo materialista, progresista e individualista que desprecia cualquier principio permanente de libertad o de bien común en favor de lo práctico, lo útil, lo cuantificable y lo rentable. La política del pelotazo, la crisis inmobiliaria, la crisis de valores o los escándalos con las cajas de ahorros son fruto de esa mentalidad progre-facha que tantos años ha dirigido y sigue dirigiendo en parte los destinos de España.

Su gran ideal político es que ni la izquierda ni la derecha se definan ni den la batalla democrática de las ideas, ellos son partidarios de un totum revolutum al estilo tardo-franquista, de consensos entre bambalinas al margen del pueblo soberano que les permita medrar sin definirse pues eso le haría sentir mal a su interés, aprovechan cualquier ocasión para deshacerse en elogios y pelotear a la izquierda que es la única que consideran que les puede desenmascarar, ya que desprecian profundamente a la derecha social que entienden cautiva de sus fauces y fácilmente manejable.

El facha se envuelve en la bandera rojo-gualda cuando conviene para posteriormente alabar a sus amigos nacionalistas, que pertenecen a su club de trepas, y proponer el consenso para consolidar asimetrías despreciando la soberanía nacional. Les falta gritar el ´todo para el pueblo pero sin el pueblo´, aunque más bien seria todo para sus bolsillos y cuentas bancarias.

Un sindicalista católico agrario escribía a principios del siglo XX una definición del Avaro que define el mismo desinterés del facha por temas realmente transcendentes para la nación:

Hablad con un avaro, que poco os cuesta. Detrás de un mostrador de nuestros grandes comercios, en el fondo desaliñado de esos almacenes donde unos oscuros escribientes cuidan míseramente un avaro. Le encontrareis también en los mejores despachos de las profesiones liberales, en el piso anónimo de un gran casero o del rentista que se vino a vivir a la ciudad, en los sillones mas acogedores de los buenos casinos, ¡en las iglesias, cuantas veces!

Si no vais a estorbarle en su amoroso negociar, a robarle los preciosos minutos, de los que él sabe dilatar gota a gota sus ganancias, os recibirá amable y muchas veces dicharachero. (Se entiende en el caso de que tengáis alguna importancia social o vayáis a darle algo de ganar.)

Un tesoro de generosidad posee, casi siempre, el avaro, y es este: el elogio. Como los elogios no cuestan dinero, los prodiga a las amistades, y más a los clientes, sin tas ni medida; lo mismo alaba la salud que la inteligencia; la presunta laboriosidad que el buen tipo.

Y un horror genérico, horror gremial- que se extiende por todos los de su casta- es característico del avaro: el de hablar largo y tendido de cosas trascendentales. Si queréis dar un mal rato al avaro, habladle en serio de los males sociales, y ponderadle la grave urgencia de invertir esfuerzos y dinero en salvar la Patria y redimir a los obreros. Lo veréis distraerse al poco rato, empujar el volante de la conversación a lo superfluo y forcejear por volver a sus baratas amabilidades. Y cuidado con poneros pelmas, porque estáis perdidos: el avaro dará fin hasta de su cortesía, y cortara firmemente la conversación para sumirse nuevamente en el sabroso recorrido de sus ricos minutos, de los cuales, gota a gota, va destilando las ganancias...

Frente a la izquierda y los fachas. Un movimiento social, plural y constitucionalista

El pueblo español ha votado mayoritariamente al Partido Popular para que estas formas de medrar en connivencia con la izquierda y parte de la derecha económica sean erradicadas. Muchos de esos fachas que han medrado décadas con el PSOE, mirando despreciativamente por el rabillo del ojo al PP o agazapados en su seno, hoy que los socialistas están triturados y no dan más de sí, empujan para que el PP ejerza el papel útil para sus intereses que el PSOE tuvo en los años ochenta, y por supuesto una parte de dirigentes del PP están en éxtasis viendo que los poderes que antes les despreciaban les invitan a la fiesta, por eso muchos se muestran tan suaves con el nacionalismo, son incoherentes con los principios y solo hablan de dinero. 

Todos recordamos la foto de Zapatero en Rodiezmo con los puños en alto y también la foto del ex presidente sentado en Moncloa con todos los banqueros y especialmente con Botín sin chaqueta y con tirantes compadreando. Muchos estamos cansados de esas fotos y esas formas, sobre todo cuando nuestra nación está siendo más que discutida y discutible, cuando lo que era de todos es cada vez de menos, cuando las familias españolas están  pasándolo francamente mal, cuando la presión impositiva va en aumento, cuando el paro machaca a los jóvenes, cuando la devertebración social es imparable, cuando los terroristas están a un paso de conseguir sus fines…

En España existe un substrato político social que ha votado mayoritariamente al Partido Popular y que Fernando Vaquero Oroquieta define de la siguiente manera:

´En la derecha social encontramos diversas identidades y temperamentos: liberales y conservadores; algunos post-franquistas, antifranquistas de los pocos que realmente lo fueron, y muchos a los que Franco ni les va ni les viene; católicos, agnósticos y ateos; militantes pro-vida e indiferentes en cuestiones morales; españolistas de pro y liberales de mirada económica un tanto estrecha; estudiantes, empresarios, trabajadores y pensionistas; mujeres y hombres; heterosexuales y gays;…

A todos ellos les une algunas ideas y valores comunes: una percepción positiva de la nación española y su historia; ciertas creencias –al menos en origen- enraizadas en los principios cristianos; una vocación militante y de presencia social; un inconformismo cultural y vital; cierto desapego del Estado y un particular sentido de la responsabilidad individual y social.

Plural, muy plural. Desconcertadamente plural.´

Esa pluralidad de gentes, que define Fernando Vaquero, será en síntesis la protagonista de defender sus aspiraciones tanto en el seno de los partidos como en la calle, para que los destinos de España no sean truncados por fuerzas interesadas en la devertebración y el caos en propio beneficio.

Nuestra constitución y su defensa es la mejor arma que tiene la sociedad civil española para defender la nación que representa nuestra libertad. La primera de esas oportunidades en defensa de la misma será este 6 de diciembre en la convocatoria de la Fundación DENAES en la plaza de Colón, donde esa pluralidad de gentes debe estar presente una vez más por la igualdad de todos los españoles y en defensa de nuestra nación constitucional y democrática. El patriotismo español sano y constitucional debe salir a la calle a defender la España de todos.

Ni los fachas, ni parte de la izquierda que desprecia a la nación, ni los separatistas, impedirán que la verdadera España grite bien alto este 6 de diciembre que ´España somos todos´.

www.twitter.com/rchamode

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